“Mientras miraban el dólar, descuidaron el peso”. La frase del operador hacía alusión al fracaso de la licitación del viernes del Tesoro donde solo consiguió renovar 97% de la deuda de agosto, y con dificultad. Esperaban captar como mínimo $ 110 mil millones y lograron $ 71.134 millones. Las PASO actúan como una barrera incómoda. Hay un antes y un después de esas elecciones primarias porque el resultado es clave para saber si las colocaciones que hacen son un éxito o un fracaso.
Para colmo, el mercado cambiario también les está haciendo sentir el rigor de las elecciones. El viernes la mesa de dinero del Banco Central tuvo uno de las mayores intervenciones después de endurecer el cepo. En el dólar MEP intervinieron con USD 20 millones y lograron mantenerlo sin cambios en $ 169,97. Que no pase los $ 170 les cuesta cada vez más reservas y una depreciación del bono AL30, que utilizan para intervenir, que se refleja en un valor de 4 dólares inferior a un bono similar que es el GD30. La diferencia de precios, entre ambos títulos es el costo de las intervenciones para controlar al dólar y que, lógicamente, se traducen en pérdidas de reservas. En el contado con liquidación no intervinieron y el precio oficial se mantuvo en $ 169,87 porque las regulaciones prácticamente impiden las operaciones.
Humores
En el SENEBI, en cambio, hubo otro humor y no fue el mejor. En estas operaciones que se hacen directamente entre el operador y el cliente y no pasan por las pantallas para que el mercado no sepa a qué precio se operan los dólares financieros, el contado con liquidación aumento $ 1.50 a $ 177,50 y el MEP tuvo una suba similar que lo elevó a casi $ 174. En la plaza mayorista, donde los negocios alcanzaron a USD 423 millones y el dólar aumentó 3 centavos a $ 97,53, el Banco Central tuvo que abastecer a importadores y no pudo comprar. Por eso, las reservas subieron solo USD 10 millones a USD 46.198 millones ayudadas por la suba de 1,42% del oro y del euro y la libra esterlina frente al dólar.
El “blue” remontó 50 centavos a $ 182 y se mantuvo en el mismo valor toda la semana con escasas operaciones. Pero para que el “blue” esté quieto, el Central debió abastecer fluidamente a los importadores que adelantan sus compras porque imaginan una devaluación después de noviembre.
El mercado de futuros del dólar apuesta a lo mismo, porque los precios a fin de año saltan a $ 111,15 contra $ 102,50 que imagina el Banco Central. Los bonos de la deuda tuvieron una rueda positiva. La recomendación de bancos del exterior, de ensuciar las carteras con bonos argentinos dan resultado y el riesgo perdió 8 puntos (-0,5%) a 1.530 puntos básicos. El viernes se completaron seis ruedas consecutivas de subas de bonos de la deuda con ley extranjera y en ese lapso el riesgo país perdió 74 puntos (-4,6%).
La Bolsa también vive su verano. El S&P Merval sumó una ganancia de 2,27% y los más favorecidos fueron los bancos y empresas de energía. El monto de negocios dio una formidable sustentabilidad a las subas. Se operaron $ 2.040 millones, casi el triple de lo que se negociaba hace poco más de una semana. Las apuestas a las acciones de precios más atrasados son grandes y haber superado la toma de ganancias del jueves, fortaleció a esta plaza que tuvo alzas sobresalientes como las de BBVA (+5,70%), Pampa Energía (+4,42%) e YPF (+4,01%). Agosto, lejos fue el mejor mes para la Bolsa y es que las apuesta son al resultado de las elecciones del 12 de agosto.
Desde el lunes, la política regirá los precios de la economía incluidos los del dólar.
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