La incertidumbre económica que predomina en la Argentina sumada a la alta inflación que registra el país -acumuló en el último año un 51,8% según el Indec- se refleja en la desconfianza de los ahorristas y la caída de los depósitos en pesos a plazos largos, los cuales registran 22 años en baja, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
De acuerdo al estudio, en agosto de 2021 solo el 19,8% de los plazos fijos privados en pesos fueron colocaciones a 60 días o más. De estos últimos, 8,2% corresponden a 60-89 días, 9,2% a 90-179 días, 2,3% a 180-365 días y 0,1% a más de 366 días.
Mientras que en el mismo mes del año 2000 el 42,3% de los plazos fijos privados en pesos fueron colocaciones a 60 días o más.
El IARAF destacó que los depósitos a largo plazo son necesarios para financiar la inversión productiva. En ese sentido, afirmó que el principal desincentivo a las colocaciones de más largo plazo es la inestabilidad macroeconómica, al tiempo que consideró vital estabilizar la economía y generar las condiciones que permitan previsibilidad.
“Es una condición necesaria para que los depósitos puedan empezar a estirar sus plazos y de esa forma los bancos dispongan de capacidad prestable de largo plazo para financiar inversión productiva”, indicó. Y agregó que la historia de los últimos 22 años refleja la pérdida de capacidad prestable genuina para fondear inversiones que requieren un período de recupera de plazo largo.
En tanto, destacó que desde una perspectiva histórica, se aprecia una clara tendencia negativa de la participación de los depósitos a más de 60 días, que alcanzaron su mínimo en enero de este año, con un 17,9 por ciento.
“Los depósitos estuvieron en el orden del 6% del PIB en algunos años, siendo el mínimo de 4,3% del PIB en los años 2010 y 2011”, analizó el IARAF. Y añadió que durante el año 2020, el ratio alcanzó el equivalente a 6,1% del PIB, el valor más alto de los últimos 15 años. En otro orden, el informe señaló que la vía para evitar perder capital en manos de la inflación está dada, entre otros instrumentos, por la posibilidad de los depósitos indexados por el costo de vida, como son los plazos fijos UVA.
“En efecto, en 2003 se introdujeron mecanismos indexatorios que permiten preservar el capital ante variaciones importantes en la tasa de inflación. Si bien estos depósitos muestran una tendencia creciente en los últimos años, aún están lejos de su participación de 2005 (16,8% en agosto 2005 versus 4,3% en agosto 2021), pero desde el año 2017 vienen con una clara tendencia positiva”, destacó.
Por último, el IARAF detalló que en agosto de este año los plazos fijos del sector privado en pesos crecieron en términos nominales un 53% interanual considerando promedio mensual. Asimismo, indicó que mientras las colocaciones de hasta 59 días crecieron un 55,9%, las de 60 días o más lo hicieron un 42,5%. Y detalló que los plazos fijos que ajustan el capital por inflación representaron en agosto de este año el 4,3% del total de los depósitos en pesos.
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