Es la dueña del bizcochito de grasa más famoso, pero no sólo eso. Molino Cañuelas, que acaba de presentarse en concurso de acreedores para enfrentar una deuda de unos 1.400 millones de dólares a la que no puede hacer frente “pese a los esfuerzos realizados en estos últimos años de negociaciones”. según destacó hoy en un comunicado.
Los bizcochos de grasa 9 de Oro, en todas sus variantes, y la harina Pureza son las principales marcas de este gigante alimenticio que cuenta con 21 plantas en todo el país y operaciones en Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay.
“9 de Oro es una marca referente dentro del mundo de los bizcochos, afirmada en su alta calidad y reconocida trayectoria. Asociada con el “compartir”, 9 de Oro es tradición. Siempre presente en familia y entre amigos, sin distinción de edades.Ha trascendido ‘el momento del mate’ logrando conquistar nuevos segmentos, con un amplio portfolio de opciones para todos: un 9 de Oro para cada gusto y momento”, así define la empresa a su etiqueta insignia, una marca que con el paso del tiempo se diversificó en alfajores, cookies y cookies rellenas, obleas, budines y madalenas.
Pureza, en tanto, nuclea a toda las versions de harinas del molino –es su productor core– y también a su aceite, premezclas y pan rallado. “Pureza es la marca más elegida por los argentinos y líder del mercado, revolucionando su categoría tanto por producto como por packaging. Pureza es pionera en fortificación: fortificada en hierro, minerales, vitaminas y ácido fólico. Innovadora, al ofrecer premezclas y harinas integrales. Pureza es la primera y única Harina con levadura natural incorporada: su amplio portafolio se expande más allá de las harinas con nuevos productos”, detalla la empresa concursada en su sitio web.
Con la marca Cañuelas comercializa variedades de harinas, aceites y arroz. Mama Cocina es otro de sus sellos de harinas, con mezclas para biscochuelos, aceite para rociar, panificados congelados, pan rallado y pasta y arroces para cocinar en 5 minutos. Paseo son sus galletitas tipo crackers, Pietro de pizzas, empanadas y panes congelados; Horno Casero también de pizzas; San Agustín fideos y pan rallado; Florencia también harina y aceites; Dulce Mamá budines y Box su línea de comidas precocidas al vapor.
Entre sus productos industriales, el grupo destaca a Cañuelas, “el primer molino argentino en desarrollar premezcladas industriales para la producción de pan francés y demás productos de valor agregado, como pizzas y medialunas”; Trigalia –que sumaron en 2016, tras la adquisición del negocio y 7 molinos harineros a Cargill–; su otra marca de harinas, Florencia; y sus marcas en el exterior: Moinho Cañuelas Brasil y Molino Cañuelas Uruguay, desde donde “alcanza mercados como Brasil, Bolivia, Venezuela, El Caribe, Angola y EEUU, constituyéndose como uno de los principales exportadores de harina de Uruguay”.
“Molino Cañuelas se encuentra operando con normalidad en todas sus plantas y continuará haciéndolo durante este proceso, incluso siguiendo con su plan de lanzamientos de nuevos productos”
Según explicó la empresa en el comunicado, con esta medida “busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la Empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales”.
“Actualmente, Molino Cañuelas se encuentra operando con normalidad en todas sus plantas y continuará haciéndolo durante este proceso, incluso siguiendo con su plan de lanzamientos de nuevos productos, al mismo tiempo que sigue siendo optimista y espera llegar a una negociación definitiva en el corto plazo”, se explicó.
Según detalla online, el holding tiene 21 plantas productivas, en Argentina, Brasil y Uruguay, “que procesan materias primas y abastecen nuestras fábricas de consumo masivo, como así también, a clientes externos; oficinas comerciales en Argentina, Chile y Bolivia; además de Terminal Las Palmas, un puerto con claras ventajas competitivas para el segmento de negocios de exportación, y nuestra propia unidad de Packaging”.
Moinho Cañuelas, en Brasil, elabora y vende harinas de trigo (25Kg y 50Kg) a las principales industrias de ese país y tiene tres centros de distribución en San Pablo, Río de Janeiro y Pernambuco, y oficinas comerciales en Belo Horizonte. Alimentos Cañuelas Chile, en tanto, funciona desde 2013 y es uno de los mayores importadores por vía terrestre de país trasandino. A Bolivia llegó un año después con Industria de Alimentos Cañuelas.
La empresa nació en 1931 de la mano de la familia Navilli, que adquirió un molino harinero en Laboulaye. Según explican en su web site, “la expansión continuó en 1955 con la adquisición del Molino Adelia María y en 1974 con la compra de una Fideera en Río IV”, en Córdoba, y en 1977 “la familia amplió los horizontes y compró un molino en la ciudad de Cañuelas”. Los problemas comenzaron hace más de dos años y desde ese momento renegocia una deuda impaga a sus acreedores, algunos de los bancos argentinos más grandes.
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