Hay un nuevo unicornio argentino. Se trata de Bitfarms, la empresa de minado de criptomonedas fundada por argentinos, que opera en Canadá y que cotiza en Wall Street y en la bolsa de Toronto. Justamente cuando hoy abrieron los mercados en EEUU, la empresa creada en 2017 por Emiliano Grodzki y Nicolás Bonta, consolidó una suba premarket que llegó anoche a picos de 25% y pasó a valer más de USD 1.000 millones esta mañana.
En la apertura de Nasdaq, la acción cotizó en torno a los USD 7 por acción, un 18 por ciento más que el viernes pasado.
“El mercado reconoce a las empresas que está detrás de la infraestructura que hace que este ecosistema sea legal y sustentable, que hacen que el protocolo de bitcoin sea seguro. Es un negocio de futuro: como invertir en internet en 1994″ (Grodzki)
Se trata de la novena empresa argentina de base tecnológica en alcanzar la mítica cotización de USD 1.000, lo que lo convierte en un “unicornio”. Este año llegaron a esa posición Mural, Vercel, Aleph, que se sumaron a Mercado Libre, Globant, Despegar, OLX y Auth0. Y está a un paso de serlo la satelital Satellogic.
“Bitcoin está siendo institucionalizado: de ser un invento, o mala palabra para muchos, pasó a ser aceptado como parte de la economía por muchos inversores tradiciones. Hay 20 empresas en el mundo que desde hace 5 años venimos haciendo este trabajo de educación. El mercado reconoce a las empresas que está detrás de la infraestructura que hace que este ecosistema sea legal y sustentable, que hacen que el protocolo de bitcoin sea seguro. Es un negocio de futuro: como invertir en internet en 1994″, le dijo Grodski esta mañana a Infobae.
Sobre los motivos de la suba, el empresario mencionó ese contexto para la compañía y el “apagón” de China –las restricciones para las mineras de ese país, una medida que bajó el 50% de la potencia computacional del sistema–, como los argumentos centrales de la escalada del precio de la acción. Además, la empresa, que está listada en Nasdaq desde junio de este año, presentará la semana que viene los resultados del segundo trimestre y el mercado estaría anticipando esos datos. Desde ese momento, el valor de la acción subió más de 70 por ciento. “Lo de China fue duro, una de la pruebas más difíciles para bitcoin que, de todas maneras, demostró ser muy potente. Lo de hoy, el premarket, tiene que ver con ese reconocimiento para nuestra empresa como sólido líder del sector”, dijo Grodzki.
“El bitcoin fue subiendo en lo últimos días. Somos la única empresa del sector auditada por una big four. El nuestro es un trabajo y un negocio a largo plazo, estamos en el mercado para quedarnos. Cotizando también en EEUU fue un envión muy importante”, agregó Bonta.
La empresa mina bitcoins: o sea, opera computadoras –miners– que resuelven operaciones matemáticas y autorizan transacciones en criptomonedas y a cambio de ese trabajo reciben como paga bitcoins. Tiene cinco instalaciones en Quebec, Canadá, con una potencia eléctrica de 69 megawatts, y en su pipeline está la construcción de otras cinco plantas que sumarían entre ellas 100 MG más. Entre sus planes están también más inversiones en otros países.
En rigor, en 2017, la empresa ya había sido unicornio, cuando el bitcoin tocó, a fines de ese año los USD 20.000 por unidad. Claro, entonces no cotizaba ni tenía la estructura corporativa actual. “Haber sobrevivido a la caída tan fuerte del precios y seguir acá, invirtiendo y educando sobre el tema, habla de que vamos a estar en este negocio por un tiempo largo”, detalló Bonta.
Emprendedores
Grodzki tiene 44 años y en 2012 le vendió a Molinos Río de la Plata su invención, Chocoarroz.
Bonta, en tanto, fue dueño de la cadena Own Hotels, una de las primeras boutique del país. Ambos se conocieron hace una década, llevando a sus hijas al mismo jardín de infantes. En 2016, Bonta descubrió una factura de luz muy alta en uno de sus hoteles y se dio cuenta de que había algo raro. No tardó en encontrar servidores enchufados que, según le contó el encargado de sistemas de la cadena, “minaban etherium” (la “otra” cripto estrella luego de bitcoin). El empresario recuerda que pensó en echarlo, pero la curiosidad pudo más. Se sentaron a tomar un café y le pidió a su empleado que le explicara cómo funcionada ‘eso’. Descubrió un mundo nuevo, se entusiasmó y lo llamó a Grodski. “Tenemos que hacer algo, ya”, le dijo. Ese fue el gen del último unicornio argentino que se sumó a la lista. El primero del mundo cripto.
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