Fuentes del ministerio de Economía dijeron que el DNU 622, que incorporó al presupuesto los USD 4.334 millones que en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG) el FMI envió a la Argentina se usarán íntegramente para cancelar deuda y no para aumentar el gasto primario del Tesoro.
Se trata, explicaron, de una modificación del presupuesto vigente, por la aparición de nuevos recursos (los que transfirió el FMI) y aplicaciones financieras (los pagos al propio Fondo con esos recursos) y debió implementarse a través de un DNU porque el pago de la deuda es una facultad no delegada que debe aprobarse a través una norma con rango de ley.
El DNU, prosiguieron, abarca tres movimientos contables. El primero es la transferencia al Tesoro de $ 422.174 millones, el equivalente en pesos a los DEG transferidos por el Fondo. El segundo es la disposición, a través de 4 anexos, de pagar una partida de intereses por $ 30.000 millones y otras de capital por $ 362.981 millones. Y el tercero es el propio pago al FMI.
Letra intransferible
Claro que en el medio hay una disposición, la colocación de una letra en dólares intransferible del Tesoro al BCRA, que a su vez pagará en DEGs las partidas de capital e intereses al Fondo. El presupuesto es una identidad contable: aumentan los recursos y las fuentes financieras y suben las amortizaciones e intereses del Fondo, pero como hay más fuentes que aplicaciones de recursos (la diferencia entre los recursos que ingresan y las partidas que se pagarán) hay también una cancelación o pago anticipado del Tesoro al BCRA de “Adelantos Transitorios” recibidos a lo largo del año, dijeron desde la cartera que conduce Guzmán. .
Esta enrevesada contabilidad se debe en parte a que el FMI le transfirió originalmente los DEG al BCRA, que los tuvo en una suerte de “cuenta puente”. Si en cambio el Tesoro, que es el deudor del FMI, hubiera recibido los DEG, podría haber cancelado directamente la deuda, que de ese modo disminuiría. Con la alquimia y pase de manos, en cambio, no hay disminución de deuda, porque al tiempo que le paga al Fondo el Tesoro se endeuda con el BCRA vía las “letras intransferibles”. En la Argentina la deuda pública está en cabeza del Tesoro nacional.
En un posteo en twitter, el economista Eduardo Levy Yeyati deconstruyó la maniobra oficial: “El Tesoro, en vez de usar DEGs del FMI para pagar al FMI, los vende al BCRA a cambio de pesos (para gasto electoral) y los pide prestados contra Letra en dólares (para pagarle al FMI)”. Es el equivalente, subrayó, a que el Tesoro le pague directamente al FMI y mediante un DNU obligue al BCRA a darle pesos al Tesoro a cambio de la “Letra Intransferible. “El BCRA como último recurso fiscal”, concluyó.
Los DEG son míos, míos
“El DNU formaliza que la propiedad de los DEG (transferidos hace algunas semanas por el FMI) es del Tesoro, no del BCRA, aunque entraron a través de la entidad”, explicó un funcionario, que enfatizó que la medida “no aumenta el gasto primario”, aunque es obvio que, al disponer de más recursos, el Tesoro podrá gastar más. En Economía, sin embargo, insistieron que el DNU no modifica el nivel del gasto primario contemplado hasta la última ampliación presupuestaria que dispuso el gobierno a principios de agosto, cuando por el decreto 489 aumentó el gasto primario en $ 708.000 millones para pagar aumentos de salarios y erogaciones derivadas de la situación sanitaria.
Los DEG del FMI, dijeron en Economía, disminuirán el déficit primario (que recientemente el ministro de Economía, Martín Guzmán, precisó en 4% para 2021) en poco más de 1% del PBI, por $ 422.174 millones, pero con un ingreso extraordinario. De este modo, el déficit primario “contable” de 2021 sería de cerca de 3% del PBI, pero no por política del gobierno, sino gracias a un ingreso “por única vez”.
En cualquier caso, la cancelación por parte del Tesoro de Adelantos Transitorios del BCRA le libera las manos a la entidad monetaria para volver a financiar gastos sin quebrantar su Carta Orgánica, que limita esa ventana de emisión a no más de 20% de la recaudación tributaria del último año y el 12% de la Base Monetaria. En Economía también restaron importancia a ese tema: dijeron que la previsión presupuestaria es pedirle al Central menos que el margen legal autorizado. Es cierto, reconocieron, que se libera un margen de financiamiento que se puede volver a solicitar, “pero la idea no es ésa”.
Cabe recordar, sin embargo, que la crisis política del oficialismo, derivada de su derrota en las PASO, pivoteó en buena medida sobre el reclamo de la vicepresidente y líder de la coalición de Gobierno, Cristina Fernández de Kirchner, de acelerar el gasto público, una herramienta típica de períodos pre-electorales.
“La idea no es ésa”, dijeron en Economía, y desde el BCRA señalaron que el renovado margen que tendrá la entidad para hacer “adelantos transitorios” se usará recién el año que viene.
Se verá.
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