El campo y las urnas: dos de cada tres productores creen que el Gobierno perderá las elecciones

Además, casi 95% de los encuestados por AmplificAGRO calificó de “débil” o “muy débil” el liderazgo presidencial. La encuesta refleja también problemas de representatividad del sector

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Cristina Kirchner y Alberto Fernández
Cristina Kirchner y Alberto Fernández junto a los precandidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos.

Desde hace varios meses que el sector agropecuario mantiene un enfrentamiento abierto con el Gobierno nacional a causa de las sucesivas intervenciones de mercados, y el oficialismo parece poco dispuesto a volver sobre sus pasos, sino más bien a endurecer su posición.

Aunque de antemano se sabía que el agro no tendría una relación sencilla con la gestión de Alberto Fernández, tampoco se preveía un deterioro tan grande y rápido.

En tiempos atravesados por un conflicto que podría profundizarse en los próximos días con la prórroga a las restricciones a las exportaciones de carne vacuna y a pocas semanas de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la mayoría del sector agropecuario considera que el Gobierno nacional se encamina a una derrota electoral. Así lo reflejó una nueva encuesta de AmplificAGRO a 524 responsables de establecimientos agropecuarios y profesionales del agro.

Del relevamiento, que tuvo lugar entre el 20 y 26 del presente mes, surgió que el 65,7% de los encuestados, prácticamente dos de cada tres consultados, piensa que el Gobierno perderá las elecciones y solo un 18,2%, menos de un quinto, predijo un triunfo oficialista.

Además, en relación a cómo evalúan los representantes del sector de la producción el liderazgo del presidente, hoy envuelto en el Olivosgate, un macizo 94,6% lo juzgó “Débil” o “Muy débil”.

Una encuesta similar realizada en julio pasado había mostrado que el voto del campo tendrá color opositor: el 68,3% de los consultados en aquel momento aseguró que votará por los candidatos de Juntos por el Cambio, mientras que un 18,5% se inclinará por apoyar la propuesta electoral del Frente de Todos. Además, se registró un importante número de indecisos: un 10,6% todavía no definió su voto.

De la nueva consulta surge que la alta expectativa de una derrota oficialista convive con la percepción de que el campo no logrará incidir en la definición de políticas públicas, porque el gobierno lo tomó como adversario político. Al respecto, el 87% de los consultados señaló estar “totalmente” o “bastante” de acuerdo con la idea de que el Gobierno no tiene voluntad de discutir la política agropecuaria.

En cuanto al impacto del resultado electoral, 57,6% de los consultados consideró “totalmente o bastante” probable que haya cambios en el gabinete en caso de una derrota del Gobierno. Un 20% fue más pesimista y juzgó “poco o nada” probable que haya cambios en el equipo del Frente de Todos.

Representación del agro

Otro aspecto central de la encuesta fue la representatividad de los intereses del sector agropecuario, más precisamente el rol de las entidades de productores y el surgimiento del denominado Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Los consultados no ven incidencia de sus instancias de representación en las decisiones de políticas públicas: un 87% de los 524 consultados observaron poca o nada de incidencia del agro.

A la hora de identificar los espacios de representación que lograron una mayor incidencia en el Gobierno del Frente de Todos, el Consejo Agroindustrial Argentino fue el que más menciones obtuvo con un 36,6 %, seguido por la Mesa de Enlace, con casi el 32% las menciones. El INTA y Federación Agraria Argentina, por su parte, obtuvieron un 16,4% y 12,7% respectivamente. Más lejos, quedaron el resto de las instituciones.

“Los bajos niveles de menciones da muestras de que el agro no está viendo que las entidades en general tengan incidencia en la definición de políticas”, señalaron desde AmplificAGRO.

87% respondió que el sector
87% respondió que el sector tiene poco o nada de incidencia sobre las medidas oficiales que lo afectan

En una aproximación más cualitativa, se consultó a los encuestados su nivel de acuerdo o desacuerdo con distintas frases vinculadas al rol de las entidades y al papel del Gobierno en su relación con el campo y la agroindustria. El 87% de los consultados dijeron estar “Totalmente o Bastante” de acuerdo con el hecho de que el Gobierno no tiene voluntad de discutir la política agropecuaria porque ven al sector como un adversario.

Al mismo tiempo, un 77% indica estar de acuerdo con el hecho de que el Gobierno observa al agro como un sector que no tiene impacto en el resultado de las elecciones. En este contexto, un 63% de los encuestados dijo estar de acuerdo (31% totalmente de acuerdo más 32% bastante de acuerdo) con el hecho de que la Mesa de Enlace debería tener un rol más político en la representación de los intereses del sector mientras que un 18% indicó estar en desacuerdo con ello.

Según los productores, además de
Según los productores, además de poca incidencia, el campo carece de una representación institucional clara

Lucas Romero, uno de los encargados de realizar la encuesta, sostuvo que el sector agropecuario corre con desventaja en lo que respecta a la posibilidad de enfrentar políticas o incidir en las mismas al considerar que no cuenta con los instrumentos necesarios. “Se tiene que entender qué recursos políticos tiene cada uno de los actores. El problema que sucede es que cuando se analiza la caja de herramientas que tiene el sector agropecuario para incidir en el proceso de toma de decisiones, sobre todo en un gobierno peronista/kirchnerista, es una caja media vacía”, precisó en diálogo con este medio.

Y concluyó: “No hay actores políticos que tengan alguna capacidad de influencia o incidencia que puedan representar a ese sector. No hay otro que la Mesa de Enlace. No hay dirigentes cercanos al sector agropecuario que estén ocupando lugares estratégicos en la toma de decisiones. De hecho, el mismo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, es un dirigente que no tiene un vínculo directo y cercano con el sector, no es un representante del sector y eso es un recurso político”.

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