Aunque no se trata de “dólares frescos”, la ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional implicó un importante refuerzo para las debilitadas reservas internacionales del Banco Central.
Los activos internacionales crecieron este lunes USD 4.258 millones, un 10%, a USD 46.306 millones, el stock más grande desde el 21 de octubre de 2019, poco menos de dos años atrás.
En el marco de la excepcional situación económica por la pandemia de Covid-19, el FMI repartió entre todos sus países miembros alrededor de USD 650.000 millones equivalentes en DEG, de los cuales a la Argentina le correspondieron unos 4.334 millones de dólares.
Desde el Ministerio de Economía argentino indicaron que “los DEG no se devuelven, no constituyen un préstamo. No solo no generan deuda sino que aumentan los recursos y las herramientas del Estado”, mientras que “pueden conservarse como reservas internacionales o utilizarse para cambiar su composición, convirtiéndolos a monedas de libre uso”.
El organismo multilateral advirtió que este giro que envía a 190 países “no es una transferencia de riqueza”, pero los estatutos del Fondo autorizan a utilizar DEG para cancelar vencimientos con la propia entidad.
Con los DEG, Argentina incrementará sus reservas y contará con fondos que podrán usarse para el pago de compromisos con organismos internacionales
De esta forma, el Gobierno argentino podrá continuar con los pagos comprometidos con el FMI mientras negocia un nuevo programa financiero con el organismo para refinanciar el crédito stand by del que se desembolsaron unos USD 44.000 millones entre 2018 y 2019, durante la administración de Mauricio Macri.
Los DEG no son una moneda, aunque funcionan como tal. El FMI calcula su valor ponderando un conjunto del dólar estadounidense, euro, renminbi (yuan) chino, yen y libra esterlina.
La Argentina recibió 3.055 millones de DEG, equivalentes a USD 4.334 millones, con los que cubre en la práctica los importantes vencimientos con el FMI por alrededor de USD 4.380 millones hasta fin de año.
El primero de los vencimientos será en septiembre, por un monto de USD 1.870 millones en concepto de pagos de deuda de capital. Para el 22 de noviembre hay pautado un pago por intereses y recargos, que totalizan 640 millones de dólares. Y el último vencimiento fuerte del año está previsto para el 22 de diciembre, correspondiente a otro pago de capital, por otros 1.870 millones de dólares.
La distribución de DEG entró en vigor este lunes y se distribuyó según el valor de la cuota de cada una de los estados miembro
En cierta forma, los analistas consideran que, con este respaldo de reservas, el Gobierno gana tiempo para arribar a un acuerdo con el FMI después de las elecciones de noviembre próximo, y con un margen hasta marzo de 2022, cuando vencerá el plazo máximo para un acuerdo con el Club de París.
Un análisis de Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, puntualizó que las “reservas brutas suman 10% y las netas, 71%”, mientras que “las líquidas, sin cambios”. También señaló que en su totalidad los “nuevos DEG pagarían vencimientos con FMI en 2021″.
La distinción entre los distintos activos tiene que ver con que casi la mitad de las reservas son los yuanes del “swap” de monedas con el Banco Popular de China y otros préstamos, que en principio no pueden utilizarse para pagos de deuda. Por eso es importante el nivel de las reservas netas -descontados dichos préstamos- que ahora aumentan desde unos USD 6.100 a 10.400 millones de dólares.
Asimismo, las reservas estrictamente líquidas, es decir los dólares y euros “cash” en el activo -descontada la tenencia de oro y los DEG- se mantiene estable en unos USD 2.200 millones, según estimó Nery Persichini.
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