El mismo día en que el Fondo Monetario Internacional envió al país USD 4.334 millones como parte del paquete mundial de ayuda contra el Covid, el presidente Alberto Fernández aseguró que “antes de pagarle al Fondo, tengo que pagar un montón de deuda social”, en un acto en San Juan. De todas formas, a pesar de esa frase, la mayor parte de los dólares que ingresaron este lunes volverán al propio organismo por los pagos de capital previsto en lo que resta del año.
En un acto de campaña en San Juan junto al gobernador local Sergio Uñac y los ministros de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y de Desarrollo Territorial y Hábitat Jorge Ferraresi, el jefe de Estado mencionó la negociación de la deuda y dijo que “ahora estoy discutiendo con el Fondo en un acuerdo que se firmó en una noche en Olivos y que al país le costó 44.000 millones de dólares”.
“La discusión con el Fondo no es fácil, nunca lo fue. Tengo un estigma, cada vez que llego al Gobierno la Argentina está en default, en 2003 con Néstor (Kirchner) me pasó lo mismo. Muchos de los que tomaron esa deuda me dicen ‘hay que arreglar con el Fondo’. Yo con el Fondo no voy a arreglar en ninguna cena, voy a arreglar discutiendo, preservando los derechos de los argentinos, sabiendo que antes de pagarle al Fondo tengo que pagar un montón de deuda social en la Argentina”, dijo el mandatario.
“Yo con el Fondo no voy a arreglar en ninguna cena, voy a arreglar discutiendo, preservando los derechos de los argentinos, sabiendo que antes de pagarle al Fondo tengo que pagar un montón de deuda social en la Argentina” (Alberto Fernández)
La frase se relaciona con la cena en la residencia de Olivos entre el entonces presidente Mauricio Macri y la directora ejecutiva del Fondo, Christine Lagarde, donde se terminó de acordar aquel crédito, en el mismo lugar donde se desarrolló el encuentro por el cumpleaños de la Primera Dama, Fabiola Yañez, durante la cuarentena estricta en julio del 2020; al respecto, el oficialismo comparó ambos encuentros la semana pasada para defender al Presidente.
Además, Fernández recordó que tras el cambio de Gobierno “tuve que arreglar una deuda de 100.000 millones de pesos (sic) que tomaron con acreedores privados y que dejaron en default. Y tuve que ir y discutir acreedor por acreedor para sacar la mayor ventaja para la Argentina y logré que esa deuda nos dé cuatro años de gracia, 10 años para pagarla y al cabo de todo ese tiempo haber ahorrado 37.000 millones de dólares”.
Además de la falta de precisión sobre la moneda en que negoció la deuda con los acreedores privados, esas condiciones que remarcó el Presidente forman parte de la negociación con el FMI, ya que los cuatro años de plazo de gracia y esos 10 años para devolver el préstamo fueron las propuestas que hizo Martín Guzmán al organismo cuando comenzaron las conversaciones hace casi un año.
Según confirmó esta tarde el Ministerio de Economía, la Argentina recibió hoy 3.055 millones de DEG, el equivalente a USD 4.334 millones, en concepto de una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro que el FMI comenzó a distribuir entre los países miembros según su cuota de participación en el organismo.
A pesar de la frase presidencial, la mayor parte de los dólares que ingresaron este lunes volverán al propio organismo por los pagos de capital previsto en lo que resta del año
Este monto pasará a engrosar las reservas del Banco Central pero en los próximos meses volverán a las arcas del hoy prestamista, ya que el Estado afrontará pagos de vencimientos al FMI por unos USD 4.100 millones. De esa manera, esos dólares llegarían justo a tiempo para el tramo más exigente del calendario de deuda, que sobrevendrá entre septiembre y diciembre.
En ese sentido, según la información provista por el organismo, el 22 de septiembre y el 22 de diciembre la Argentina debería repagar casi USD 1.884 millones en cada ocasión, lo que da como total 3.767 millones en ese lapso de tres meses.
Pero la cuenta con el FMI no se limita a eso. Además, en los primeros días de noviembre el país debería desembolsar 350 millones más por intereses de los derechos especiales de giro (DEG), la moneda del Fondo Monetario. De esa forma, salvo que el Gobierno consiga llegar antes a un nuevo acuerdo con el organismo, entre septiembre y fines de diciembre el Gobierno debería girar a Washington USD 4.117 millones.
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