¿El debut del Bitcoin en El Salvador tuvo que ver con el derrumbe del precio de las criptomonedas?

La principal moneda digital es desde hoy de curso legal en el país centroamericano. Pero su implementación arrancó con dificultades técnicas, dudas y mucho escepticismo de la población

Guardar
'El Salvador no quiere Bitcoin": manifestación en la capital del país el día en que la cripto comenzó a ser de curso legal en ese país (REUTERS/José Cabezas)
'El Salvador no quiere Bitcoin": manifestación en la capital del país el día en que la cripto comenzó a ser de curso legal en ese país (REUTERS/José Cabezas)

La cotización agregada del mercado de criptomonedas experimentó este martes un descenso del 14%, que coincidió con el primer día en el que el Bitcoin se convirtió en divisa de curso legal en El Salvador. El descenso en la cotización de mercado de las casi 9.300 criptomonedas registradas en la plataforma de Coingecko provocó que el valor conjunto de todas las divisas se sitúe en los USD 2,1 billones, con un desplome en el día de unos 340.000 millones de dólares.

El Bitcoin, la divisa oficial de El Salvador y la criptomoneda de mayor capitalización, llegó a registrar un descenso del 15%, hasta cotizar en los 46.000 dólares. De su lado, Ethereum, la segunda mayor divisa del mercado de criptomonedas, observado una caída del 16%, hasta los 3.300 dólares.

¿Qué hay detrás de este descenso repentino? Sin duda, una novedad sobresaliente en el mundo de las monedas virtuales: El Salvador opera desde este martes con el Bitcoin como moneda de curso legal a la par del dólar, un polémico plan promovido por el presidente Nayib Bukele para reactivar la economía que arrancó con una caída del sistema debido a la alta demanda.

El experimento, que genera dudas en la mayoría de la población y desconfianza en los especialistas, es seguido de cerca en las redes sociales por impulsores y detractores con las etiquetas #bitcoinday y #noalbitcoin y el sistema presentó problemas desde el arranque.

Por unos momentos no funcionará @chivowallet, la hemos desconectado mientras aumentamos la capacidad de los servidores de captación de imágenes”, escribió Bukele en Twitter. ”Los problemas de instalación que tuvieron algunas personas fueron por esa razón. Preferimos corregirlo antes de volver a conectarla”, explicó el mandatario salvadoreño.

El gobierno salvadoreño ya compró sus primeras 400 monedas virtuales a un valor de mercado de 21 millones de dólares. Además lanzó la billetera electrónica Chivo para los teléfonos celulares, y obsequió a los salvadoreños un monto equivalente a 30 dólares en bitcoins para que empiecen a operar. El gobierno instaló asimismo 200 cajeros Chivo en todo el país para operar con bitcoins y dólares.

En el lenguaje coloquial salvadoreño, “chivo” significa algo muy bueno. Pero sus detractores aseguran en las redes que el Bitcoin #NoesChivo porque expone a los fondos estatales a un activo muy volátil.

En junio, el Parlamento salvadoreño aprobó la legalización de la criptodivisa. La ley recoge que el uso de la moneda virtual será “irrestricto, con poder liberatorio e ilimitado en cualquier transacción y a cualquier título que las personas naturales o jurídicas públicas o privadas quieran realizar”.

El presidente Bukele ha defendido en reiteradas ocasiones esta medida por varios motivos, entre los que destacan la reducción de costes en envíos de remesas para millones de salvadoreños trabajando en el extranjero o, incluso, una oportunidad para proteger a las economías en desarrollo de posibles impactos en la inflación.

Un cajero de Chivo (REUTERS/José Cabezas)
Un cajero de Chivo (REUTERS/José Cabezas)

El presidente salvadoreño cifra en 400 millones de dólares el ahorro en comisiones para todos aquellos que envían remesas a él país, que solo el año pasado supuso una cuarta parte del PIB, unos 6.000 millones de dólares (5.000 millones de euros).

Un experimento riesgoso

Cuando nació en 2009 el Bitcoin valía centavos de dólar y este lunes su precio llegó a superar 52.000 dólares. Pero en los últimos doce meses ha llegado a los 62.000 o caído hasta 35.000, a partir de comentarios de inversionistas como Elon Musk o de anuncios de regulaciones chinas. Por ese motivo, economistas y organismos como el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) son escépticos sobre la medida.

”Uno de los primeros riesgos que habíamos advertido es que los costos de este experimento quien lo paga es la población”, advirtió el economista Ricardo Castañeda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, citado por la agencia de noticias AFP.

El gobierno de Bukele asegura que el bitcoin estimulará la economía que, desde su dolarización en 2001, ha estado estancada con una media de crecimiento entre el 2 y 4%. En 2020 se contrajo un 7,9% en medio de la pandemia del covid-19. Se proyecta que este año crezca más de 9 por ciento.

La arriesgada medida, según el Gobierno, contribuirá a la bancarización de la población y evitará la pérdida de unos 400 millones de dólares de comisiones por las remesas que los salvadoreños envían desde el extranjero a través de entidades financieras.

Los envíos de la diáspora de unos 2 millones de salvadoreños representan el 22% del PIB. Bukele, que cuenta con una amplia mayoría en el Parlamento, dispuso 203 millones de dólares del presupuesto para su plan, que respalda la convertibilidad automática de bitcoin a dólar.

El desplome diario de las criptos representó una pérdida de valor de mercado de unos USD 340.000 millones distribuido en todas las emisiones

La ley obliga a “todo agente económico” a “aceptar Bitcoin como forma de pago cuando le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”.

El gobierno salvadoreño aclaró que si el establecimiento comercial no desea recibir bitcoin en su cuenta, la aplicación Chivo tiene la opción de convertir el monto inmediatamente a su equivalente en dólares a la hora de la transacción. ”Nadie está obligado a usarlo, por lo que hay que recordar que el dólar es la moneda de referencia para los precios, los salarios y los registros contables del país”, según el gobierno.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar