Con el objetivo de evitar mayor presión sobre los precios, que se venían recalentando desde fines del 2020, el Gobierno adoptó desde comienzos de año una serie de políticas que funcionaron como ancla: la principal, moderar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Lo mismo hizo con las tarifas de servicios públicos. Pero a pesar de esta estrategia, los costos de las industrias crecieron bastante más que el dólar y para muchos sectores, incluso más que la inflación.
La pandemia generó un fuerte aumento en las materias primas producto de la escasez de producción a nivel mundial, lo que presionó los precios al alza. ¿Cuál es el escenario previsto para la segunda mitad del año? ¿Seguirán los commodities con esta tendencia alcista? ¿Cuánto pesará el resto de las variables, como por ejemplo la reapertura de la mayoría de las paritarias?
La pandemia generó un fuerte aumento en las materias primas producto de la escasez de producción a nivel mundial, lo que presionó los precios al alza
“La estrategia del Gobierno es pisar el mayor tiempo posible los precios regulados, como las tarifas; también el tipo de cambio, para impactar lo menos posible a los costos, ya que saben que es la forma de frenar la inflación. Donde sí veo más presión es en la cuestión salarial, porque el Gobierno necesita que los sueldos le ganen a la inflación. Estamos viendo una reapertura de paritarias generalizada y obviamente las empresas lo van a trasladar a los precios”, sostuvo ante Infobae el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra.
La fuerte presión en los costos que las empresas han tenido en estos primeros siete meses del año es generalizada. La UIA no cuenta con un análisis pormenorizado, pero fuentes de varias industrias repasaron ante este medio lo que sucedió hasta ahora y qué panorama esperan para lo que resta del año. Y si hay un común denominador en la presión alcista se detecta en el costo de las materias primas y la logística, incluidos los fletes internacionales. Aunque la energía, en algunos sectores electrointensivos, también empieza a pesar a raíz de los aumentos autorizados por el Gobierno para el segmento de los grandes usuarios. En cuanto al costo salarial, hasta ahora tuvo baja incidencia, pero en el segundo semestre pesará más debido a la reapertura de paritarias (están cerrando entre 45 y 48% anual).
La Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) tiene un relevamiento de costos que actualiza regularmente y que difícilmente diste de lo que le pudo haber sucedido a otra industria en términos generales. De acuerdo con este informe, los costos de este sector acumularon un aumento del 31,8% en el primer semestre del 2021, mientras que el tipo de cambio oficial subió 15,1% y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementó 25,3 por ciento.
“El ICM (Índice de costos metalúrgicos) registró un aumento por encima de la inflación y del tipo de cambio, lo que implicó una pérdida en los niveles de rentabilidad de las empresas. Los insumos básicos ferrosos aumentaron un 42,1%, mientras que el alza de los no ferrosos fue de 24,4%”, precisa el documento de Adimra, que recalca que el mayor incremento dentro de la estructura de costos metalúrgicos estuvo dado por el aumento en los salarios (49,9%), luego del cierre de las paritarias correspondiente a 2020 y 2021. En cuanto a los servicios logísticos, presentaron un incremento del 25,7%, en tanto que los financieros registraron un aumento de 7,6 % frente a los niveles de diciembre de 2020 . A su vez, la energía eléctrica registró una suba del 10,6 % durante el primer semestre del año, según el precio monómico que releva Cammesa.
En cuanto al costo salarial, hasta ahora tuvo baja incidencia, pero en el segundo semestre pesará más debido a la reapertura de paritarias (están cerrando entre 45 y 48% anual)
En la industria alimenticia, de acuerdo con un relevamiento que realiza asiduamente un conjunto de grandes empresas, en los primeros seis meses del año lo que más aumentó fueron las grasas animales (157%); seguido del film que se usa para embalar cajas y pallets (63,4%); aceite de girasol (56,3%); materiales flexibles y laminados (52,3%); pallets de madera (45,8%); trigo (43,3%) y cartón corrugado (40%). Por debajo de esos porcentajes, se ubicaron los envases de vidrio (34%); los fletes urbanos (30%); los de larga distancia (24%); los envases de aluminio (20%) y, finalmente, el azúcar (18,3%).
En cuanto a los fletes internacionales, se mantuvieron en valores altos en lo que va del 2021, pero habían trepado fuertemente desde fines de 2019. En ese momento, transportar mercadería desde Europa y Asia en un contenedor costaba entre USD 2.000 Y USD 3.000, pero tras la pandemia, llegó a valer USD 10.000 desde Asia y USD 5.000 desde Europa, dijo un industrial miembro de la UIA que importa mucha materia prima. Según precisó a este medio, “siguen siendo importantes los problemas con los fletes, ya que faltan barcos y hay muy pocos que llegan a la Argentina. También las materias primas se mantienen en valores elevados y por ahora no vemos que estén bajando. Y en líneas generales, los insumos pesan entre 40% y 45% del costo total de un producto. Luego vienen la mano de obra, los gastos fijos y los impuestos”.
El industrial agregó que los salarios pesan menos del 20% en la mayoría de los sectores, por lo que para que no se incremente la presión sobre los precios la clave es que el tipo de cambio oficial se mantenga estable y que no haya expectativas de devaluación futura.
Respecto de qué sucederá con los precios de las materias primas, que han crecido fuertemente tras la crisis del Covid, analistas y empresarios coinciden en que será clave lo que haga la Reserva Federal de los Estados Unidos con la política monetaria, ya que si comienza a subir las tasas a raíz del contexto inflacionario que muchos avizoran como permanente, los precios de los commodities comenzarán a descender. Pero eso sucederá, eventualmente, en 2022. No es un escenario que se prevea para el segundo semestre. Lo que ocurra con la variante Delta no es un factor a despreciar en función de cómo afecte a la producción de determinados insumos.
En la industria alimenticia, de acuerdo con un relevamiento que realiza asiduamente un conjunto de grandes empresas, en los primeros seis meses del año lo que más aumentó fueron las grasas animales (157%)
“Las empresas van a tener incrementos de costos, a pesar de que el tipo de cambio esté planchado. La logística aumenta porque es muy intensiva en mano de obra. Además, los combustibles han aumentado hasta ahora. En cuanto a las tarifas, las que están quietas son las residenciales”, dijo otro industrial del sector automotriz. Según el Índice de Precios Mayoristas (IPIM), la energía trepó en los primeros seis meses del año 43,63%, en tanto que los productos metálicos básicos lo hicieron 37,28%; los primarios, 26,3%; y la madera; 40,82%, entre otros.
Además de la incidencia, para algunas empresas, de los fletes internacionales, los costos logísticos locales subieron fuertemente en la primera mitad del año. La Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (Fadeeac) elabora el Índice de Costos de Transporte que exhibió en julio un incremento del 6,32%, hecho que lo convierte en el más alto del año, luego de los fuertes aumentos evidenciados en los meses previos.
Las expectativas indican que lo que más va a incrementar su peso en los costos en el segundo semestre son los salarios y probablemente la logística
“En los primeros siete meses del año, el índice alcanzó una suba de 33,6%, tras cerrar el 2020 con un incremento del 35%, en un contexto económico también caracterizado por una alta inflación minorista y mayorista”, dijo la entidad en un reciente comunicado. Dentro de los rubros que componen el índice, el aumento promedio del gasoil alcanzó el 38% en los primeros seis meses, tras haberse incrementado 45,5% en 2019 y 77% en 2018.
Con todos los datos mencionados, las expectativas indican que lo que más va a incrementar su peso en los costos en el segundo semestre son los salarios y probablemente la logística, por el mismo motivo, ya que los precios de las materias primas, aunque se mantendrían estables, parecerían –según varios analistas– haber encontrado un techo.
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