Las subastas y remates siempre fueron un negocio de nicho, para grandes empresas o unas pocas personas especializadas en la reventa de activos. Sin embargo, las principales casas del rubro comenzaron hace algunos años a implementar plataformas online para realizar operaciones virtuales, un desarrollo que explotó durante la pandemia -cuando se suspendieron los remates presenciales- pero que además generó la llegada de nuevos compradores, que en su mayoría participaron de una subasta por primera vez.
El Banco Ciudad también incrementó la cantidad de remates online y de activos vendidos. Desde que comenzó la pandemia concretó en modo virtual 53 subastas de inmuebles (en su mayoría, por herencias vacantes y con valores en pesos). Además, se realizaron 26 subastas de alhajas, 24 de obras de arte, 15 de automotores y 18 de aduanas (se rematan objetos muy variados que fueron retenidos por las autoridades). Desde el banco, detallaron a Infobae que el porcentaje de éxito en ventas es muy alto y que en el caso de inmuebles llega a ser mayor al 85%. En la mitad de los casos hay puja, pero el resto accede a los precios de base, que suele ser muy conveniente para el comprador.
Por año, el Banco Ciudad recibe para su análisis y tasación un promedio de 1.000 a 1.200 obras de arte, entre pinturas, grabados, dibujos y esculturas. Y cuenta con un laboratorio de gemología, que es el único en la Argentina, que permite reconocer las gemas engarzadas en las alhajas, para establecer su origen.
“Como consecuencia del aislamiento pasamos a hacer subastas 100% online. Ya teníamos la plataforma pero esto hizo que más cantidad de gente se animara a participar. Se sumó gente que nunca lo había hecho y pudieron concretar todo sin moverse de su casa, incluso la logística de la entrega”, explicó Martín Ruíz, gerente de la División de Subastas de Activos de Monasterio Tattersall, una empresa fundada en 1951 ligada al sector agropecuario como consignataria de ganado. Desde 2000 están asociados con la firma chilena Tattersall y ampliaron su negocio a subasta de activos, como vehículos, maquinarias viales, implementos agrícolas, excedentes industriales, entre otros.
Antiguamente, participaba gente muy habituada a revender y hacer negocios. Hoy vemos usuarios que quieren comprar su primer auto (Ruíz)
“Trabajamos con muchas empresas multinacionales que se desprenden de activos, ya sea por renovación o por obsolescencia. En las subastas online, brindamos mucha información en fotos y videos y se hacen exhibiciones virtuales. En el caso de los autos, por ejemplo, la comunicación puede ser con un mecánico que elige el interesado. Antiguamente, participaba gente muy habituada a revender y hacer negocios. Hoy vemos usuarios que quieren comprar su primer auto. Hay gran demanda porque no se están entregando autos. Y esto le sirve también a las empresas que logran mejores valores”, agregó Ruíz.
Entre los activos que más se remataron en 2020 hubo mobiliario de oficinas, ya que muchas empresas achicaron sus espacios de trabajo luego de la mudanza obligada hacia el home office. En algunos casos, por tanta oferta, no hubo mucha demanda de los compradores. También equipamiento de locales comerciales o remanentes de stock de empresas que cerraron sus puntos de venta.
Para participar en las subastas, en general, es necesario registrarse con los datos personales, entre ellos el número de CUIL o CUIT y abonar una caución o depósito en garantía con un porcentaje que varía según el remate o el tipo de activo.
En el caso de Monasterio Tattersall hubo en una de la subastas que realizaron en agosto -donde se remataron unos 30 lotes de vehículos- se anotaron 7.000 personas y llegó a haber 300 personas realizando ofertas. En épocas prepandemia se llegaba a convocar, como máximo, hasta 100 personas en un salón. La virtualidad también abrió las puertas a la posibilidad de participar desde cualquier lugar del país. “En ese remate, desde Córdoba compraron una camioneta que estaba en Santa Cruz”, recordó Ruíz.
Es necesario registrarse con los datos personales, entre ellos el número de CUIL o CUIT y abonar una caución o depósito en garantía
La empresa Adrián Mercado también cuenta con una división de subastas online, donde se pueden encontrar vehículos y maquinarias para industrias, entre otros rubros. “La pandemia fue el momento que más trabajo tuvimos. En parte, por el cese de empresas y porque nos supimos adaptar a la modalidad online. Mucha más gente se volcó a investigar y comprar”, precisó el martillero Walter Sosa, de Adrián Mercado Subastas. En ese tiempo, tuvieron remates virtuales de autos y camiones con participación de entre 700 y 1.000 personas, cuando en tiempos de presencialidad nunca superaban los 300 participantes.
“Ante la falta de 0 km el vehículo usado siempre cotiza y en el caso de las subastas está un pequeño porcentaje por debajo del usado”, agregó Sosa. Y aclaró que en general son muy pocos los casos donde los compradores se arrepienten una vez hecha la compra. En promedio, la empresa realiza entre 35 y 40 remates mensuales.
Entre 2020 y 2021 Narvaezbid tuvo un crecimiento de 80% en su facturación por la venta de activos y también aumentaron la cantidad de subastas. El año pasado 2020 vendieron 4.000 automotores con esta modalidad. “Las subastas online son transparentes y tienen mucha trazabilidad. No tenés que ir a un salón ni te encontrás con nadie en la puerta”, contó Fabián Narváez, presidente de la empresa.
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