Generar los Bitcoins ya consume el 0,5% de la electricidad mundial y 7 veces lo utilizado por Google en todas sus operaciones

Así se desprende de un análisis de The New York Times, el cual reveló que la minería para generar el critpoactivo se multiplicó por 10 en los últimos cinco años. Su consumo eléctrico supera al de Finlandia, un país de 5,5 millones de habitantes

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La razón de este crecimiento
La razón de este crecimiento del uso de electricidad vinculado a la criptomoneda tiene que ver con que cada vez más gente compite por extraer bitcoins REUTERS

El precio de Bitcoin se multiplicó por casi cinco veces en el último año, y ese rápido aumento está llevando a un consumo de energía significativamente mayor para la criptomoneda en todo el mundo. En ese marco, un análisis de The New York Times reveló que la minería para generar el critpoactivo consume alrededor de 91 teravatios-hora de electricidad al año, más que el consumo anual que toda Finlandia, que tiene 5,5 millones de habitantes y más de siete veces la utilizada por la empresa tecnológica Google en todas sus operaciones globales.

Esto es casi el 0,5% de todo el consumo de electricidad en el mundo, y un salto de 10 veces desde hace solo 5 años, destacó el informe, al tiempo que agregó que es aproximadamente la misma cantidad de electricidad consumida en el estado de Washington cada año, y más de un tercio de la electricidad que se usa en ventiladores y aire acondicionado en Estados Unidos al año.

La razón de este crecimiento del uso de electricidad vinculado a la criptomoneda tiene que ver con que cada vez más gente compite por minar bitcoins, un proceso que implica resolver problemas matemáticos complejos que ayudan a verificar las transacciones de la moneda digital.

La razón de este crecimiento del uso de electricidad vinculado a la criptomoneda tiene que ver con que cada vez más gente compite por extraer bitcoins, un proceso que implica resolver problemas matemáticos complejos que ayudan a verificar las transacciones de la moneda digital

Cabe destacar que los mineros que resuelven estos problemas reciben una parte del criptoactivo y, a medida que más personas compiten para generarlos, más energía se consume. En ese sentido, y dada la suba del precio del bitcoin en los últimos años, es de esperar que el consumo de electricidad siga aumentando.

Con una mayor competencia, la minería de bitcoins se transformó en una industria propia, que requiere de máquinas especializadas, servidores y enormes centros de datos con suficiente capacidad de enfriamiento para evitar que los ordenadores se sobrecalienten.

El impacto ambiental de la
El impacto ambiental de la minería viene siendo hace mucho tiempo un problema a tener en cuenta. Por ejemplo, Irán se vio sacudido por cortes de energía a principios de este año, atribuidos en parte a la minería de bitcoin REUTERS/Alessandro Bianchi/File Photo

Aunque el proceso de minería interna en sí se transformó en algo más dificultoso. Según The New York Times, una computadora de escritorio podía minar bitcoins fácilmente en 2011, cuando la criptomoneda no era tan popular. No obstante, remarcó que actualmente se necesitan aproximadamente “13 años de electricidad doméstica típica” para minar un solo bitcoin.

En ese contexto, el impacto ambiental de la minería viene siendo hace mucho tiempo un problema a tener en cuenta. Por ejemplo, Irán se vio sacudido por cortes de energía a principios de este año, atribuidos en parte a la minería de bitcoin.

Con una mayor competencia, la minería de bitcoins se transformó en una industria propia, que requiere de máquinas especializadas, servidores y enormes centros de datos con suficiente capacidad de enfriamiento para evitar que los ordenadores se sobrecalienten

En marzo, el fundador de Microsoft, Bill Gates, advirtió que la criptomoneda no favorece al medio ambiente, mientras que la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, calificó su uso de energía como “asombroso”.

Por último, el informe remarca que aunque la minería de Bitcoin puede “no involucrar picos y cascos”, tampoco es una abstracción puramente digital ya que está conectada al mundo físico de los combustibles fósiles, las redes eléctricas y las emisiones, y a la crisis climática en la que se encuentra el mundo hoy.

“Lo que se imaginó como una moneda digital con visión de futuro ya ha tenido ramificaciones en el mundo real, y esas continúan aumentando”, concluyó.

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