El changuito, cada vez más vacío: qué se podía comprar con $1.000 hace cuatro años y para qué alcanza ahora

Un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo (Fada) mostró ejemplos concretos de la pérdida del poder de compra del billete de mayor denominación

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Una de las formas más claras de mostrar el impacto de la inflación es comparar el poder de compra del billete de $1.000 hace cuatro años y ahora. Un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) puso ejemplos concretos que tomaron en cuenta los precios de distintos productos básicos y los precios actuales.

Uno de los rubros donde se puede ver más impacto es el de los productos de higiene y limpieza. “Con $1.000 en 2017 comprábamos 21 paquetes de jabón en polvo, ahora solo 6, son 15 paquetes menos, nos perdimos 120 lavados de ropa”, afirmó Natalia Ariño, economista de Fada. Entonces el paquete salía $48,30 mientras que el valor actual es de $159,63. Otros ejemplos:

- La lavandina, clave en la desinfección, costaba $16,60 el litro. Con $1.000 se compraban 60 litros. Hoy cada litro sale $60,66, solo alcanza para 16 litros, son 44 envases menos.

- El detergente, otro producto de uso diario, con $1.000 en 2017 se compraba 48 envases a $20,96 cada uno, hoy solo 11 a $92,43. Se perdieron 37 envases.

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El estudio difundido por Fada, que se conoce como “Changómetro”, mostró el efecto de la inflación en distintos rubros y productos: alimentos, productos de limpieza, alquiler, la nafta, los servicios y la ropa. “El problema son los pesos, no los precios”, explicó Ariño. Algunos ejemplos relevados, siempre con el poder de compra de un billete de $1.000 entre 2017 y la actualidad:

- Arroz: se compraban 45 kilos. Hoy solamente 9. Se perdieron 36 kilos.

- Pollo: se compraban 25 kilos. Hoy alcanza para 5. Se perdieron 20 kilos.

- Desodorante: se compraban 21 unidades de 150 cc. Hoy 5 envases. Se perdieron 16 envases.

- Ropa y Calzado: las mismas cuestan cuatro veces más. Lo que a fines de 2017 costaba $1.000 hoy cuesta 4.380 pesos.

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Si se aplica a una compra en el supermercado, el mismo changuito, con los mismos productos, cuesta cuatro veces lo que costaba en 2017. En números: lo que entonces costaba $1.000, hoy cuesta $4.466. Pasa lo mismo con la ropa, las mismas prendas que en 2017 salían $1.000, hoy cuestan 4.380 pesos.

“Para hacerle frente a la inflación hay que tener en cuenta tres focos principales: la emisión de pesos, gastar menos de lo que se recauda (equilibrio fiscal) y la confianza en la economía del país. Para que realmente funcione es necesario que se tomen medidas en los tres sentidos, si no seguimos estancados en el mismo problema”, advierte David Miazzo, economista jefe de Fada.

Para afrontar la inflación, según destacaron los economistas de la fundación, hay que tomar tres medidas. “Dejar de imprimir pesos. Esto es algo que países vecinos han entendido y han mantenido a lo largo de las últimas décadas, permitiéndoles tener una inflación bajo control. El Changómetro muestra que el problema no son los precios, son los pesos y su pérdida de valor”, explicaron.

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“Para dejar de imprimir pesos es necesario contar con equilibrio fiscal. Este es el segundo punto, los gobiernos tienen que dejar de gastar más de lo que recaudan por impuestos, hay que controlar el gasto público si o si para controlar la inflación. El último punto es generar confianza en nuestra moneda. Los pesos, al igual que cualquier moneda, no son más que un papel impreso, por lo que su valor está determinado por la confianza que genera el país que lo imprime. Hoy nuestra moneda sirve para comprar cosas, pero no en todos los casos es una moneda de referencia y tampoco una moneda en la que se pueda ahorrar”, detalló Ariño.

Con el Changómetro, los economistas ilustraron con ejemplos cotidianos el problema de la inflación. “Nuestro bolsillo cada vez tiene que tener más pesos para comprar las mismas cosas, eso es la inflación. Esto repercute con mayor fuerza en los que menos tienen. Medidas como congelamiento de tarifas de servicios públicos permiten contener la inflación actual, pero presiona sobre los precios futuros de la economía y sobre el gasto público ante la actualización de las mismas. Por eso es importante contar con un plan económico serio, que ataque el problema de fondo”, indicaron desde la fundación. Y consideraron que las medidas como controles de precios, congelamiento de tarifas o cierres de exportaciones, no atacan las causas del aumento de precios.

Para elaborar el Changómetro se toman los precios para el Gran Buenos Aires del Índice de Precios al Consumidor (IPC del Indec) y se analizan cuántas unidades de un producto se podían comprar con $1.000 en diciembre 2017 y cuántas se puede comprar actualmente, mostrando el efecto de la inflación y la pérdida de valor de los pesos.

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