El Ministerio de Economía confirmó en las últimas horas que presentará este miércoles al Congreso el proyecto de ley de Presupuesto 2022, que incluiría como estimaciones centrales un crecimiento de la economía que rondará el 3 y 4%, un nivel de déficit de entre 3 y 3,5 por ciento del Producto Bruto Interno y una inflación cercana al 35%, según pudo reconstruir Infobae de acuerdo a fuentes oficiales.
El equipo económico aún trabaja en el cierre de los datos. El Palacio de Hacienda tiene fecha hasta este miércoles para elevar la iniciativa al parlamento, según establece la Ley de Administración Financiera. Desde el Ministerio de Economía ratificaron que “están trabajando bajo los plazos previstos” y que el proyecto de ingresos y gastos del año próximo ingresará mañana al Congreso y que sería defendido este jueves por Martín Guzmán.
El texto de ley comprenderá las principales variables macroeconómicas de 2022, entre las que se encuentran proyecciones de inflación, tipo de cambio, variación del PBI y nivel de déficit fiscal, entre otros. Alguno de esos números revisten especial importancia, ya que forman parte de las conversaciones todavía en marcha con el Fondo Monetario Internacional, por lo que la cifra fina terminará por depender de la resolución de esa mesa negociadora.
Desde el Ministerio de Economía ratificaron que “están trabajando bajo los plazos previstos” y que el proyecto de ingresos y gastos del año próximo ingresará mañana al Congreso y que sería defendido este jueves por Martín Guzmán
El ministro Guzmán, de todas formas, trabajó con algunos rangos de acción preliminares. De acuerdo a lo que pudo saber este medio, el equipo económico estima un crecimiento de la actividad que sea de entre el 3 y 4 por ciento, es decir una cifra más baja de lo que se esperaba oficialmente algunos meses atrás, cuando un número inicial daba cuenta de una expansión de entre 4,5 y 5 por ciento.
Respecto al sendero de déficit fiscal, el equipo económico espera reducir el desequilibrio de las cuentas públicas en un rango de entre 3 y 3,5% del PBI, lo que implicaría un recorte cercano a un punto porcentual en relación con la meta prevista para este año, de 4,5 por ciento.
Con ese arco de entre 3 y 3,5% del PBI de déficit primario esperado, el margen para “sobrecumplir” la meta de este año, algo que esperaba la mayoría de los analistas del sector privado tras el desempeño fiscal de la primera parte del año, sería menor.
En los primeros siete meses del año Economía registró un 0,7% de rojo primario, lo que respondió a que los ingresos del fisco fueron mayores a lo esperado por la suba de los precios internacionales de los commodities -y el cobro de más derechos de exportaciones que eso implicó- y la recaudación del aporte extraordinario a las grandes fortunas. Por el lado del gasto, de todas formas, algunos rubros relevantes como el gasto social y el de jubilaciones tuvieron un recorte en términos reales.
El Presupuesto 2022 incluiría como estimaciones centrales un crecimiento de la economía que rondará el 3 y 4%, un nivel de déficit de entre 3 y 3,5 por ciento del Producto Bruto Interno y una inflación cercana al 35 por ciento
Sobre la suba de precios estipulada para 2022, el Ministerio de Economía cree que la inflación debería mostrar el año próximo una desaceleración hasta una cifra cercana al 35 por ciento anual. De esta manera, la suba de precios “volvería” al nivel -al menos el que espera el Poder Ejecutivo- de 2020, cuando terminó en 36,1 por ciento.
Ese cálculo de inflación para 2022 implicaría, por lógica, que el Gobierno espera que este año finalice con una pauta de aumento de precios de bienes y servicios más cercano al 40% de punta a punta para 2021. Actualmente, con los siete meses contemplados por los datos oficiales de Indec, el IPC acumula un 29,1% de inflación.
La premisa de un recorte anual de unos cinco puntos porcentuales fue una de las premisas que sostuvo el ministro Martín Guzmán a principios de este año, justo antes de que los primeros datos de precios que reflejó el organismo estadístico fueron más elevados a lo esperado en los despachos oficiales, lo que fue atribuido centralmente al alza de los commodities que impactaron en los precios locales.
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