Más allá de algunas bajas puntuales, como fue en julio el precio de la carne o de las frutas por motivos estacionales, el rubro alimentos y bebidas no está mostrando la desaceleración -aunque leve- que se percibe en el índice general. El Indice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado fue del 3%, mientras que los alimentos y las bebidas treparon 3,4%. ¿Qué sucedió durante la primera quincena de agosto? El rubro sigue mostrando una tendencia alcista, empujada especialmente por los productos envasados, y las proyecciones de las consultoras que relevan precios semanalmente indican que este mes el alza oscilará entre el 3,2 y el 3,4%.
Se trata de una de las mayores preocupaciones dentro del Gobierno debido a la sensibilidad del rubro y lo que afecta los niveles de pobreza e indigencia. Por eso, insisten con sostener la estabilidad del tipo de cambio oficial -que corre muy por detrás de la inflación- y con la digitación de los aumentos, a pesar de que ya no existe más la resolución 100 que estableció los Precios Máximos en plena pandemia.
Durante la segunda semana, coinciden los analistas, la inflación de los alimentos y bebidas se aceleró respecto de la primera. Para LCG, por ejemplo, la suba de los precios promedió 0,93%, cuando la anterior había sido de 0,4%. Lo que, según el informe, traccionó la aceleración de la segunda semana fue el rubro de carnes (subió 1,8%) y los panificados, pastas y cereales (1,7%). Así, el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual promedio de 3,4% en las últimas cuatro semanas y lo mismo si se mide punta a punta las mismas semanas. De continuar igual la próxima quincena, ése sería el resultado del promedio de agosto.
“No vemos que haya una desaceleración muy pronunciada debido a que parte de lo que estuvo conteniendo la suba de precios fue justamente el ancla salarial. Con esa parte del plan anti inflacionario sin funcionar, entonces el resto de las anclas (tarifas y dólar) tienen que suplirla. Y estas herramientas también tienen límites. Ya se vio que todo el paquete activo dio como resultado un piso de 3%. Sobre ese piso, hay que sumar el efecto del salario en precios y los de la brecha cambiaria que afecta a algunos productos”, afirmó el titular de LCG, Guido Lorenzo.
Por su parte, la economista María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos destacó que “agosto fue de nuevo bastante alto en alimentos y bebidas, a pesar de que el precio de la carne tuvo un aumento moderado y las verduras y frutas están bajando. Pero el resto de los productos sigue teniendo una inercia importante”.
“De todos modos, -agregó- estimamos que el mes va a terminar en un nivel más bajo que en meses pasados producto de las medidas que se vienen tomando de controlar el tipo de cambio y contener algunos precios mediante acuerdos de corto plazo, aunque será difícil para el Gobierno sostener una inflación por debajo del 3%, sobre todo porque la emisión monetaria se está empezando a acelerar”.
La inflación de los alimentos es una de las mayores preocupaciones dentro del Gobierno debido a la sensibilidad del rubro y lo que afecta los niveles de pobreza e indigencia
Según los relevamientos de esta consultora, los alimentos están creciendo este mes por encima del 2%, en tanto que las bebidas lo están haciendo en torno al 4% promedio mensual, por lo que la estimación para todo el mes asciende a poco más de 3% en el rubro general, mientras que el IPC general se ubicará más abajo (prevén 2,5%).
Las mediciones de EcoGo, que dirige Marina Dal Poggetto, también muestran una aceleración de los precios de los alimentos durante la segunda semana de agosto (subieron 0,8% respecto de la semana previa) y el aumento promedio de las últimas cuatro semanas fue del 3,5%, en línea con los números de LCG. “Considerando una proyección de variación semanal del 0,7% para las dos semanas restantes del mes, la inflación de alimentos en agosto alcanzaría 3,2%”, precisó la firma en un informe.
Con un aumento semanal de 2,7%, las verduras mostraron el incremento de precios más significativo dentro del nivel general en la última semana, suba que fue acompañada por el rubro carnes (+0,8%), aunque no así por las frutas, que retrocedieron 0,6%. Los productos panificados mostraron un avance del 1,5% en la segunda semana del mes, producto de la suba de 3,2% en el pan fresco. En el caso de los lácteos, la suba semanal fue del 0,2%, a pesar de la brusca caída de la leche en polvo (-7,1%), indicó EcoGo.
Para Matías Carugati, de la consultora Seido, la inflación en alimentos y bebidas se ha ido desacelerando en las últimas semanas. De acuerdo con sus mediciones, la suba semanal durante agosto alcanzó el 0,4%, la mitad de la registrada durante julio. “En términos mensuales, la inflación en este rubro ya está navegando a un ritmo de 3,6% -sus registros previos eran más altos-, aunque si las variaciones semanales siguen en estos niveles, es esperable que baje, pudiendo incluso quedar debajo del 3% para fines de mes”, indicó el economista.
Desde Ecolatina, la analista Agostina Myronec consideró importante destacar la disparidad que se percibe al interior del rubro. Remarcó que los alimentos envasados, lo que se conoce como consumo masivo, está trepando a un ritmo de 4% mensual hace ya algunos meses -a raíz de la liberación de Precios máximos-, pero otros ítems inciden a la baja, como las frutas y las carnes, que subieron poco en la primera quincena de agosto, indicó la economista. Por eso, la proyección de alimentos y bebidas para el mes se ubica por debajo del 3 por ciento.
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