La primera mitad del año acumuló una inflación de 25,3% y terminó de enterrar en solo seis meses la estimación anual de suba de precios que había planteado el Ministerio de Economía en el Presupuesto 2021, de 29 por ciento. A pesar de que esa proyección tenía algunos puntos porcentuales de margen, de hasta 33%, la inflación esperada no baja del 48% entre consultoras y bancos.
En ese escenario, el Gobierno recalculó su hoja de ruta inflacionaria y sostendrá al menos un objetivo más realista para lo que resta del año: llevar el piso del índice mensual del 3% mensual que rondó mayo y junio según los relevamiento del Indec a una zona del 2% en la segunda mitad del 2021, según pudo saber Infobae de fuentes oficiales.
El Gobierno recalculó su hoja de ruta inflacionaria y sostendrá al menos un objetivo más realista para lo que resta del año: llevar el piso del índice mensual del 3% mensual que rondó mayo y junio según los relevamiento del Indec a una zona del 2% en la segunda mitad del 2021
El proceso de reducción del ritmo de inflación se sostiene desde hace tres meses tras el pico de 4,8% que alcanzó en marzo y el equipo económico entiende que continuará en los próximos meses, apoyado en una cadencia lenta en la devaluación del dólar oficial, el congelamiento de tarifas y en una serie de esquemas de control de precios para el consumo masivo que continuarán en funcionamiento hasta fin de año.
Un informe de la consultora PxQ remarcó, en ese sentido, que “el ancla cambiaria, en conjunto con el congelamiento de combustibles desde mayo y el compromiso de no incrementar más las tarifas de gas, electricidad y agua por lo menos hasta noviembre, son el núcleo de la estrategia para desacelerar el ritmo de evolución de los precios”, mencionó. “En medio del alza en el precio internacional de los alimentos, un mayor ritmo de devaluación y/o un incremento en las tarifas complicaría la estrategia oficial de recuperación del salario real”, concluyó al respecto.
Tras el último dato inflacionario, que mostró una suba de precios interanual de 50%, el Ministerio de Economía ensayó como explicación que el contexto internacional de aumentos de los commodities impulsó un recalentamiento de la inflación en distintos países del mundo, y ejemplificó que Brasil, México y los Estados Unidos tienen índices mucho más altos de lo que esperaban.
“El mundo está atravesando un momento particular, en un contexto de pandemia que afecta globalmente a la economía”, argumentó Economía en un comunicado la semana pasada. En ese sentido, indicaron que “el aumento de los precios de las commodities en el mundo, que afectan entre otras a las principales exportaciones argentinas como la soja, maíz, trigo y girasol, impactan también en los precios de los alimentos que se comercializan en el mercado interno. El incremento en los precios internacionales se traslada a los precios locales impulsando su alza por el ‘shock’ externo”, mencionó el Palacio de Hacienda.
Por otra parte, Economía habló de una “inflación desordenada” que identificó como un fenómeno explicado por la pandemia y que afecta a otros países. “Esta inflación desordenada es un fenómeno nuevo y propio de la pandemia, no solo en Argentina, sino que está haciendo que a otros países también se les complique cumplir con sus metas”, consideró.
El equipo económico entiende que continuará en los próximos meses, apoyado en una cadencia lenta en la devaluación del dólar oficial y en una serie de esquemas de control de precios para el consumo masivo que continuarán en funcionamiento hasta fin de año
Si bien el Gobierno siempre negó estar hablando de un esquema de metas de inflación -como el que sostuvo durante los primeros años de mandato la administración de Mauricio Macri-, Martín Guzmán estableció un sendero esperado de reducción del aumento de precios en el Presupuesto 2021. Esa estimación partió de la base de que este año el Ejecutivo podría recortar unos cinco puntos porcentuales el 36% de suba de precios de 2020.
De hecho, sin establecer objetivos plurianuales, el ministro de Economía planteó a principio de año que las proyecciones de precios no incluirían cifras rígidas pero sí una tendencia de baja de la inflación de 5 puntos porcentuales por año, algo que ya no podrá conseguir en este primer año tras el anuncio de esa intención.
Una pista sobre cuál es el sendero de inflación de los próximos años que espera el equipo económico la dio el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. En una reunión reciente con inversores en la Bolsa de Comercio de Córdoba, el jefe de la cartera productiva admitió que “venimos de tres meses de caída (de la inflación) pero el nivel es alto, de ninguna manera podemos festejar esto”, comentó.
Y en ese sentido, dijo que “estamos en niveles que todavía están lejos de los que necesitamos para plantear una reducción sostenida de la inflación. Estamos convencidos que en los próximos meses va a continuar bajando y esperamos así estar en una zona más cerca del 2% mensual que al 3%, como vimos en las últimas mediciones”, aseguró ante los empresarios.
“Estamos convencidos que en los próximos meses va a continuar bajando y esperamos así estar en una zona más cerca del 2% mensual que al 3%, como vimos en las últimas mediciones” (Kulfas)
Martín Guzmán, por su parte, apuntó que “lo que hoy vemos es que la inflación intermensual está bajando. Nosotros habíamos dicho que marzo iba a ser el mes de inflación mensual más alta, y lo fue. En abril fue más baja y en mayo más baja y ahora la de junio, más baja que la de mayo. Y eso es lo que esperamos que continúe en los meses próximos”, dijo en una entrevista reciente.
El Gobierno además planteó en público una agenda a futuro para tratar de mitigar los índices mensuales. En ese sentido, el último informe de Jefatura de Gabinete al Congreso adelantó que “se continuará con el proceso de acuerdos de precios como elemento adicional al esquema integral de política de manera de mitigar el impacto de ciertos fenómenos internos y externos que afectaron la dinámica inflacionaria en los primeros meses del año”.
Además, mencionó que fenómenos como la suba de precios internacionales “son transitorios y se espera que no se mantengan durante el resto del año 2021, por lo que es esperable la inflación transite un sendero de desaceleración gradual en los próximos meses”, consideró Jefatura de Gabinete.
Por último, habló sobre el rol que tendrá el Banco Central en los próximos meses, que administrará un ritmo devaluatorio en “cámara lenta” en lo que resta del año. “La autoridad monetaria adecúa el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio con el fin de contener las subas de precios de los bienes transables e influir sobre las expectativas inflacionarias”, admitió el Gobierno en el intercambio de preguntas y respuestas con la oposición”.
Las estimaciones privadas no creen que en lo que reste del año la inflación tenga una reducción considerable respecto al 3,2% que marcó junio. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, en el que participan consultoras y bancos, en julio podría quebrarse el piso de 3% que tenía el IPC.
Pero de todas formas, eso no implicaría un recorte sostenido en la suba de precios, ya que solo prevé una caída hasta un índice mensual de 2,7% entre septiembre y noviembre, con un repunte de 3,1% hacia diciembre, posiblemente motorizada por alguna corrección cambiaria estimada luego de las elecciones parlamentarias.
El REM mostró que el sector privado aguarda que el IPC anual termine siendo en 2021 de 48%, un índice similar al que midió, por ejemplo, Latin Focus, en un sondeo entre un grupo similar de consultoras, bancos y fondos de inversión. En ese caso, la suba de precios del año terminaría en torno del 48,8 por ciento.
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