Es cada vez más grande la preocupación en el mundo agroindustrial por el bloqueo que realizan desde el pasado viernes transportistas autoconvocados en el puerto de Bahía Blanca, una zona que aumentó su relevancia en los últimos meses como consecuencia de los efectos negativos que está provocando la bajante del Río Paraná y afectando las exportaciones agroindustriales desde los puertos del Gran Rosario. Los empresarios exportadores denuncian la protesta por “extorsiva e ilegal” y reclaman que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires intervenga para permitir la vuelta al trabajo.
Los datos privados que se difundieron en las últimas horas, muestran que los embarques en ese puerto crecieron el primer semestre un 2% interanual y un 10,4% en relación a 2019, con un total de 8.545.000 toneladas, donde el maíz fue uno de los principales granos enviados al mundo desde esa zona portuaria del país.
El reclamo de los transportistas autoconvocados consiste en una tarifa fija y la suspensión de la ley de peso y potencia, la cual establece un un plazo para sacar de circulación los camiones de motores de baja potencia, que hoy trasladan hasta 45 toneladas. Esta normativa, según detalló el Ejecutivo, busca aumentar la seguridad vial en las rutas.
A todo esto, en las últimas horas y a través de las redes sociales, se observaron imágenes de incidentes con aquellos camioneros que no adhieren a la protesta y que pretenden ingresar al puerto bahiense, a quienes le abren las boquillas de sus camiones y los manifestantes proceden a descargar la mercadería que trasladan.
En relación al conflicto, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, expresó su malestar y preocupación: “El bloqueo declarado por las empresas transportistas en Bahía Blanca resulta extorsivo tanto para la colocación de la producción como para el Gobierno, necesitado del ingreso de divisas. Es absolutamente ilegal. El gobierno provincial debe actuar rápido para garantizar la libre circulación”, señaló.
Y agregó: “Somos víctimas de un conflicto ajeno donde un grupo de camioneros no agremiados impiden que los demás camioneros puedan ingresar a los puertos con granos. El lock out, que comenzó el 30 de julio por 48 horas, se extendió en forma ilimitada y ya lleva cinco días. El daño económico para el país es enorme”.
Impacto de la Bajante del Paraná
Además, Idígoras comentó que hay 11.000 camiones que no ingresaron a puerto y que se contabilizan como perdidos, 40 buques esperando para cargar 1.200.000 toneladas de maíz, trigo y harina de soja, entre otros. “Además de perder previsibilidad como exportador, el Estado Argentino pierde 400 millones de dólares en divisas por esta situación anárquica”, dijo Idígoras.
Además, el presidente de CIARA-CEC aseguró que ya se realizaron las denuncias correspondientes, y hasta el momento no solamente no hubo ninguna respuesta a las mismas, sino que tampoco los funcionarios se sentaron a dialogar con los manifestantes. “Exigimos acciones rápidas para garantizar la libre circulación del principal puerto de exportación del país frente a la emergencia hidrica del Paraná”, precisó Gustavo Idígoras.
Hay que recordar que la situación creada por la emergencia hídrica en la Hidrovía del Paraná obliga al sistema de exportación agroindustrial a embarcar en la Hidrovía y completar en los puertos del Atlántico, ya sea en Necochea y Bahía Blanca, lo que ha derivado en un aumento de los costos en un 300 por ciento
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