La salida de la brutal crisis en que se sumergió la economía local en el primer año con pandemia de Covid-19 está resultando más lenta de lo esperado conforme al desempeño de la actividad en la mayor parte del mundo y de los propios indicadores oficiales. Se manifiesta en el errático desempeño del mercado laboral registrado.
La síntesis estadística del Sistema Integrado Previsional Argentino que hace la AFIP, la cual abarca tanto a los ocupados en relación de dependencia en los sectores público y privado, como a los trabajadores independientes en calidad de autónomos y monotributistas, permitió detectar que en mayo, por segundo mes consecutivo, cayó la cantidad de empleadores que cumplieron con los aportes y contribuciones, tras un trimestre con modesto aumento respecto de los bajos índices previos, y mucho más al universo de los trabajadores registrados.
En mayo, por segundo mes consecutivo, cayó la cantidad de empleadores que cumplieron con los aportes y contribuciones
En el primer caso, el SIPA dio cuenta de la disminución en 916 casos, a 518.963 empleadores aportantes (comprende tanto a empresas como a administradores de consorcio y hogares con personal a cargo), acumulando sendas bajas de 2.409 desde el inicio del año, y 22.394 en comparación con el nivel previo a la irrupción de la crisis sanitaria.
En el segundo, los trabajadores afectados por el retraso y suspensión de sus empleadores de los ingresos a la Anses de sus aportes sobre la nómina salarial, en el caso de los ocupados en relación de dependencia, y del total con el agregado de las contribuciones en el de los monotributistas, la caída registrada fue de 40.372 respecto de abril previo, cuando alcanzó el máximo en 13 meses, a 7,77 millones de personas.
Justamente, el repunte de los trabajadores aportantes, en muchos casos favorecidos por los planes de facilidades de pago que instrumentó la AFIP en el último año, posibilitó que, pese al retroceso en mayo, persiste una recuperación de 73.903 personas desde el comienzo de 2021 y de poco más de 170.300 respecto al nivel un año antes.
De todas formas, la debilidad que mantiene la actividad económica, con un cuadro heterogéneo, aun dentro de las grandes actividades, como la industria, el comercio, el transporte y el resto de los servicios, principalmente privados, se manifiesta en que la serie del SIPA registró 102.037 puestos menos declarados por el conjunto de los empleadores en el mes previó a la llegada de la pandemia.
Ese fenómeno se explica porque si bien a nivel agregado, como es la estimación del PBI y del Estimador Mensual de Actividad Económica, por parte del Indec acumulan en el semestre un claro aumento, al punto que el consenso de los economistas lo ubican en torno a 7% y el Gobierno lo sube a más de 8%, se advierte en el desagregado varios sectores que aún no lograron volver a los índices previo a la crisis, y entre los que comenzaron a superarlo, aún no se ha extendido a las finanzas, que en definitiva determina el grado de cumplimiento en tiempo y forma de los pagos y contribuciones mensuales a la Anses.
Movimiento heterogéneo
Justamente, en el desagregado de los 916 empleadores menos en el bimestre que hicieron sus declaraciones al SIPA se observa con nitidez que se concentró en el segmento de los que registran entre 2 y 25 personas a cargo, y en menor medida en el tramo de 41 a 50, según el desagregado que presenta la estadística oficial.
El ingreso de 59.021 aportantes que están regularizando su situación con la Anses a través de pagos de moratoria (sumaron 2,19 millones), disimuló el efecto de la caída real de los aportantes “puros” del mes en 122.104 ocupados (8,17 millones)
En términos de trabajadores afectados, por tamaño de empresa en cuanto a dotación de personal, por el contrario, la disminución más marcada de puestos declarados en mayo se verificó en comparación con abril previo en los grandes empleadores: 15.917 entre los que ocupan entre 2.501 y 5.000 personas (3,6% del total formalizado); y 13.848 en los de más de 5.000 (0,9%); seguido por los de 100 a 500 con 4.617 bajas; y en menor medida en las pyme: de 11 a 25 se retrajo en 5.600 personas (0,8%), y en el segmento de 41 a 50 se redujo en 3.592 personas (1,7 por ciento).
El total de aportantes se contrajo en el bimestre abril-mayo en 63.083 trabajadores, a 10,36 millones de personas, gracias al ingreso de 59.021 que están regularizando su situación con la Anses a través de pagos de moratoria (sumaron 2,19 millones), habida cuenta de que los aportantes “puros” del mes disminuyó en 122.104 ocupados (8,17 millones), los cuales se desagregaron en sendas caídas de 79.939 en el conjunto de asalariados únicos; 25.028 en los monotributistas solos; 18.264 en los autónomos; y 1.127 entre el caso mixto de independientes y asalariado a la vez.
Ese comportamiento contractivo del mercado de trabajo se habría sostenido en los últimos meses, según se desprende de última Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo.
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