Sin duda, la que pasó fue la semana más agitada en lo referido a la escena política, pero también fue un lapso de mucho movimiento en el plano financiero, que se contagió de la vertiginosa crisis por la pelea entre las principales figuras del Gobierno.
Los mercados cerraron la semana con balance a favor pese a la incertidumbre que se impuso por la fuerza a la euforia inicial después de la derrota del oficialismo en las elecciones primarias del domingo 12.
Ya el lunes, la Bolsa porteña, que inició las operaciones con una ganancia del 10% redujo la suba a un 5,5% al cierre, pues en el consenso de los operadores predominó la sensación de que el resultado electoral no iba a estar acompañado por un cambio de la política económica, sino por una profundización de la misma.
El “ruido” político por la disputa interna en la coalición del Frente de Todos reafirmó las apuestas cautelosas. Sin embargo, los agentes no “compraron” una ruptura. Por eso en el saldo semanal, el S&P Merval conservó una ganancia de 3,4% en pesos y de 3,1% en dólares, según el “contado con liquidación” implícito en acciones.
No obstante, el Merval -en 78.512 puntos- recortó un 6,4% desde su récord nominal intradiario del lunes 13, en 83.923 puntos. En lo que va de 2021, el panel líder de la Bolsa mantiene una ganancia de 53,3% en pesos y de 18,5% en dólares.
Para los bonos Globales en dólares, referencia de la deuda soberana en el exterior, la suba semanal promedió 1,4%, mientras que el riesgo país de JP Morgan se redujo en unos 26 enteros para la Argentina, a 1.512 puntos básicos.
El Merval ganó 3,4% en la semana, aunque retrocedió 6,4% desde el récord intradiario de la sesión del lunes 13, posterior a las PASO
“El impacto del resultado electoral del domingo en la economía depende de cómo se procese dicho resultado. Los dos caminos son: profundizar las políticas populistas o ir hacia un modelo más moderado. Me inclino por pensar que ocurrirá lo primero”, describió Eduardo Fracchia, director del IAE Business School de la Universidad Austral.
Para Matías Roig, director de Portfolio Personal Inversiones, “el mercado está esperando una definición por parte del Gobierno hacia dónde quiere ir y si habrá o no nuevos integrantes. Y en las próximas horas, además, estará analizando cómo seguirá el roll over de la deuda y tendrá una real prueba de cómo influyó lo sucedido. Todos esperan una mayor emisión de pesos de acá a las elecciones de noviembre”.
“La pregunta es si las consecuencias para el mercado se verán antes o después de noviembre. Por ahora, hay mucha cautela y confusión, lo cual provoca una suerte de statu quo en el que no hay grandes movimientos ni en bonos ni en acciones”, aportaron los analistas de Consultatio Plus.
En cuanto a la plaza cambiaria, el mercado oficial no ofreció variantes de relevancia. El dólar mayorista finalizó en $98,36, con un incremento semanal de 27 centavos o 0,3 por ciento.
Algo más demandado estuvo el dólar “blue” luego de desatada la pelea entre el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner. El precio de la divisa informal bajó cuatro pesos el lunes, pero los recuperó durante las siguientes ruedas y terminó pactado a $185, el mismo valor que tenía el viernes 10.
“La devaluación parece inevitable. Las regulaciones del Gobierno intentan limitar las presiones a la dolarización. Sin embargo, los altos niveles de brechas, en torno al 80% entre el dólar oficial y los paralelos, son muy persistentes”, comentaron desde AdCap Asset Mangement.
“Si se va a la ortodoxia económica, en estos dos meses electorales no vendrán más votos para el Frente de Todos. Lo verá bien el establishment, se moderará el blue, se preparará mejor la negociación con el FMI. Los votos vendrán de una estrategia más populista, estilo Alberto Rodriguez Saá en San Luis. Esta estrategia deja un país más complicado que puede llegar a una crisis importante en el verano”, evaluó Eduardo Fracchia.
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