Muchos consideran que la cocina es el lugar doméstico por excelencia. Cobró mayor protagonismo desde la llegada del Covid-19, porque en la peor etapa del confinamiento fue el punto de encuentro familiar, donde fue una tentación colocarse el delantal y se animaron a volver a preparar comidas caseras, valorizando los tiempos que recuerdan a la abuela.
Esta situación llegó a tal punto que hoy es habitual que hasta la cocina, o su integración con el comedor y living (concepto abierto), puedan definir la compra de una vivienda, o su alquiler. Decenas de familias emprendieron refacciones en busca de expansiones y confort, como también quienes construyen su casa prestan más atención en cómo diseñar esta área.
Angélica Campi, miembro de la Sociedad Central de Arquitectos y de Diseñadores Argentinos Asociados (DARA), especializado en la construcción de cocinas y ganador de un premio en la exposición Casa FOA, dijo a Infobae: ”Este ambiente fue tomando a lo largo del tiempo diferentes formas, acordes con los cambios en nuestra vida cotidiana y social. Cada vez más es un lugar de encuentro con amigos y familia, incluyendo el cuidado y gusto por elaborar alimentos sanos, ricos y la preocupación estética por cómo presentarla. Termina siendo un punto central de casa que contiene un alto grado de confort y tecnología”.
“Cada vez más es un lugar de encuentro con amigos y familia, incluyendo el cuidado por elaborar alimentos ricos y la preocupación estética por cómo presentarla. Es un punto central con confort y tecnología” (Campi)
Según los especialistas, las primeras cosas a tener en cuenta siempre en cualquier intervención es interactuar con quienes van a vivir. Establecer un puente de diálogo para comprender la dinámica del núcleo convivencial y en función de eso comenzar a esbozar el diseño.
La arquitecta Myriam Heredia, contó a Infobae, que, “como técnico que somos, debemos observar la funcionalidad, cuestiones de optimizar luz y ventilación que son fundamentales para brindar calidad de vida, más en una cocina que hoy sale de ese lugar en el que sólo se preparan comidas, pasando a ser el punto donde se promueve el trabajo doméstico en conjunto. Es el área de conversación, celebración e interacción”.
“Debemos observar la funcionalidad, cuestiones de optimizar luz y ventilación que son fundamentales para brindar calidad de vida. La cocina, hoy es el área de conversación, celebración e interacción” (Heredia)
El siguiente paso es relevar en el caso de una remodelación que hay entre objetos y materiales e incluir en el diseño, optimizar lo existente todo lo que se pueda sin que vaya en desmedro del diseño. Es fundamental verificar minuciosamente todos lo que son cañerías, desagües, entre otros. Cualquier omisión en este aspecto trae un dolor de cabeza después.
Consejos a tener en cuenta
Una tendencia del presente es no construir los muebles de cocina sobre banquina, actualmente se levantan sobre patas dejando libre 15 cm debajo de los muebles, para poder limpiar. Además es mucho más fácil la instalación.
“En una refacción de cocina en un edificio, las filtraciones que se producen por rotura de cañerías que van embutidas en pared, son gastos del consorcio. Si se producen por caños exteriores, rotura de termotanques, entre otros, van por cuenta del propietario. Cuando se trata de una cocina existente de muchos años, recomendamos cambiar la cañería de agua fría, caliente y desagües, para evitar futuras filtraciones. Este gasto le pertenece al propietario”, destacó a Infobae la arquitecta Marcela Magali Leikis, autora del libro Diseño de espacios para gastronomía.
“En una refacción de cocina en un edificio, las filtraciones que se producen por rotura de cañerías en paredes, son gastos del consorcio. Si son por caños exteriores, van por cuenta del propietario” (Leikis)
El área de la cocina puede ser cerrado o abierto. Si es abierto deberá tener una buena extracción de olores y grasa, para que estos no se diseminen por toda la casa. El cielorraso no debe ser muy alto, se pueden esconder en él, la cañería de extracción y embutir los artefactos de iluminación, se utilizan Leed especiales.
Los materiales para los pisos pueden ser porcelanato antideslizante, vinílico y cemento alisado o microcemento. En paredes: cerámica, porcelanato, cemento alisado, vidrio decorado, acero inoxidable en el sector de cocción. Leikis, aclaró, que, “por la pandemia, y por estar más tiempo en casa, avanzó el uso de cocinas semi profesionales para propia producción o iniciar un emprendimiento gastronómico”.
Otros materiales más aconsejables son los que no dejan pasar el agua (impermeables). En las mesadas el granito, acero inoxidable, mármol o resinas resistentes con cuarzo, estas últimas son las más utilizadas por la variedad de colores y brillos (Silestone: cuarzo; Neolith: Sinterizada y Dekton: porcelana/vidrio y cuarzo).
En mesadas, los mas usados, “son los sinterizados, materiales duros y que resisten mas que los mármoles y los granitos que son para superficies termoformadas. Y en los muebles también, ya que algunos de estos vienen en espesores muy finos, se pueden usar como revestimientos. Además, de utilizarse vidrios y maderas laminadas como siempre y que cada vez hay más variedad”, detalló Campi.
Los entrevistados también aconsejan que, sea una cocina pequeña o amplia, no hay que dejar de lado el triángulo de trabajo, Iluminación, ventilación y almacenamiento.
Christian Oberosler, gerente comercial de Formica Argentina, dijo a Infobae: “Desde hace más de 100 años desarrollamos laminados decorativos de alta presión para el uso de muebles y accesorios para la cocina, de alta resistencia a la abrasión (incluso temperaturas de 180° centígrados), con la posibilidad de aplicarse sobre áreas húmedas, de fácil limpieza y fundamentalmente con tratamiento antibacteriano y antiviral, que permite lograr superficies pulcras”.
“Desarrollamos laminados decorativos de alta presión para el uso de muebles y accesorios, con la posibilidad de aplicarse sobre áreas húmedas, de fácil limpieza con tratamiento antibacteriano y antiviral” (Oberosler)
Tonalidades y precios
En cuanto a la decoración, se emplean piedras, tonalidades sobrias, maderas naturales en tonos suaves y colores metalizados. Los claros siempre son recomendables porque dan luminosidad y no ocultan la suciedad, pero cada cliente es libre de elegir, según sus gustos.
“El mercado nos muestra que la tendencia actual en revestimiento para muebles se está direccionando a los tonos sólidos, oscuros y neutros en acabados mate o brillante. Las maderas tampoco pierden terreno. También podemos observar que con relación a los revestimientos verticales y salpicaduras van en la dirección de los mármoles y piedras”, detalló Oberosler.
Está muy de moda la isla que también va muy asociado a la cocina de concepto abierto. Pueden culminarse con mármol, madera laminada o porcelanato. En el caso de utilizar madera, que siempre da un buen aporte de diseño, esta debe ser muy bien tratada con varias manos de laca marina asegurando y no dejando lugar al deterioro por humedades.
Myriam Heredia dijo que al diseñar una isla, lo piensa como ese lugar de encuentro y producción de comidas. “Donde además de cocinar, charlamos, y previamente a la cena, se toma una copa de vino, por ejemplo”.
Remodelar una cocina, según los materiales elegidos, parte desde USD 7.000 y las más cotizadas pueden oscilar entre 10.000 a 15.000 dólares, influye mucho en este caso si es solo remodelación o si también implica reparación o reemplazo de cañerías y desagües.
“Por ejemplo una cocina con mesada de granito y cocina común a gas es más económica que una de cuarzo y anafe de vitrocerámica con horno convector eléctrico. Podemos tomar un valor promedio de $90.000 por m2″, dijo Leikis.
Hasta no hace mucho tiempo se revestían las paredes de piso a techo con algún material impermeable (azulejo, cerámica, porcelanato), hoy sólo se aplica a la franja entre la mesada y el mueble superior colgante, alacena
Hasta no hace mucho tiempo se revestían las paredes de piso a techo con algún material impermeable (azulejo, cerámica, porcelanato), hoy sólo se coloca en la franja que queda entre la mesada y el mueble superior colgante, alacena, porque es aquí donde se producen la mayor cantidad de salpicaduras. Predominan las piezas grandes, para evitar mayor cantidad de juntas con pastina que es donde se forman las bacterias y hongos.
Plazo de obra
Para una cocina nueva como a refaccionar se demora entre 30 a 60 días. Después de definir el proyecto se encargan los muebles de cocina que tardan aproximadamente 60 días.
Heredia, resaltó que para definir el tiempo es fundamental la conversación previa con los usuarios, consensuar y tener un diseño lo más cercano a la realidad posible para minimizar cambios que retrasan cualquier obra y contar con buenos gremios.
Trabajan generalmente un arquitecto que también destina un estudiante o profesional recién recibido para supervisar la ejecución de la obra: un capataz, albañil, ayudante, electricista y plomero. “Y también al instalador de muebles de cocina”, concluyó Leikis.
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