Los renovados controles de cambio multiplicaron los precios del dólar en el mercado financiero y, como cada vez que se crean distintos precios para un mismo activo, aparecen oportunidades para operadores avezados y siempre dispuestos a hacer una diferencia. En particular, los topes a las operaciones con bonos soberanos que buscaron volver menos visibles los movimientos del dólar “contado con liquidación” hicieron que diferentes variantes de esa modalidad arrojen precios distintos y, por lo tanto, permitan comprar barato y vender caro para obtener una ganancia. Uno de los “rulos” disponibles, aunque no libre de riesgo, permite ganar más de $178.000 en apenas dos días. La operación se puede repetir una vez por semana.
La existencia de distintos tipos de cambio paralelos abren la posibilidad de realizar todo tipo de arbitrajes que premian la velocidad de operadores del mercado financiero atentos. Por ejemplo, cualquier persona con acceso al mercado mayorista del dólar que logre encontrar el camino para revender a tipo de cambio libre obtiene una ganancia en pocas horas. La operatoria, basada generalmente en sobrefacturaciones de importaciones, es ilegal y está castigada por el Banco Central. Pero sólo es posible gracias a la brecha cambiaria.
Sin embargo, no es necesario violar normas cambiarias para realizar un arbitraje entre dos cotizaciones diferentes del dólar. Y menos aún desde que la Comisión Nacional de Valores y el BCRA endurecieron el cepo cambiario en un intento por calmar al dólar contado con liquidación. Al limitar la cantidad de divisas que se pueden comprar con bonos como el Bonar 30 (AL30) y el Global 30 (GD30), al tiempo que la autoridad monetaria vende dólares para mantener baja la paridad cambiaria implícita en esos papeles, ahora hay cotizaciones de contado con liquidación libres y subsidiadas. El truco está en comprar la más barata para, luego, revender en la más cara.
Una de las oportunidades que se abrieron con los nuevos controles fue detallada por Mauro Cognetta, magister en finanzas, en un mail para sus clientes.
“El Gobierno interviene el contado con liquidación para que figure en los medios periodísticos un dólar libre estable y poner un freno a la suba. Compra dólares de la exportación en el mercado formal a precios oficiales bajos que incrementan reservas, pero rápidamente salen de las mismas ya que con esos dólares compra Bonar 30 y vende en pesos los mismos bonos. Esteriliza moneda y le pone un techo transitorio a la brecha. Eso hace que el dólar contado con liquidación implícito en el Bonar 30 esté subsidiado (artificialmente bajo, en términos relativos a sus comparables)”, señaló el asesor financiero.
“En cambio el contado con liquidación que se opera por Bonar 30 o Letras del Tesoro a Descuento (Ledes) está $10 más caro. Esos $10 se pueden ganar, o arbitrar como se dice en la jerga bursátil, comprando lo barato y vendiendo lo caro”, agregó.
Hay dos formas de aprovechar los precios desarbitrados. Una con pesos y otra con dólares.
- Si se empieza con pesos, consiste en comprar el Bonar 30 (AL30) en contado inmediato, a los 2 días se lo vende contra AL30C (mismo bono peso en dólares “cable”) y se obtiene los dólares contado con liquidación. Acto seguido y en ese mismo día todo junto, se compra también en contado inmediato la Ledes más corta con dólares (SG1C) y se vende esa misma letra a cambio de pesos (misma letra, pero bajo el código S31G1). El rulo se empieza en pesos y se termina en pesos, pero con una ganancia al haber comprado dólares en $169,02 y vendido en $179,25 si se calcula a precios de cierre del jueves 29 de julio.
- Si se empieza con dólares, la operación es la inversa. Se vende los dólares comprando la Ledes más corta (SG1C) en su cotización en moneda extranjera y vendiendo a cambio de pesos (misma letra, pero bajo el código S31G1) y, en ese mismo día y con esos mismo pesos, se compra en contado inmediato Bonar 30 en pesos (AL30) para, luego de 2 días de parking vender ese mismo bono contra dólares cable (AL30C) y volver a los dólares originales.
“El dólar contado con liquidación implícito en el Bonar 30 esté subsidiado (artificialmente bajo, en términos relativos a sus comparables)” (Cognetta)
Con la primera operación, dado el tope de 50.000 bonos nominales que se pueden operar como máximo, a precios del jueves esta operatoria permitía ganar hasta $178.355,96 por semana, sin contar comisiones. Implica invertir $3.022.000 y el resultado esperado es de $3.200.356.
Con la segunda, se puede obtener USD 996,42 tomando los precios del mismo día. Implica, dados los topes a la operación, invertir USD 16.883 con la expectativa de obtener USD 17.879,42 al final.
Riesgos
El hecho de que haya un rulo disponible para que los operadores más experimentados hagan sus movimientos no implica que se trate de un negocio garantizado. Hay dos elementos que agregan riesgo a la operación.
El primero es el parking: la Comisión Nacional de Valores impone un período de permanencia en cartera obligatorio de 48 horas para los títulos de deuda (Bonar 30) que se utilizan para operar dólar cable. Un movimiento abrupto de los precios de los bonos durante esos dos días de espera puede hacer desaparecer toda la ganancia esperada.
El segundo riesgo es regulatorio. Quienes se juegan a operar con estas brechas entre dólares están, al fin y al cabo, haciendo dinero con una normativa que alteró al mercado. Y así como se gana con normas, un cambio de normas puede echar a perder la estrategia. No es algo inimaginable, le pasó a operadores pocas semanas atrás cuando estaban en pleno plazo de parking y la CNV publicó sorpresivamente nuevas restricciones.
Una aclaración importante es que las Ledes que se utilizan para operaciones cambiarias son las de vencimiento más corto. Así, cada mes, la más operada con este fin vence y el mercado se mueve a la siguiente. Vencidas las mencionadas más arriba, el mercado se mueve a las que vencen en septiembre.
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