Los autos 0km, muy complicados: crecen las demoras en las entregas por falta de dólares y trabas a las importaciones

La situación de los planes de ahorro se agravó en los últimos meses, hay unos 25.000 vehículos que deberían haber sido facturados y despachados, según Acara. Qué están haciendo las terminales. Las penalidades

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Creció mucho en el último
Creció mucho en el último tiempo la suscripción de planes de ahorro para lograr acceder al 0km, pero hoy hay un cuello de botella tal que las demoras superan los 6 meses en muchos casos

Semanas atrás, un hecho vandálico tuvo lugar en una concesionaria de Volkswagen de zona oeste. También había ocurrido algo similar, días antes, en otro local de Capital Federal que comercializa vehículos de Fiat. En ambos casos, se trató de ataques por parte de clientes ante la falta de entrega de un auto que habían comprado por un plan de ahorro y cuyo plazo de entrega estaba vencido.

Si bien estas situaciones por ahora han sido puntuales, el problema de la mora en los períodos de entrega de los vehículos adjudicados y pedidos se está volviendo cada día más preocupante para todo el sector, en particular para quienes completaron los pagos y no disponen de su unidad. Y ello llevó a que desde la Asociación de Concesionarios de la Argentina (Acara) se hiciera un relevamiento por marca de las deudas y se esté impulsando una gestión extraordinaria ante el Gobierno para resolver este cuello de botella, junto con el gremio Smata y la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

De acuerdo con el informe, corroborado por Infobae con algunas terminales, los autos adeudados con plazo de entrega vencido suman 25.000, lo que supone, para algunas firmas, que al ritmo de facturación actual de vehículos de planes de ahorro -se factura cuando se entrega-, los clientes recibirán su auto en 6 a 8 meses. “Va a depender de la disponibilidad de los próximos meses, tanto de importado como nacional”, dijeron en una de las empresas. “Depende de los semiconductores”, remarcaron en otra. Lo concreto es que las compañías siguieron suscribiendo, con cuota pactada en muchos casos, aún en el contexto de restricciones de las importaciones, lo que generó que la situación se vaya agravando día a día.

La Asociación de Concesionarios de la Argentina hizo un relevamiento por marca de las deudas y está impulsando una gestión extraordinaria ante el Gobierno, junto con Smata y Adefa

La firma más complicada es Volkswagen. De hecho, fue la cámara de concesionarios de esta marca, que preside Hernán Dietrich la que elevó el tema en Acara, dijeron fuentes de la asociación. De acuerdo con un informe de esta entidad, a fin de julio se debían 17.000 vehículos, de los cuales más de 10.000 eran GOL, que ingresa desde Brasil. Luego le siguen, aunque en mucha menor cantidad, Nivus y Polo, seguidos de otros modelos. De ese total, algunos aún están en fecha para poder entregar, pero muchos otros ya están con plazos vencidos.

Según el informe de Acara, son 25.000 los vehículos cuyos plazos están vencidos, pero la deuda total asciende a 39.220. Después de Volkswagen, el segundo puesto lo tiene Fiat/Jeep, con 6.600 autos, seguido de la francesa Renault, con 5.000 unidades; General Motors (4.000); Ford (2.500) y Peugeot (2.000). Las otras terminales tienen menos de 1.000 vehículos en mora de entrega.

Las terminales tienen una deuda
Las terminales tienen una deuda de planes de ahorro de poco más de 39.000 vehículos, de los cuales 25.000 ya tienen plazos vencidos (Europa Press)

En los casos de los vehículos cuyos plazos ya están vencidos, las terminales deberían pagar una multa a los clientes, pero no lo están haciendo. El organismo encargado de verificar y auditar estas situaciones es la Inspección General de Justicia (IGJ), que por ahora no está exigiendo el cumplimiento de la sanción porque saben que hay un escenario de “fuerza mayor”, que en este caso son las limitaciones a las importaciones que imponen la Secretaría de Industria y Gestión Comercial Externa. Algunas terminales han presentado información al ente para explicar la situación y por el momento la IGJ no se ha expedido concretamente al respecto.

Desde que un cliente sale adjudicado, comienza a correr un plazo de 60 días para efectuar el pedido del auto. Si no lo hace, se cae la adjudicación y los fondos vuelven a ingresar al sistema para que otra persona pueda llevarse la unidad al mes siguiente. Pero si concreta la solicitud, rigen dos tiempos: si quiere el mismo modelo por el que venía ahorrando, el auto debe ser entregado a los dos meses. Si se excede ese plazo, empieza a correrle a favor la multa. Si, en cambio, elige otro modelo, se duplica el período que tiene la firma para facturar y despacharle el vehículo.

Alertan por las limitaciones a las importaciones que imponen la Secretaría de Industria y Gestión Comercial Externa

Pandemia y algo más...

“El problema se empezó a gestar desde que empezó la pandemia. En ese momento, se comenzaron a acumular autos, que con la brecha camnbiaria se fueron vendiendo y eso llevó a un incremento en las importaciones. Pero luego llegaron las SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), y empezaron las demoras. A eso se sumó la falta de piezas y los retrasos también en la fabricación local. Se achicó la oferta de autos y mucha gente se metió en planes de ahorro para tener prioridad de entrega”, dijeron desde el área de planes de una terminal.

Según contaron a Infobae desde una terminal, además de explicarle a la IGJ la situación de faltante de piezas y de importantes demoras en la aprobación de los permisos para importar autos terminados, se comenzó un trabajo de comunicación a los clientes de la situación, no sólo a los que están sufriendo el atraso en la entrega de la unidad, sino también a los que quieren licitar para lograr la adjudicación.

Las empresas destacan el faltante
Las empresas destacan el faltante de piezas y las demoras en la aprobación de los permisos para importar autos terminados (iStock)

De hecho, varias terminales redujeron la suscripción de planes mediante cuota pactada. ¿Qué significa esto? Que para tentar al cliente, lo que muchas empresas y concesionarios hacen es ofrecer la suscripción con la posibilidad de que en determinada cuota, pagando un porcentaje del valor del auto, el cliente pueda llevarse la unidad. De otra forma, debe pagar el 100% o salir sorteado. Como este mecanismo generó muchas adjudicaciones, las compañías comenzaron a limitarlo ante la problemática actual.

Si bien la IGJ le exige a las terminales que debe priorizarse la entrega de los autos vendidos por planes de ahorro, hoy hacen un equilibrio, ya que “si se aplicara esa regla, no podría venderse un solo auto por el mercado convencional y se afectaría mucho la cadena comercial y el empleo”, dijo una fuente del sector. La realidad es que también pueden hacerlo porque no se está exigiendo el pago de esas multas.

Para intentar resolver este embotellamiento, desde Acara se está impulsando que junto con Adefa y Smata se realice un pedido formal extraordinario de liberación de las SIMI para que las empresas puedan cumplir con lo adeudado y luego seguir gestionando en el marco de la escasez. Pero aún no hay ninguna decisión tomada.

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