Justo sobre el límite del plazo legal que tenía para presentarlo el gobierno envió ayer al Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto 2022, que contiene las principales previsiones macroeconómicas, de ingresos y gastos para el año que viene.
El texto, que se ordena alrededor de previsiones de crecimiento de la economía del 4% para el año que viene, una inflación del 33%, un déficit fiscal que rondará el 3,5% del PBI y un dólar a $131,10 para diciembre del año próximo, tuvo una llegada accidentada.
Primero, porque fue enviado sobre la hora y en medio de una seria crisis política dentro del gabinete del presidente Alberto Fernández. Pero además porque la tardanza en el envío hizo que los propios legisladores que deberán discutir el proyecto no tuvieran acceso al texto hasta avanzada la mañana de hoy.
“Soy Vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Leo pautas de la Ley de Presupuesto 2022 por los diarios y no consigo el texto. No sólo no vino [el ministro de Economía] Martín Guzmán a presentarlo a los legisladores (como es tradición) sino que no nos lo envió o no está disponible”, se quejó en redes sociales Luciano Laspina, legislador de Juntos por el Cambio.
El texto elaborado por Guzmán se presenta como “la hoja de ruta para las políticas públicas necesarias para comenzar a transitar hacia una economía más tranquila, con más oportunidades para todas y todos y que, en simultáneo, permita sentar bases para un crecimiento sustentable a partir del desendeudamiento del Estado Nacional, la definición de un sendero fiscal sostenible en el mediano plazo, el fortalecimiento del mercado interno, la defensa de un valor competitivo de la moneda local para propiciar un incremento de las exportaciones argentinas al mundo y la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central”.
Entre otros detalles del proyecto, desde el punto de vista fiscal el proyecto de ley de Presupuesto 2022 está basado en un déficit primario del 4% para el año próximo y del 3,3% para el año en curso. En el caso del déficit financiero, que incluye los pagos de la deuda, se estimó en 5,4% y 4,9% del PBI, respectivamente.
Por el lado del financiamiento de ese déficit, el gobierno espera necesitar el equivalente 4,9 del PBI por tres vías: un 2% a través de la emisión de deuda, un 1,8% mediante aportes del BCRA, que representarían más de $1 billón, y otro 1,1% financiado por organismos internacionales.
El texto prevé un crecimiento de la economía del 4% para el año que viene, una inflación del 33%, un déficit fiscal que rondará el 3,5% del PBI y un dólar a $131,10 para diciembre del año próximo
Con respecto al gasto de “inclusión social” se presupuestó un 1,22% del PBI (contra 1,17% de este año). En Economía aseguran que no hubo cambios en esa partida luego de las PASO del domingo: una de las críticas desde dentro de la propia coalición tenía que ver con los fondos destinados a asistencia social.
En materia de recaudación impositiva, el Presupuesto 2022 contempla que el fisco recibirá el año próximo $15,7 billones como recaudación total, un 45,3% por encima de los $10,7 billones que se esperan para 2021. En base a esta línea, en 2022 no se crearían nuevos impuestos ni habrá, al menos según surge del texto del proyecto, una nueva edición del “impuesto a la riqueza”.
En materia de servicios públicos, los subsidios a las tarifas alcanzarán a un 1,8% del PBI. Esa cifra podría reducirse en un 0,3% del PBI una vez que se implemente el esquema de segmentación de tarifas en el cual el ministerio de Economía viene trabajando y que aún no tiene fecha de puesta en marcha.
Asimismo, desde el ministerio de Economía se confirmó lo que ayer había anticipado Alberto Fernández: durante 2022 no habrá pagos de capital al Fondo Monetario Internacional (FMI) que de acuerdo al cronograma de vencimientos actual alcanzan los USD 17.800 millones. En base a las estimaciones del Presupuesto 2022, esos pagos equivaldrían a un 4% del PBI.
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