“Martín está tranquilo. No se va... no quiere irse”. La frase, palabras más, palabras menos, se la repitieron a Infobae dos allegados del ministro Martín Guzmán. Una vez el jueves pasado, antes de las PASO, y la segunda ayer, cuando el funcionario aún estaba en Casa de Gobierno junto al presidente Alberto Fernández en medio del vendaval, un verdadero día de furia con una crisis política que estalló luego de las PASO y que derivó en la renuncia de buena parte del gabinete, los más cercanos a la vicepresidente Cristina Fernández. Contextos diferentes, pero la misma idea: no sé va. O, al menos, no quiere irse.
¿Terminará renunciando el ministro de Economía? Al momento de escribir esta líneas, Guzmán es parte del Gobierno y, según fuentes del Palacio de Hacienda y la Casa Rosada consultadas por este medio, lo seguirá siendo… al menos por ahora. Hace pocas horas, incluso mandó al Congreso el proyecto de ley de presupuesto, su plan económico (estima un dólar a $131, una inflación de 33% y un crecimiento del PBI del 4%). Después de una jornada muy intensa, ayer se retiró del ministerio pasada la medianoche, luego de que Fernández firmada digitalmente el presupuesto en Olivos.
Hoy se espera que presente, junto al Presidente, un paquete de medidas para recomponer el ingreso de las familias. Sería de al menos medio punto del PBI y el BCRA debería emitir unos $150.000 millones adicionales, según cálculos privados.
El ala dura del kirchnerismo lo quiere afuera, pero él resiste con el apoyo del Presidente. ¿Hasta cuándo? No está claro. En Hacienda repiten una y otra vez que el foco del ministro es solamente la gestión y que incluso ayer –en medio de versiones de todo tipo, muchas de las cuales lo colocaban en su casa– fue para el funcionario una jornada de “rendimiento alto y óptimo”. Difícil de creerlo 100 por ciento. “Lo que pasa en el gabinete lo decide el Presidente”, aseguran en su entorno que repitió a lo largo de un convulsionado miércoles en los que sus pares renunciaban en cadena.
“Junto con Máximo, Cristina y Axel siempre, trabajando para cuidar a la gente” (Guzmán)
Quizás como presagio de lo que vendría, ayer Guzmán se deshizo en elogios para Cristina Fernández. Ya lo venía haciendo en la campaña: se lo nota sincero, pero no tan cómodo en ese rol. “Me gustó mucho cuando Cristina habló en Tecnópolis de la persistencia de las convicciones y terquedad para las políticas públicas”, elogió a la vicepresidenta. “Junto con Máximo, Cristina y Axel siempre, trabajando para cuidar a la gente”, dijo. Y los nombró a todos varias veces.
Ayer, en medio de los rumores, el kirchnerismo confirmó una llamada entre Cristina y Guzmán. En rigor, pudo saber este medio, hubo varios intercambios de mensajes. Hablaron del Presupuesto y, al final, la vicepresidente le negó que haya exigido su renuncia al cargo. Acordaron volver a hablar en el corto plazo. La llamada sorprendió a propios y extraños: la salida de Guzmán es una de las principales demandas al Presidente por parte del sector kirchnerista del Gobierno.
Actos
Después de las PASO Fernández se mostró con Guzmán dos veces. El mismo lunes, cuando se presentó el programa Compra Argentina, la televisación oficial le dedicó insistentes planos al ministro en una clara señal de apoyo. Junto al titular de Hacienda, en primera fila, estaban el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la primera dama, Fabiola Yáñez.
Ayer, en la presentación de la ley de Hidrocarburos, en el Museo del Bicentenario, pasó algo similar: Guzmán habló, lo hizo el presidente, mencionaron el Presupuesto y el FMI y criticaron la gestión de Mauricio Macri. Minutos después llegaron las renuncias de medio gabinete y Guzmán quedó otra vez en medio de la tormenta… si es que alguna vez había salido. La figura del ministro está más muy cuestionada por el sector más duro del kirchnerismo: le “pegan” por ajustador, por negociar “blando” con el FMI y no le perdonan la idea de querer aumentar las tarifas antes de las elecciones, algo que derivó en el intento fallido de echar Federico Basualdo, un funcionario de tercer rango, camporista, que aún está sentado en su despacho.
Presentó el Presupuesto, hará anuncios post PASO y la semana que viene deberá pagarle al FMI unos USD 1.900 millones del préstamo que pidió Macri. Se quiere quedar, está dispuesto a resistir, pero como recordó Andrés “Cuervo” Larroque anticipando cambios luego de la caída en las urnas: “En 2009 entraron Aníbal (Fernández) y Amado (Boudou) a jefatura de Gabinete y a Economía. En 2013 entraron Coqui (Capitanich) y Axel (Kicillof). Son cosas que requieren que reaccionemos con reflejos y escuchemos a la gente”.
“Los últimos cinco procesos electorales estuvieron seguidos de un nuevo régimen cambiario y/o un fuerte ajuste del dólar oficial”, graficaron también desde la consultora Equilibra. ¿Resistirá?
SEGUIR LEYENDO: