La economía sueca ya superó el nivel de prepandemia. El PBI del país escandinavo creció en el segundo trimestre un 0,9% respecto del primero, pero acelerando mes a mes, al punto de que en junio creció 2,5% y, según precisó David Oxley, de Capital Economics, citado por la agencia Reuters, ya está 0,6% por sobre el nivel que tenía al inicio de la pandemia. Además, el ministerio de Finanzas revisó hacia arriba sus proyecciones y calcula que 2021 cerrará con un crecimiento del 4,7 por ciento.
El año pasado Suecia fue uno de los países que menos restringió la circulación en el marco de la pandemia de coronavirus: prefirió apelar a la responsabilidad ciudadana y fue muy criticada, en especial al principio, por sus resultados sanitarios, con tasas de contagio y muerte por covid muy superiores a las de vecinos como Dinamarca y Noruega, en buena medida debido a una fuerte ola inicial de muertes en geriátricos y grupos de inmigrantes.
Suecia fue también criticada por Alberto Fernández. El 8 de mayo del año pasado, cuando anunció una de las tantas extensiones de la cuarentena y las víctimas mortales del virus en la Argentina no llegaban a 300, tras exhibir unas filminas y en respuesta a críticas del exministro macrista Alfonso Prat Gay, de que esa medida estaba “destruyendo” la economía, el presidente apuntó explícitamente el enfoque sueco sobre la pandemia. “La verdad que lo que veo es que Suecia, con 10 millones de habitantes, cuenta 3.175 muertos por el virus (,,,) Si seguimos el ejemplo de Suecia, tendríamos 13 mil muertos”, dijo el presidente, ofuscado.
Estocolmo responde
“Suecia es un ejemplo de terror en la Argentina”, tituló un medio sueco sobre los dichos de Fernández, y el gobierno socialdemócrata del primer ministro Stefan Löfve, un ex obrero forestal y soldador metalúrgico, se vio obligado a responder. “Es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países”, dijo desde Estocolmo el líder de la estrategia epidemiológica oficial, Anders Tegnell, subrayando que su objetivo también era “salvar vidas y proteger la salud pública” y que “pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor”.
Días después, sin embargo, el presidente argentino volvió a criticar la estrategia sueca en una reunión virtual del “Grupo de Puebla”, comparando los resultados sanitarios de Suecia con los de su vecina Noruega y apuntándole además a la economía. “El problema no está entre los que queremos una economía abierta o no. Porque parece que los que tienen menos propensión a cuidar la vida tampoco tienen buenos resultados económicos. Esto muestra que las estructuras económicas son débiles”, dijo, apuntándole explícitamente a Suecia. Sucedía que la economía sueca, pese a sus más relajadas medidas de circulación, sufría los efectos de una fuerte inserción internacional: el país exporta anualmente unos USD 160.000 millones, y el comercio mundial se había desplomado.
Qué dicen los datos
Aun así, la caída del PBI argentino en 2020 (9,9%) fue más de tres veces y media superior a la contracción del PBI sueco (2,8%). Suecia ya superó el nivel del PBI de prepandemia, mientras el PBI argentino estará a fines de 2021 -aunque se cumplan los últimos pronósticos del funcionarios del Gobierno, como el ministro Matías Kulfas, de un “rebote” del 7%- todavía casi 4% debajo del nivel de 2019, un año fuertemente recesivo. De hecho, según los últimos datos publicados por el FMI y el Banco Mundial, en 2020 la Argentina descendió cuatro puestos (del 26 al 30) en el ranking internacional de países ordenados por tamaño de su PBI, siendo superado por Austria, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda e Israel. Según la medición de las dos entidades multilaterales, el PBI argentino en dólares cayó a su nivel más bajo desde 2009,
En cuanto a los resultados sanitarios, al domingo 1 de agosto Suecia registraba 14.617 muertes por covid, contra 105.721 de la Argentina y una tasa de muertes por habitante casi 40% inferior a la de nuestro país. Aunque el propio Tegnell, responsable de la estrategia sanitaria sueca, reconoció que habían reaccionado tarde a la situación, lo cierto es que la nación escandinava realizó casi el triple de testeos por habitante que la Argentina, para aislar a los contagiados y limitar la propagación del virus.
La recuperación económica sueca avanza condicionada a la evolución de la economía, el comercio, el transporte y la logística mundiales. Pero con los procesos de vacunación en su territorio y en Europa acelerándose, los últimos resultados superaron las expectativas: el PBI del segundo trimestre fue 10% más alto que el del segundo trimestre de 2020, el peor momento de la pandemia, y hacia abril de este año las exportaciones habían crecido un 22,3% anual. “Los indicadores apuntan a un crecimiento robusto y para los próximos trimestres esperamos que superen nuestro pronóstico del 4,5% en 2021”, dijo el economista Torbjorn Isaksson, también citado por Reuters.
A su vez, según el informe de la última revisión de “Artículo 4” que el FMI hizo en marzo pasado de la economía sueca, la inflación sería este año del 1,5%, menos de la mitad del aumento de los precios en la Argentina en cada uno de los últimos meses 7 meses y menos de un tercio de la inflación de marzo pasado.
Aún hoy es difícil comparar estrategias y resultados de países con condiciones económicas y estructuras sanitarias y educativas tan diferentes. Es cierto, además, que Suecia tuvo peores resultados sanitarios que los de sus vecinos escandinavos. Tenía razón el gobierno socialdemócrata sueco cuando hace 15 meses señalaba que era muy temprano para saber “qué estrategias sanitarias funcionan mejor”. Lo mismo vale, al parecer, para las estrategias económicas.
SEGUIR LEYENDO: