A comienzos de agosto pasado, la empresa Dow anunció su decisión de cerrar su planta en San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Esta planta es la única en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones. La compañía confirmó que las operaciones seguirán funcionando hasta mayo de 2022 y se espera que el cierre completo para fines del año próximo.
“Esta medida se enmarca en los anuncios globales realizados por la compañía el 23 de julio de 2020, sobre la decisión de reducir gastos operativos e implementar un programa de reestructuración que abarcó el cierre de activos y plantas de manufactura en todo el mundo. De ninguna manera esta decisión está relacionada con el contexto sanitario actual o con circunstancias específicas de la Argentina”, advirtieron desde la firma en un comunicado.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidió a Alberto Fernández no permitir el cierre de la planta de la multinacional porque implicará un drenaje de divisas
Con todo, la semana pasada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidió a Alberto Fernández “no permitir” el cierre de la planta de la multinacional porque implicará un “drenaje de divisas”, ya que las industrias necesitarían comenzar a importar los insumos que la empresa produce localmente.
“Cada dólar que tengamos que pagarle al FMI va a ser un dólar menos para pagar importaciones para que las pymes produzcan. Nuestras fábricas y empresarios necesitan dólares para comprar insumos. Por eso, Alberto, no tenemos que permitir que Dow en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, cierre esa fábrica tan importante que produce insumos plásticos difundidos para toda la industria”, pidió la vicepresidente en uno de los actos previos a las PASO, que se realizó en Tecnópolis.
La planta que dejará de operar es el Complejo Puerto General San Martín y cuenta con unos 109 empleados. Al conocerse la decisión, los trabajadores iniciaron un paro hasta que el ministerio de Trabajo de Santa Fe dictó la conciliación obligatoria. La empresa, además, cuenta con otra planta más grande en la ciudad de Bahía Blanca, donde trabajan otros 800 empleados, y que seguirá funcionando.
La empresa señaló que seguirán abasteciendo al mercado local desde Brasil y que además hay otras empresas que venden el insumo en la Argentina (aunque ninguna lo produce localmente). La decisión de finalizar el proceso de producción del insumo en Brasil es una integración del proceso hacia atrás, porque la materia prima del poliuretano producido en Santa Fe viene del país vecino. Ahora el proceso completo se hará en la planta brasileña.
Esta planta es la única en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones
La decisión que se anunció en agosto sigue vigente a pesar del pedido de la vicepresidente. Es que al enmarcarse en una decisión de la casa matriz de la compañía multinacional que es parte de una reestrucutración global —también se cerrarán plantas en China, Estados Unidos y Australia— no hay margen para negociaciones con las autoridades locales.
Antes del pedido de Cristina Fernández de Kirchner, las autoridades de la empresa estadounidense se habían reunido con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. Pero según aclararon, el encuentro fue solo para comunicar los motivos de la decisión del cierre y no para avanzar en alguna negociación que permita que la planta siga funcionando.
Además, quedó descartado que algún grupo empresario argentino pueda adquirir la panta y continuar con la producción. Desde Dow aclararon que una vez concretado el cierre, se pondrá en venta el predio donde funcionaban las operaciones, pero no los equipos ni la propiedad intelectual de la producción.
La multinacional Dow es una empresa global dedicada a la producción de materiales para los negocios de plásticos, materiales de performance e insumos industriales. Opera más de 100 plantas de manufactura en 31 países y emplea aproximadamente 36.500 personas a nivel global.
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