La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideró que hasta mediados de agosto la economía argentina aún se encuentraba un 2,8% por debajo de los niveles de actividad que tenía antes de la irrupción de la pandemia. Esa fue la conclusión de un medidor semanal del PBI que elaboró por la crisis sanitaria mundial en base a búsquedas en Google.
Se trata de una medición del nivel de actividad que está mucho más adelantado que los índices oficiales que publica el Indec. Por ejemplo, el último Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) cubre los datos hasta junio y, por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Productivo elabora un índice anticipado no oficial sobre producción fabril.
El indicador de la OCDE comenzó a publicarse semanalmente durante la pandemia para tener un monitor en tiempo real sobre cómo se recuperaban las economías más importantes del mundo mientras transitaban la crisis sanitaria. Para el caso argentino, la semana que va desde el 8 al 14 de agosto pasado marcó que el nivel de actividad de la economía argentina se ubicaba todavía un 2,8% por detrás de esa misma semana de 2019.
El indicador de la OCDE se trata de una medición del nivel de actividad que está mucho más adelantado que los índices oficiales que publica el Indec
En las últimas semanas el indicador especial que lleva adelante el organismo mostró distintas tendencias para la economía argentina. Hacia fines de mayo, cuando el Gobierno reforzó las medidas de aislamiento social en plena segunda ola de contagios, el índice de la OCDE tocó su piso de 2021 con un nivel de actividad un 14% inferior a mayo de 2019 aunque 6% arriba de mayo de 2020. Desde ese momento, entre el avance de la vacunación y el relajamiento de las medidas la actividad volvió a repuntar con fuerzas hasta quedar muy cerca de empatar (-1,1%) a los niveles de PBI que registró la economía argentina a mediados de julio de 2019.
En comparación con otros países elegidos por la OCDE para la medición, la Argentina se encuentra en uno de los últimos lugares, solo por encima de Hungría, que en relación con 2019 su economía se encontraba a mediados de agosto un 3,57% por debajo. Japón tuvo un desempeño similar a la Argentina y registró un 2,8% de caída en comparación con dos años atrás.
Por su parte, hay países que se recuperaron más rápido del impacto del Covid en sus economías como Brasil (2,1% por encima con el nivel de actividad previo a la crisis sanitaria), Chile (3,5%), Colombia (1,9%), España (0,9%), Reino Unido (0,9%), Estados Unidos (1,8%), Corea del Sur (4,8%), Turquía (4,1%), Australia (2,8%), Alemania (1,36%) y la India (9 por ciento).
El reporte semanal de la OCDE cuentan, entonces, con comparaciones semana a semana contra 2020 y 2019, último año antes de la pandemia, pero también un indicador que considera “contrafáctico”, que intenta medir qué tan lejos está la economía de la tendencia de crecimiento que mostraba hasta noviembre de 2019, antes de que se desate el coronavirus en las principales economías del mundo. Bajo este último criterio, la Argentina estaría un 2,2% por detrás de lo que se esperaba fuera su proyección de expansión.
En comparación con otros países elegidos por la OCDE para la medición, la Argentina se encuentra en uno de los últimos lugares, solo por encima de Hungría
El indicador de la OCDE fue citado recientemente por el Banco Central argentino en un informe sobre la política monetaria y en la que explicó técnicamente de qué se trata la medición. “Además de la movilidad de las personas, que fue un indicador muy difundido a escala mundial para cuantificar el impacto de la pandemia, la OCDE rastrea una amplia lista de ítems que en conjunto tienen un gran poder predictivo de la evolución de la actividad”, consideró la autoridad monetaria.
“De las 1.200 categorías de búsquedas disponibles en Google Trends, se seleccionaron unas 250 muy relevantes para el análisis económico y además se introdujeron tópicos específicos para cada país. Por ejemplo, dentro del consumo, en referencia a la demanda de autos nuevos se incorporó la marca del vehículo más vendido en cada país. Se incluyeron tópicos referidos al mercado laboral, la actividad inmobiliaria, los servicios financieros, el esparcimiento y la recreación, la pobreza, la confianza y los nuevos hábitos de los consumidores, entre otros”, continuó el BCRA en base a la explicación que dio la OCDE sobre la elaboración del indicador.
“Los resultados del indicador de la OCDE pueden ser interpretados como la variación del PBI de la semana de la publicación respecto a la misma semana del año anterior. Dada la magnitud del shock masivo que provocó la pandemia entre febrero y abril de 2020, las variaciones interanuales un año después se hicieron difíciles de interpretar, por lo que comenzó a publicarse también la variación interanual del PIB semanal en relación con dos años anteriores”, agregó la entidad que preside Miguel Pesce.
Específicamente sobre la Argentina, el Banco Central consideró que “el indicador de la OCDE -que de acuerdo con el organismo no constituye una proyección oficial- se ha desempeñado como un buen predictor del signo de la variación de la actividad económica de Argentina, habiendo anticipado con significativa precisión su piso en abril de 2020 y su posterior recuperación a partir de mayo del año pasado”.
También un indicador que considera “contrafáctico”, que intenta medir qué tan lejos está la economía de la tendencia de crecimiento que mostraba hasta noviembre de 2019. Bajo este último criterio, la Argentina estaría un 2,2% por detrás
“En junio de 2021 el promedio de este indicador de alta frecuencia mostró una considerable mejora con respecto al mes anterior, recuperando el nivel de abril pasado, y sostuvo la recuperación en julio y agosto, sugiriendo una posible dinámica auspiciosa de la actividad económica en el margen”, concluyó.
Hace algunos meses la OCDE había publicado que esperaba un crecimiento del 6,1% en la economía de Argentina para este año y que en ese momento persistían factores que limitan la recuperación tras una caída del PBI de casi 10% en 2020. El informe estimó en ese momento que el país va a ser el que más va a tardar en recuperar niveles de actividad económica previos a la pandemia entre los miembros del G20, y que recién lo podría hacer en 2026.
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