El precio internacional de la soja registró importantes bajas en el mercado de referencia de Chicago, tras el informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que reflejó mejores calificaciones de las esperadas por el mercado en el progreso del cultivo. Pero también impactaron las restricciones por coronavirus en el mundo ante el avance de la variante Delta, que podría afectar a la demanda de granos.
La posición agosto de la oleaginosa cayó USD 9,70, un 1,9%, lo que dejó el valor de la tonelada en USD 511,60, mientras que los contratos con vencimiento el mes próximo registraron bajas de USD 11,80 y cotizan a USD 486,60 la tonelada.
Según los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los precios de la soja también recibieron el impacto de los pronósticos climáticos para la primera mitad del mes que indican un clima más fresco y mayor probabilidad de precipitaciones en el medio-oeste de Estados Unidos, justo en el momento donde la gran mayoría de los lotes ingresan en su etapa de definición de los futuros rendimientos.
Por otro lado, cayeron los precios del maíz, como consecuencia de los pronósticos de precipitaciones que beneficiarían al cereal sembrado en las zonas productivas del medio oeste de los Estados Unidos, y los de trigo por las expectativas de menor producción en Rusia y Estados Unidos, tras las subas de ayer que fueron las más importantes en tres semanas.
La posición septiembre del maíz cayó USD 3,10 y cotizó a USD 216,90 la tonelada, y la misma posición del trigo registró bajas de USD 1,70 y la tonelada cotiza a USD 266,30.
En los últimos meses los buenos precios internacionales permitieron a la Argentina registrar un ingreso de divisas por las exportaciones agroindustriales que se ubicaron en un nivel récord. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) detallaron que el sector agroexportador liquidó en julio divisas por USD 3.520 millones y sumó en lo que va del año USD 20.179 millones en concepto de divisas al Estado argentino, casi igualando la suma de USD 20.274 millones que había aportado en 2020.
En los primeros 7 meses de este año el sector arrimó a las arcas oficiales casi la misma cantidad de divisas que en todo 2020. Esto se debe en grandísima medida al aumento de los precios internacionales de los principales cultivos de la Argentina (soja, maíz, trigo y girasol) y de sus derivados, pero también desmiente las acusaciones oficiales que acusan al sector de “retener” especulativamente su producción a la espera de una devaluación. De hecho, el aporte de las agrodivisas fue crucial para que el Gobierno pueda sostener su actual política cambiaria.
Embarques
Por otro lado, en el primer semestre del año los embarques de granos, subproductos y aceites alcanzaron un total de 48,8 millones de toneladas, un 10,9% de caída interanual, como consecuencia de la merma en la carga de granos, por las menores cosechas de trigo y soja, totalizando los 27,9 millones de toneladas, un 19% de baja que el volumen alcanzado en el mismo período de 2020. Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario.
En relación a los embarques de subproductos, los mismos se ubicaron en 16,5 millones de toneladas, un 2,8% menos en relación al primer semestre del año pasado, cuando se embarcaron unas 17 millones de toneladas. Todo lo contrario sucedió con los embarques de aceites vegetales, que en medio de una fuerte demanda del mercado internacional, se ubicaron en 3,7 millones de toneladas, son unas 874 mil toneladas más que en los primeros seis meses del 2020.
Y también se destacaron los embarques de cebada y de sorgo: la cebada creció 18% respecto del 2020, mientras que el sorgo más que duplicó los despachos de los primeros seis meses del año anterior. “En ambos casos, esto se debe a la fuerte demanda china por ambos cultivos, particularmente para destinarse como uso forrajero”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
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