Tiene 27 años y se crió en el barrio de Palermo, donde empezó a programar desde los 14. Fue al Colegio Carlos Pellegrini y durante una de las habituales “tomas” en las que los profesores no podían ingresar al establecimiento, creó su primer desarrollo: una plataforma para que el conflicto no impidiese seguir dando clases online. Nahuel Candia asegura que “nació emprendedor”. Pasó 3 meses por el CBC y allí decidió que la educación convencional no era para él. A esa edad, además, ya tenía ofertas laborales para programar en Globant y otras tecnológicas. Pese a ser autodidacta, en 2015 lo invitaron a un programa del MIT (Massachusetts Institute of Technology), una de las principales universidades del mundo, para interactuar con otros 70 emprendedores de 50 países.
Como buen emprendedor, Candia también conoció la exitosa decepción de generar un proyecto que funciona bien, pero no es rentable. A los 19 creó Shovel Apps, una plataforma web que permitía a cualquier empresa generar su propia app móvil en minutos sin necesidad de programar. La empresa llegó a operar en varios países, emplear a 14 personas y conseguir USD 650.000 de “inversión ángel” desde Silicon Valley a través de un partner de Google. Pero sus clientes, las grandes empresas, “no querían pagar por las apps lo que realmente valían” y el proyecto se deshizo.
Hoy vive en Londres pero tal vez no por mucho tiempo: ya pasó por San Francisco, Seúl, Hong Kong y varias ciudades más, en la búsqueda de innovación e ideas. En su camino, encontró una demanda insatisfecha en el mundo fintech y creó Rebill. Se trata de una plataforma de gestión de suscripciones, que ayuda a las empresas a la gestión financiera de cobros recurrentes, en particular a las que operan en más de un país, tanto grandes como pyme. ¿Cómo encontró un espacio en un mercado donde hay tantas soluciones de pago digitales? “Justamente ese es el problema, hay muchas”, explicó Candia a Infobae.
Rebill ya opera en la Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay y espera sumar a Brasil y a Ecuador en breve. Tiene 300 clientes y se prepara para su primera ronda de inversión
“Hacía falta integrar las diferentes monedas, idiomas, tecnologías y formas de pago. Una empresa que opera a cierta escala necesita contratar programadores, tanto para desarrollar una solución como para tener la certificación de seguridad necesaria para prevenir los fraudes. Somos los únicos en la región que ofrecemos ese servicio integrado”, señaló. Para quienes hacer cobros recurrentes, como es cualquier abono mensual, la seguridad es un tema clave: Candia contó que en México, por caso, el 40% de los cobros de Mercado Pago puede llegar a ser rechazado por sospechoso. Rebill permite reintentar el cobro hasta que pueda hacerse en forma segura.
El proyecto empezó en 2018. A Candia le llegó el pedido de la aseguradora El Surco para hacer un desarrollo a medida que facilite los cobros de las pólizas y el pago de las comisiones a los productores. Con un préstamo inicial de USD 20.000 de un amigo, Candia transformó el pedido en una empresa y a El Surco en su primer cliente. Luego llegaron otros como la multinacional de bebidas Ab InBev y Simpleat, una startup que ofrece una suscripción de comidas congeladas. Sumó a su socio, Ariel Diaz Ailan, como COO de la empresa. Hoy Rebill ya tiene 300 clientes y estima que en 2021 facturará 100.000 dólares.
“Queremos que nuestra plataforma le sume valor agregado y le mejore la experiencia a cada consumidor final, aún cuando no sean nuestros clientes, porque nuestro servicio es B2B. Lo que importa es la marca de nuestros clientes, no la nuestra. Por eso también les permitimos personalizar con su marca la página de cobros,” apuntó Candia.
Todavía falta mucho para que Rebill aspire a ser un unicornio, la palabra mágica que mueve a las tecnológicas (y que designa las que valen más de USD 1.000 millones). Pero ya se vincula con dos de ellos. Para usar Rebill, un comercio no necesita sitio web ni un desarrollo de e-commerce, solo necesita una cuenta de Mercado Pago, cuya integración es la base de su servicio. A la vez, la joven fintech ya cerró un acuerdo con Tienda Nube, la desarrolladora de comercio electrónico, por lo que en breve estará disponible para sus clientes de la Argentina, Colombia y Brasil.
Su plan es traer a América Latina el modelo de Chargebee, una empresa india que presta el mismo servicio para Europa y se transformó en unicornio durante la pandemia. Asegura que antes de fin de año anunciará “un contrato que hoy no se puede contar” y la primera ronda de inversores. Ya opera en la Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay y espera sumar a Brasil y a Ecuador en breve.
Desde Londres, donde se radicó para conseguir inversores, Candia se conecta a diario con los 5 integrantes de su compañía, que no tiene oficinas físicas. Apuesta a que en 2022 su empresa tendrá una “pasarela de pago” en cada país de América Latina para poder despegar. Mientras relata sus proyectos entremezclados con sus viajes, recuerda a uno de sus mentores, Guillermo Rauch, el fundador de otro unicornio argentino, Vercel, la plataforma para desarrolladores de páginas web. Rauch, también autodidacta, lo alentó para emprender. Asegura que Rebill tendrá su expansión regional el año próximo y nunca deja de repetir su condición de emprendedor: “Lo que nos impulsa es la sensación de que el mundo nos necesita para resolver un problema y somos la persona con la solución adecuada”.
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