La AFIP actualizó los valores para la aplicación de Impuestos Internos a la venta de automóviles 0 km. Como resultado del último ajuste, en adelante los vehículos que superen los $3,08 millones pasarán a abonar el tributo más conocido como “impuesto al lujo”. El gravamen, pensado para pesar sobre bienes suntuarios, termina de esta manera afectando a automóviles de gama media en el orden de los USD 17.000 de valor de mercado y fuerza a las concesionarias a comprimir los precios para tratar de esquivar el monto imponible.
La agencia de recaudación actualizó los valores de Impuestos Internos que regirán entre septiembre y noviembre de este año. El mínimo no imponible pasó de $2.012.678, que rige en la actualidad, a un valor de salida de fábrica de $2.216.200. El número supone un ajuste de 10,11%, correspondiente al aumento de los precios mayoristas de los vehículos en el trimestre (SIPM) de abril, mayo y junio. Es una actualización trimestral automática, tal como lo determina la ley.
Sobre ese monto exento se aplica un 21% de IVA y una comisión de la concesionaria del orden del 15% para llegar al precio final a partir del cual el comprador queda sujeto al impuesto. Así, pasa a ser a partir de los $3.083.842,30.
La brecha cambiaria que sostiene al dólar libre en torno a $180, más de 70% del tipo de cambio oficial, hace que el monto en pesos equivalga a algo más de USD 17.000. Y que cada vez más modelos de autos pasen a ser considerados “de lujo”, incluso autos medianos como el VolksWagen Taos y otros modelos que están lejos de ser considerados suntuarios.
“El problema está que con estas actualizaciones y la evolución de los precios de los autos van quedando incorporados vehículos que son de gama media. El monto exento debería ser más alto para tomar vehículos de alta gama y no los que compra la clase media”, dijo Sebastián Domínguez de SDC Asesores Tributarios.
“Además el Impuesto sobre el Impuesto hace que se cobre sobre el precio final, incluso sobre el IVA. Esto hace que al aplicar impuesto sobre impuesto la alícuota final para el primer tramo no sea del 20% sino del 25% y la máxima del 35%, con lo cual el aumento en el precio es muy importante”, agregó.
“El problema está que con estas actualizaciones y la evolución de los precios de los autos van quedando incorporados vehículos que son de gama media” (Domínguez)
Entre los automóviles medianos más económicos se parte de los $1.500.000 en materia de precios. Lo que hace que la distancia entre el auto más básico y el de lujo se acorte.
En el caso de la segunda escala del tributo, a la que le corresponde una alícuota de 35%, la base imponible para el precio mayorista pasa de $3.715.714 a $4.091.446. De esta manera, deberán tributar los modelos de más de $7.960.000. Así, los precios de los modelos alcanzados con este 35% adicional experimentan en realidad una suba de precio al público del 50%.
En los hechos, sin embargo, el impuesto al lujo funciona como un especie de tope a los precios que ponen las concesionarias. En algunos casos, incluso, sacrificando sus propios márgenes. Automóviles que estaban debajo del tope hasta agosto tienen, a partir de este mes, margen para aumentar 10,11% sin sufrir el castigo impositivo que dificultaría mucho las ventas.
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