El 7 de septiembre El Salvador protagonizó un hecho histórico al convertirse en el primer país del mundo en adoptar una criptomoneda como moneda de curso legal.
Si bien había opiniones tanto a favor como en contra, el efecto en el mercado no se había hecho notar hasta este martes, cuando finalmente Bitcoin se convirtió en moneda de curso legal en ese país, tras lo cual, tanto BTC como las demás criptomonedas llegaron a desplomarse un 15 por ciento en promedio aproximadamente.
Según la nueva norma, llamada “Ley Bitcoin”, ahora la criptomoneda es un medio de pago disponible para los habitantes, pero no se ven forzados a utilizarlo. Además, los precios siguen fijados en dólares en los comercios, solo que ahora pueden optar por pagarlos con BTC. Respecto de esta cuestión, hubo marchas en la capital de El Salvador para protestar contra la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal en medio de un despliegue inicial desigual de sistemas para respaldar la moneda digital. Los manifestantes quemaron neumáticos y detonaron fuegos artificiales frente al edificio de la Corte Suprema, mientras el gobierno desplegaba policías fuertemente armados en el lugar.
“Esta es una moneda que no funcionará para los vendedores de pupusa, conductores de autobuses o comerciantes”, dijo un residente de San Salvador que se opuso a la adopción de la criptomoneda. (Las pupusas son un alimento tradicional salvadoreño a base de maíz). “Esta es una moneda ideal para los grandes inversores que quieren especular con sus recursos económicos” añadió.
La protesta se produjo cuando el gobierno de El Salvador se apresuraba a solucionar los inconvenientes tecnológicos en el lanzamiento del primer día de Bitcoin. Antes del lanzamiento, El Salvador compró 400 Bitcoins por el equivalente a aproximadamente 20 millones de dólares.
Esta no es la primera marcha que se ha realizado en el país en contra de la Ley Bitcoin, ni tampoco son los salvadoreños los únicos que se oponen a dicha ley. Según el consejero financiero y director del departamento de marketing del Fondo Monetario Internacional (FMI), Tobías Adrián, y la consejera general y directora del departamento jurídico, Rhoda Weeks-Brown, una criptomoneda como Bitcoin puede ponerse de moda en países sin inflación ni tipos de cambio estables, y proporcionar a las personas no bancarizadas los medios para realizar pagos. Sin embargo, el coste para su economía podría ser significativo.
Ambos funcionarios del FMI dijeron que los países que adoptan criptomonedas como monedas nacionales o que “conceden a los criptoactivos el estatus de moneda de curso legal” corren el riesgo de que los precios nacionales se vuelvan muy inestables y de que los activos se utilicen de forma contraria a lo que dictan las medidas contra el lavado de capitales y la financiación del terrorismo, además de tener problemas relacionados con la estabilidad macroeconómica y el medio ambiente. Su principal fundamento, surge a raíz de la volatilidad que tiene el BTC, ya que en lo que va del año la criptomoneda llegó a subir más de un 120 por ciento, para luego caer un 55 por ciento aproximadamente, para 3 meses después subir un 80 por ciento.
El economista Steve Hanke dijo en el National Review: “Contrariamente a la visión libertaria presentada por algunos defensores de la criptomoneda, el artículo 7 de la nueva ley de El Salvador hace que Bitcoin no solo sea moneda de curso legal, sino oferta forzosa. Si un salvadoreño ofrece Bitcoin a un comerciante o institución financiera, debe ser aceptado”.
“Las leyes de licitación forzosa como el artículo 175 del código civil de la Unión Soviética son un elemento básico comunista y también son comunes durante las ocupaciones militares”. Esto significa que la adopción de Bitcoin no es obligatoria para el comprador, pero si para el comerciante, quien debe asumir un riesgo de volatilidad que tal vez no quiera.
Quien se encuentra del otro lado, por supuesto, es el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien comentó a través de su cuenta oficial en Twitter: “Nuestra gente paga 400 millones de dólares al año en comisiones por remesas ... Ese ahorro por sí solo será un gran beneficio para nuestra gente (o al menos para aquellos que lo deseen)”, haciendo referencia a que ni siquiera sería obligatorio para los salvadoreños el adoptar la criptomoneda.
Al respecto, Facundo Salto, de Criptofolio, dijo a Infobae: “El principal problema de adoptar una criptomoneda es el desconocimiento de la gente. Si un comerciante se ve forzado a aceptar como medio de pago la criptomoneda, entonces deberá saber que es una wallet, cómo funciona, como cuidar sus criptomonedas, y como venderlas por si quisiera tener dólares en lugar de BTC”.
Sin embargo, “las criptomonedas queramos o no, son el futuro y debemos conocerlas para no quedarnos fuera. Estas tecnologías están revolucionando el mundo, en Argentina una crítica que se escucha muy a menudo es la imposibilidad de obtener un crédito debido a las enormes tasas de interés, pero con el mundo de finanzas descentralizadas (defi), un inversor puede obtener un préstamo a tasa cero”.
“Lo que está pasando en El Salvador, más allá de que este bien o mal implementado, es una disrupción total, y me parece que es muy favorable. Además, me parece remarcable que el gobierno apoye la adopción de las criptomonedas. A los salvadoreños les tocará decidir si seguir votando a su gobernante actual en caso de que quieran seguir teniendo sus bitcoins como moneda de curso legal, asumiendo la volatilidad del precio, pero recibiendo todas sus ventajas, o, por el contrario, prefieren alejarse de cualquier tipo de riesgo”, concluyó.
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