Tras tres meses en receso, el humor de los argentinos mejoró en forma extendida en todo el país. La flexibilización de la cuarentena con la llegada de vacuna y la menor inflación habrían sido los principales motivadores.
Según el informe con los resultados del relevamiento de opinión de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, “el fuerte incremento en el Índice de Confianza al Consumidor en julio requiere de un análisis más detallado. No se observaba una variación tan alta en el índice desde junio de 2019. No es común observar cambios tan fuertes, sólo en 20 oportunidades desde 2001 se vieron incrementos mensuales de 9% o más. Es cierto que este incremento se da luego de varios meses de retracción, y para el agregado del año esta variación ha sido tan solo una corrección a una caída”.
Claramente, julio resultó un mes atípico en general, puesto que por un lado el Gobierno dio un giro de 180 grados en su política sanitaria, al recibir la donación de vacunas contra Covid-19 del gobierno de los EEUU y retomar las negociaciones para el ingreso en firme de las elaboradas por Pfizer, y flexibilizó la cuarentena de aislamiento social preventivo que había ampliado en mayo, y por el otro, se movilizaron los mercados financieros y de cambios con la escalada de la cotización del dólar libre, la caída de la Bolsa y la sangría de reservas del Banco Central, en respuesta a la persistencia de un alto índice de inflación, y la debilidad que mantuvo la actividad económica general, con repunte respecto de muy pobres niveles del año anterior, pero caída en el cotejo intermensual.
No se observaba una variación tan alta en el índice desde junio de 2019. No es común observar cambios tan fuertes, sólo se vieron en 20 oportunidades desde 2001
La conjunción de esos factores posibilitó cortar con una racha de tres meses consecutivos con caída de la confianza de los consumidores, aunque aún persisten en niveles muy deprimidos, en todos los casos, a nivel regional, por debajo del 40% sobre un óptimo del cien por cien.
La confianza del consumidor aumentó 10,1% en Capital Federal (CABA); 2,9% en el Interior del país, y 12,7% en el Gran Buenos Aires (GBA) y, siempre respecto al mes previo. En la comparación interanual, en los dos primeros casos, los indicadores del CIF presentaron contracciones de 3,8% y 10,3% mientras que, por el contrario, en el mayor aglomerado poblacional que conforma el AMBA, GBA, aumentó 5,9 por ciento.
“El menor aumento de la ICC en el Interior podría llamar la atención, pero se debe tener en cuenta que en esta región el indicador se ha visto menos afectada por la Pandemia respecto al Conurbano Bonaerense. Si se comparamos julio de 2021 con el índice previo al inicio de la crisis sanitaria, febrero de 2020, se ve que el Interior acumula una caída de 10% y GBA del 15,2%”, destaca el análisis de la casa de altos estudios.
Y recuerda que el CIF que “en agosto de 2020, cuando se habían flexibilizado las condiciones de la cuarentena, también se había registrado un incremento mensual muy alto, de 8,2%, pero que luego se diluyó. Por lo que será clave lo que suceda en los próximos meses respecto a la confianza para inferir que se consolida un cambio”.
Respecto a los subcomponentes del índice, se observa una mejora en todos, pero muy especialmente en el componente de Bienes Durables e Inmuebles, que subió mensualmente 23,3%. Es cierto que parte de esta suba se debe a que había caído mucho en los meses previos; en el acumulado anual (respecto a diciembre de 2020) cae 8,1%. La Situación Personal mejora mensualmente 8,8% (2,8% en el acumulado del año) y la Situación Macroeconómica sólo aumenta 2,79% (con una caída en el acumulado anual de 6,7 por ciento).
Por nivel de ingresos del individuo, el relevamiento privado también acuso una mejora generalizada en la confianza, aunque subió más en los sectores con más recursos monetarios, 11,8%, que en las de menores, 6,6%, siempre respecto a junio.
Esos índices, que son el resultado del relevamiento de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (CIF) a 1.200 personas radicadas en los principales aglomerados urbanos del país, acumulan caídas generalizadas desde el inicio del gobierno del Frente de Todos de 10,6% en el promedio general; 6,8% en CABA; 7,4% en GBA y 18% en el interior del país.
Mientras que la “situación personal” se deterioró 9,6%; la percepción sobre la macroeconomía se derrumbó 29,3%; y sólo, como “refugio de valor” aumentó 55,9% la decisión de compra de bienes durables, como automotores, electrodomésticos y propiedades inmuebles, en pariticular de quienes contaban con ahorros en dólar billete.
“La tendencia de mediano plazo ha sido de un deterioro de las Expectativas Futuro”
Las expectativas para el futuro inmediato no lucen positivas. Si bien las Condiciones Presentes y de Expectativas Futuras mejoraron en comparación con las observadas en junio, las primeras lo hicieron con mayor intensidad (18,7%) que las segundas (4,4%). De ahí que según la metodología el Centro de Investigación en Finanzas de de la Universidad Torcuato Di Tella, “la tendencia de mediano plazo ha sido de un deterioro de las Expectativas Futuro”.
Claramente, la inestabilidad del tipo de cambio que ha llevado a iniciar un nuevo ciclo de sangría de las reservas del Banco Central, perdió más de USD 400 millones en los últimos tres días, con operaciones de intervención para contener el precio de los dólares financieros; la ausencia de claros incentivos a las empresas para recrear un clima de inversión que tonifique el empleo privado; y el regreso de la emisión del BCRA, disfrazado en el “giro de utilidades contables” a la Tesorería, son factores que contribuyen a mantener en bajos niveles la confianza de los consumidores, más allá de la buena noticia de la mayor disponibilidad de vacunas contra Covid-19, aunque, según los expertos, persiste un bajo ritmo de inoculación, en particular de la segunda dosis a los adultos mayores.
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