Los economistas creen que los nuevos anuncios sanitarios del Gobierno contribuirán a fortalecer la actividad económica en el último trimestre del año, aunque junto con las otras medidas de estímulo al consumo también provocarán mayor presión inflacionarias.
Tras los anuncios del jefe de gabinete, Juan Manzur, y de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, los analistas consultados por Infobae indicaron que el turismo y el sector de eventos serán los más beneficiados, aunque arrancarán desde un piso bajísimo luego de más de un año y medio de duras restricciones.
Guido Lorenzo, director de LCG, dijo que “todo esto tendrá escaso impacto; el turismo podría ser el más relevante, pero hay que tener en cuenta no solo las limitaciones a la entrada si no a la salida de los países de origen”.
“Luego, las discotecas por ejemplo cambiaron algunos hábitos, restaurantes por más que le pongas más aforo tampoco van a pegar las mesas como antes, son más simbólicas que de impacto económico”, acotó.
“La industria no funciona no porque tenía aforo, sino porque no tiene demanda”, indicó Lorenzo.
En cuanto a las medidas que se prevén –suba del salario mínimo y del mínimo no imponible de Ganancias- podrá servir “para pagar deudas; ayuda, pero no da vuelta la economía. Con este mínimo no imponible, el nuevo, la economía tampoco crecía”.
Gabriel Caamaño de Ecoledesma sostuvo que “esto va a potenciar la recuperación, por normalización, de los sectores que venían corriendo de atrás, que eran los de servicios. En especial, Turismo, transporte y toda la industria del ocio”.
Jorge Neyro dijo que “son medidas positivas, sobre todo por el sector de turismo, que puedan entrar los extranjeros al país sobre todo; luego los eventos masivos que pueden tener impacto positivo. Quizá no tenga mucho impacto electoral porque va a demorar en moverse la rueda, pero son buenas decisiones para la actividad de cara a fin de año”.
Del lado del nuevo salario y la suba en ganancias, afirmó que “todas las medidas le dará un push al consumo y colaborará para que la actividad crezca del lado de la demanda”.
Más consumo sin mayor oferta generará más inflación, advirtieron los economistas en forma unánime
Camilo Tiscornia, director de C&T, sostuvo que “el impacto general está dentro de lo esperado; la expectativa previa era que el peor momento sería el segundo trimestre y luego recuperaría. A ese escenario se superpuso la Delta, pero hasta ahora no apareció, así que simplemente se valida la expectativa de que la actividad se recuperará en el segundo semestre. Habrá que ver si no hay que cerrar como en el hemisferio Norte la Delta”.
“Esta reapertura, combinada con los anuncios de gasto público, si bien generarán más actividad, también más inflación y tensión en el tipo de cambio. El tipo de cambio lo pueden frenar, la inflación será más complejo, sobre todo después de octubre”, explicó.
Matías Carugati de Seido dijo que “era algo que tarde o temprano iba a suceder; permitirá que las actividades intensivas en contacto tengan margen para recuperarse y, lógicamente, uno no puede dejar de pensar en el timing, sobre todo después de las elecciones primarias”.
“Las demás medidas económicas son claramente un intento de mejorar la performance electoral. Y el impulso que puedan darle a la actividad a corto plazo se contrarresta con mayores riesgos a la estabilidad macro post-elecciones”, aclaró.
Los cañones a noviembre
Por su parte, Claudio Caprarulo de Analytica dijo que “el gobierno pone todos los cañones en la misma dirección: impulsar el consumo. Ahora 1,3 millones de trabajadores formales van a dejar de pagar ganancias. El mínimo pasaría a ser de 175 mil pesos brutos para estar alcanzado. A julio el sueldo promedio del sector privado registrado era de $88.300, o sea que recién alguien que cobre más del doble empieza a pagar.”.
“En un contexto de fuerte restricción fiscal, la caída tan grande de un impuesto progresivo atenta contra la corrección de las grandes inequidades de nuestro sistema tributario. Y pone de manifiesto el principal problema del gobierno, lograr el equilibrio entre las demandas sociales y estabilizar la macro”, aclaró.
“El alivio en el bolsillo de los trabajadores es necesario porque el salario no le gana la inflación hace años, pero al mismo tiempo si no ordena la macro cualquier ganancia es transitoria porqué el aumento de precios hace que desaparezca en pocos meses”, indicó el economista.
“El aumento en el salario mínimo es importante porque impacta también en el sector no registrado, donde se usa de referencia y están los trabajadores más golpeados desde 2018. A su vez, genera más consumo y menor riesgo de que vaya directo a la cotización de los dólares paralelos, a diferencia de la reducción de ganancias”, destacó.
A su vez, dijo que “la liberalización de actividades recompone servicios como gastronomía, hotelería y aquellos ligados a la cultura que son en los que la oferta seguía restringida. Los más afectados desde marzo del año pasado. Queda esperar como va a reaccionar la demanda, si las medidas para que las familias tengan más plata en el bolsillo genera o no una rápida recuperación de esos sectores”.
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