El precandidato a diputado por La Libertad Avanza, Javier Milei, llegó al mundo cripto con la subasta de una pieza de arte digital elaborada en su horno. Seguidores del economista que busca transformarse en el tercer competidor con más votos detrás de los candidatos de Juntos por el Cambio y Frente de Todos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lanzaron un token no fungible (NFT), un activo digital único que suele utilizarse para el intercambio de arte digital.
Un usuario que se hizo llamar “Javier Milei” publicó en el sitio Opensea su NFT “Revolución Libertaria”. Se trata de un breve video animado de un billete de $1.000 con una imagen del Banco Central en el reverso. La secuencia animada continúa con la autoridad monetaria ardiendo hasta explotar en cientos de escombros para dar paso a la cara del candidato gritando “viva la libertad, carajo” para formar un nuevo billete de $1 con su efigie.
La pieza digital está acompañada por el siguiente tecto: “Nuestro gran prócer Alberto Benegas Lynch dijo ‘el Liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, defendiendo el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad’. Soy Javier Milei y no vine a liderar corderos sino despertar leones”.
Elaborado sobre el protocolo de Ethereum, la pieza fue puesta a subasta a un precio inicial de 0,5 ether, la moneda de ese protocolo. Y hasta el momento registra sólo dos ofertas, una al precio base y la más alta a 0,525 ether, el equivalente a unos USD 1.971,97 al precio al que cotizaba esa criptomoneda al cierre de esta nota.
“Conocido defensor de los valores del liberalismo, el economista Javier Milei se introduce en el mundo de los NFT con una obra única. Fiel a su estilo, nos deja bien en claro sus sentimientos hacia el banco central y la devaluación de la moneda Argentina”, es toda la información extra que ofrece.
A diferencia de una criptomoneda -fungible por definición, en el sentido de que es idéntica a otras unidades de la misma y que puede ser subdividida- un activo no fungible, por el contrario, es un bien único; un cuadro, una casa o una carta comercial, por ejemplo. Aunque un cuadro, por ejemplo, puede ser copiado o fotografiado, el original sigue siendo el original, y las réplicas no tienen el mismo valor.
“Es buenísima la idea pero es un quilombo legal porque hay que identificar a cada aportante, y en este país aparte es todo el doble de difícil”
A un nivel más técnico, los NFT son unidades de datos almacenados en un libro de contabilidad digital de blockchain. Cada ficha no fungible actúa como una especie de certificado de autenticidad, mostrando que un activo digital es único y no intercambiable. Un NFT nunca puede ser cambiado, nunca puede ser ajustado y nunca puede ser robado, gracias a los principios de la criptografía que hacen que la blockchain sea única.
Un ejemplo común que se usa para definirlos, dado que se suelen utilizar para obras de arte, es que se trata del equivalente a comprar un cuadro o escultura y cederlo a un museo público para su exposición. Esto es, es una obra que está a la vista de todos pero tiene un sólo propietario y, en principio, conserva su valor de mercado.
La subasta por el NFT de Milei recién empieza. Según los datos publicados en el sitio Opensea se seguirán recibiendo ofertas por 11 días más. El propietario tendrá acceso a contenido desbloqueable, un extra que se suele ceder a los compradores de tokens no fungibles.
Desde la campaña de Milei niegan cualquier relación con la subasta. Dicen que algún seguidor, al que no conocen, lanzó el NFT. Milei lo mencionó en su cuenta de Twitter y Carlos Maslatón, un renombrado liberal y creyente en las criptomonedas también lo celebró en redes sociales. Pero hasta ahí llega la relación, sostienen en el entorno de Milei.
“Es buenísima la idea pero es un quilombo legal porque hay que identificar a cada aportante, y en este país aparte es todo el doble de difícil”, dijo un miembro de la campaña de La Libertad Avanza que prefirió no ser identificado.
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