Para invertir en criptomonedas, es necesario entender qué estamos comprando. Una criptomoneda no es más que una moneda como el peso, el dólar, el euro o cualquier otro tipo de dinero fiduciario. Lo que diferencia a una moneda tradicional, de una criptomoneda, es que esta última tiene su respaldo en una red de bloques o “blockchain”.
Blockchain es una estructura matemática que sirve almacenar datos de manera tal que es prácticamente imposible de falsificar. Es a modo sencillo, un libro electrónico público que se puede compartir abiertamente entre los usuarios y que crea un registro de sus transacciones que no puede ser modificado. Esto da un alto nivel de transparencia en las cadenas de bloques.
Actualmente las criptos están de moda debido a los altos rendimientos que han dado. No pagan intereses como tal, sino que han tenido grandes subas de precio, algunas alcanzando rendimientos del 10000 por ciento. Lo que ocurre, es que muchos nuevos usuarios deciden invertir en ellas, y eso crea un aumento de la demanda, producto de ello sube el precio.
El segundo punto para tener en cuenta a la hora de invertir en criptomonedas es que son “activos de renta variable” y sus precios son muy volátiles; esto significa que no sabremos si su precio subirá o bajará, por lo que podremos tanto ganar, como perder dinero. Si hubiéramos invertido 100 dólares a finales del año pasado, hubiéramos llegado a tener casi 1000 a inicios del segundo trimestre de este 2021. Pero, por el contrario, si se hubiera invertido 100 dólares en Bitcoin en el mes de mayo, hoy se tendrían aproximadamente 52.
Es por esto por lo que es necesario determinar exactamente cuánto capital se invertirá en criptomonedas antes de hacerlo, para así ser consciente del riesgo que se está asumiendo. Si bien la inversión se hará con perspectivas de ganar dinero, es bueno solo invertir capital que se esté dispuesto a perder.
El tercer punto es saber que el dinero invertido en las criptomonedas va a estar muy seguro y esto es gracias a las cadenas de bloques. Para “piratear” un sistema tradicional, es necesario pasar por un algoritmo muy sofisticado en una computadora llamada “servidor”. En cambio, para piratear una blockchain, es necesario hackear miles de computadoras alrededor del mundo, y todas al mismo tiempo. Este es el motivo que le da tanta seguridad a las criptomonedas, pero eso no significa que su precio pueda subir o bajar fuertemente en poco tiempo.
Ahora toca decidir en qué tipo de criptomoneda se invertirá, y hay dos grandes estilos de criptos. Existen las denominadas “stablecoins” o criptomonedas estables, y, por otra parte, las volátiles.
Hay dos grandes estilos de criptos: existen las denominadas stablecoins o criptomonedas estables, y, por otra parte, las volátiles
Las criptomonedas estables copian el valor de otro activo, casi la totalidad de las stablecoins siguen el precio del dólar, por lo que, en países con monedas débiles como el nuestro, son consideradas un buen resguardo de valor. Comprar una stablecoin como USDT o DAI en Argentina es equivalente a comprar un dólar, pero evitando el cepo de 200, y totalmente legal.
Por la parte de las criptomonedas volátiles como el Bitcoin(BTC) o Ethereum (ETH) sus precios dependen de la oferta y demanda. Estas son las criptomonedas que más fama tienen porque son las que tienen grandes subas en poco tiempo, y han creado a cientos de nuevos millonarios en los últimos años.
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