El mercado se puso tenso antes del cierre del mercado cambiario. Si bien había comenzado a operar con la noticia de que los ministros bonaerenses pusieron su renuncia a disposición del gobernador Axel Kicillof, no imaginaron que era la señal de largada de una crisis profunda en el Poder Ejecutivo.
Por eso, en el mercado de futuros donde el Banco Central vendía dólares para los distintos fines de mes post noviembre, se dio vuelta y terminó comprador porque los privados, preocupados por la crisis interna del Gobierno, se cubrieron e hicieron subir los plazos de fin de diciembre y enero 0,50% a $108,20 y $113,50. Fin de febrero aumentó 0,70% y marzo, 1% a $ 121,70. Si no hubieran mediado las fuertes ventas del Banco Central, las cifras hubieran sido más altas. El FMI autoriza al Central a intervenir en este mercado en hasta USD 6.500 millones.
Pero donde se vio la resignación fue en los dólares financieros. El Banco Central ahora interviene hasta donde puede y lo deja subir más de lo que desea. Por eso el dólar MEP, pese a que el Central intervino con bonos AL30D por el equivalente a USD 20,1 millones -20% menos que el día anterior- subió 40 centavos a $ 171,83 y el contado con liquidación, 0,56 centavos a $ 171,96.
En el Senebi, la plaza más libre donde la negociación es entre operador y cliente y los precios no figuran en pantalla, el contado con liquidación aumentó a $ 179 y el MEP promedió $ 173,50.
En la plaza mayorista, el dólar subió 4 centavos a $ 98,26 y el Banco Central logró comprar USD 15 millones, pero las reservas bajaron USD 135 millones por un pago a organismos multilaterales, a USD 45.681 millones.
El “blue”, que abrió en calma se recalentó enseguida y escaló a $ 184 para, luego, cerrar a $ 185 (+$ 2,50). Para hoy promete abrir a un valor no inferior a $ 186 porque había una larga lista de compradores en espera al post cierre.
Los títulos de la deuda que comenzaron en baja, tuvieron un día irregular. No padecieron las zozobras internas, incluso algunos subieron más de 1%, pero los que tienen ley extranjera estuvieron más equilibrados y tuvieron leves bajas que hicieron que el riesgo país subiera 9 unidades (+0,7%) a 1.507 puntos básicos.
La Bolsa fue una montaña rusa para algunos papeles clásicos. Con negocios por $1.900 millones el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,63%, después de abrir 1,03% arriba y derrumbarse 2,30% a las 15. Los inversores no entendían los movimientos espasmódicos de los papeles que pasaban de fuertes pérdidas a ganancias y viceversa. Por caso, Banco Galicia llegó a estar 4% abajo y cerró con una pérdida de 1,97%. Transportadora Gas del Sur llegó a ceder 4,76% y cerró con un aumento de 2,06%.
Las bajas más importantes fueron las de Edenor (-5,25%), Banco Supervielle (-3,98%) y Banco Macro (-2,94%).
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones en las Bolsas de Nueva York- negociaron $ 2.336 millones. Los certificados argentinos tuvieron una rueda mixta donde lograron subir Tenaris (+4,2%) y Ternium (+3,6%). La caída más importante fue la de Edenor con 5,4%.
La rueda de hoy es impredecible. La crisis interna está empujando a los inversores a cubrirse en dólares, aunque se trató de dar un mensaje de estabilidad sobre el ministro de Economía, Martín Guzmán. El tema es que hoy se licitan bonos en pesos para renovar vencimientos de deuda. Si bien los vencimientos son de alrededor de $ 12 mil millones, va a haber problemas para superar esa cifra y hacer colchón pensando en los vencimientos futuros que son más densos. El Gobierno encontró su oposición más encarnizada en sus propias filas y puso tenso al mercado.
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