Esta semana el Gobierno comenzará a desandar el calendario de vencimientos de deuda con organismos internacionales que le exigiría, hasta fin de año, unos USD 4.700 millones entre compromisos con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París. A este grupo de naciones el Poder Ejecutivo pagará este miércoles unos USD 230 millones, y la semana que viene girará otros USD 350 millones al FMI.
El pago de este 28 de julio al Club de París incluirá organismos y agencias de crédito de Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Israel, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. Los principales acreedores son Alemania y Japón.
Según recopiló la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), este miércoles el Ministerio de Economía pagará poco más de 80 millones de dólares a la compañía de seguros de crédito Euler Hermes y otros 2,2 millones al Banco de Desarrollo del Estado de la República Federal de Alemania.
El pago de este 28 de julio al Club de París incluirá organismos y agencias de crédito de Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Israel, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. Los principales acreedores son Alemania y Japón.
En tanto que a Japón se abonarán 37,7 millones al Banco Japonés de Cooperación Internacional, otros 1,9 millones a la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional y 12,8 millones de dólares a Seguro de Exportación e Inversión. Otros acreedores como Estados Unidos recibirán 14,5 millones de dólares hacia el Export-Import Bank, y 1,2 millones para la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo.
El pago de este miércoles es el primero de los dos que están comprometidos en el marco del entendimiento con ese consorcio de países que anunció Martín Guzmán a fines de junio. La segunda etapa tendrá lugar el 28 de febrero, por otros 198 millones de dólares. De esa forma, el giro que hará el Gobierno argentino al Club de París será de USD 430 millones en ese puente de tiempo que ganó la Casa Rosada hasta marzo.
Luego de ese paso, vendrá la reestructuración completa de la deuda pendiente con ese grupo de naciones, que sin los USD 430 millones girados entre este miércoles y febrero se habría reducido hasta cerca de USD 2.000 millones. En esa negociación -que solo podrá llegar una vez que haya un acuerdo financiero con el FMI- el ministro de Economía buscará renegociar las tasas de interés a las que se actualizaron los saldos.
El acuerdo firmado por el entonces ministro Axel Kicillof incluyó un sistema de tasas de interés que terminó siendo del 9% anual. Según explicó la OPC, “el esquema incluía tres componentes, vinculados al ritmo de repago del capital. Por un lado, un interés básico de 3% anual sobre el saldo residual de la deuda”.
“En segundo lugar, intereses compensatorios a una tasa adicional de 4,5% sobre la diferencia entre el pago objetivo y los montos efectivamente pagados en cada vencimiento. Por último, un interés final de 9% anual que comenzaría a aplicarse a los cinco años desde la entrada de vigencia del acuerdo (mayo de 2019) sobre el saldo remanente”, aseguró ese centro de estudios que depende del parlamento.
La primera propuesta que hizo llegar Guzmán al secretariado del Club de París incluyó un plazo de gracia de dos años, por lo que implicaría comenzar a pagar en 2024 si el acuerdo con ese grupo de países se firmara el año próximo; luego de pasado ese tiempo, una ventana de otros siete años para saldar la deuda, por lo que el esquema oficial previsto por Guzmán tendría vigencia hasta 2031.
El Gobierno busca un plazo de gracia de dos años y otros siete para saldar la deuda pendiente con el Club de París. Además, propuso reducir la tasa de interés desde un 9% anual a un rango de entre 1 a 1,5 por ciento.
Respecto a las tasas de interés con la que se actualizan los saldos, que fue uno de los puntos que más criticó Guzmán del acuerdo firmado por el actual gobernador bonaerense, serían de 1% durante los dos años en que el Gobierno no realizaría pagos y de 1,5% durante el lapso de siete años de pago. De todas formas, se trata de la primera aproximación del Poder Ejecutivo, que deberá ser negociada con el Club de París.
Tras el pago de este miércoles, la semana próxima también tendrá novedades en el frente de la deuda externa. Por un lado, el 1° de agosto, según información del Fondo Monetario, está previsto que el Tesoro le pague al organismo unos USD 350 millones correspondientes a los giros trimestrales que hizo en los últimos años el Estado argentino, como parte de los saldos habituales de membresía del FMI.
Al tratarse de un día domingo, se espera que en los primeros días de esa semana se efectúe el pago. Ese lunes 2, además, la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario se reunirá para discutir la distribución de derechos especiales de giro (DEG) entre sus países socio, por USD 650.000 millones. De ese total, a la Argentina le correspondería unos USD 4.300 millones por poseer cerca del 0,7% de la participación total.
En caso de que ese órgano de decisión del Fondo dé luz verde al reparto de DEG, esa suma podría alimentar las reservas internacionales del Banco Central en los últimos días de agosto, según estiman fuentes del Gobierno argentino y del organismo financiero.
La llegada de esos dólares llegarían justo a tiempo para el tramo más exigente del calendario de deuda, que sobrevendrá entre septiembre y diciembre. En esos meses comenzarán a caer las primeras fechas clave de la devolución del crédito del Fondo Monetario. De acuerdo a la información provista por el organismo, el 22 de septiembre y el 22 de diciembre la Argentina debería repagar casi USD 1.884 millones en cada ocasión, lo que da como total 3.767 millones en ese lapso de tres meses.
El próximo lunes la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario se reunirá para discutir la distribución de derechos especiales de giro (DEG) entre sus países socio, por USD 650.000 millones. De ese total, a la Argentina le correspondería unos USD 4.300 millones por poseer cerca del 0,7% de la participación total.
De esta manera, sumando la exigencia de reservas del Club de París y la del FMI, habría una demanda de divisas a la autoridad monetaria de casi USD 4.700 millones. La dimensión de estos montos implica una presión sobre el Banco Central, que durante la primera parte del año logró acumular reservas por la liquidación del complejo agroexportador y que, se espera, comenzarán a ser usadas durante esta segunda mitad del 2021 para contener el tipo de cambio y evitar tensiones con el dólar antes de las elecciones.
El último sábado, durante el acto oficial del Frente de Todos para presentar las listas electorales que participarán de las legislativas de septiembre, la vicepresidenta Cristina Kirchner hizo un “guiño” a la intención de utilizar esos USD 4.300 millones para saldar esos intereses con el Fondo Monetario: “El FMI decidió entregarle dólares a los países por los estragos de la pandemia. Nosotros no vamos a poder porque en el 2018, después de que en el 2015 tuviéramos un país sin deuda, ahora debemos USD 45.000 millones de dólares al FMI, además de los USD 70.000 que se reestructuró la deuda el año pasado”, dijo la ex presidenta.
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