El multitudinario acto del 9 de julio en San Nicolás, en el cual en sector agropecuario y representantes de otras actividades manifestaron su descontento con las políticas adoptadas por el Gobierno nacional –para el campo y la sociedad en general–, sigue dejando tela para cortar, sobre todo, en lo que concierne a cuáles serán los próximos pasos a seguir por la conducción gremial del sector.
Si bien los dirigentes de la Mesa de Enlace mantienen diálogo con funcionarios nacionales, en especial con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, quienes prometieron la flexibilización del cepo a la carne en los próximos días, los presidentes de las entidades de productores pretenden una apertura total de la medida gubernamental, al mismo tiempo que tienen en sus planes avanzar con otros reclamos del sector. La necesidad de decisiones rápidas por parte del Ejecutivo se vuelve una necesidad para los representantes.
”Si el Gobierno no tiene una visión clara del daño, cuidado, porque vamos a ir a un país con muchos problemas y si no tiene la capacidad de dialogar hay que llamarle la atención a través de las medidas como la de San Nicolás” (Chemes)
Sobre todo, porque los productores autoconvocados, que fueron los organizadores del acto de San Nicolás, ya plantean continuar con su plan de lucha e inclusive pusieron un plazo de 20 días para que la administración de Alberto Fernández responda a sus reclamos materializados en una proclama, caso contrario la acción gremial se profundizará.
Ante este complejo contexto, el Círculo de Periodistas Agropecuarios de Córdoba y la Universidad de Innovación Agropecuaria AgroGlobal, organizaron un conversatorio con los presidentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino; de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes; de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni; y el titular interino de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Elbio Laucirica. Allí dejaron en claro el descontento creciente con las medidas y la decisión de hacerse escuchar, como así también remarcaron la necesidad de llevar el diálogo hasta las últimas consecuencias.
En este sentido, Chemes consideró que la sociedad funciona como una cadena y que cuando “las decisiones del Gobierno afectan a uno de los eslabones, uno importante como el sector agropecuario, no hay ninguna duda que se va a haber afectada el resto de la cadena. Si el Gobierno no tiene una visión clara del daño, cuidado, porque vamos a ir a un país con muchos problemas y si no tiene la capacidad de dialogar hay que llamarle la atención a través de las medidas como la de San Nicolás. El desafío es o que el Gobierno entienda bien o va a ir entendiendo en base a los reclamos que va a ir recibiendo de diferentes sectores de la sociedad”.
Por su parte, Laucirica sostuvo que “las entidades tienen que dialogar con los funcionarios que estén en el área y tengan las competencias necesarias para tomar las decisiones. Este tema salió en la última reunión (con Kulfas y Basterra, el lunes pasado) porque cada vez que hablamos hemos encontrado una buena disposición, en una actitud muy comprensiva, pero las decisiones no aparecen y no se concretan. Estamos en un momento acuciante y necesitamos que estas decisiones se tomen de manera rápida, porque los prejuicios son notables y lo que ellos buscan (bajar el precio de la carne) no se logra”.
“El diálogo, siempre y cuando sea constructivo y no quede en palabras hueca, es lo último que hay que romper” (Pino)
En la misma línea, Achetoni, que se encontraba a la expectativa, al igual que sus pares, de la publicación de un decreto flexibilizando el cepo a la carne como adelantó el lunes Infobae, remarcó que “uno tiene que ser orgánico y respetar a las autoridades, pero el respeto no significa abdicación, sino que se le pida con altura lo que deben cumplir y en esto sí creo que hay que dirigirse a los ministros competentes y al Presidente para que atienda la situación. Si después deben pedir autorización a algún Instituto, depende de ellos”.
A su turno, Pino, el nuevo presidente de la SRA, afirmó: “El diálogo, siempre y cuando sea constructivo y no quede en palabras hueca, es lo último que hay que romper. Tenemos la responsabilidad como dirigentes de llevar a la Argentina a un buen destino, pero sí tenemos que pedir que no queremos ir de banquina en banquina. Argentina no se puede dar el lujo de producir comida para todo el mundo y tener 40% de pobreza. Todos tenemos que colaborar y le exigimos a la clase política y al Gobierno que haga lo que tiene que hacer para que todos conduzcamos a ese camino virtuoso”.
Autoconvocados
Los productores autoconvocados que organizaron el acto en San Nicolás hicieron público un duro documento esta semana, en donde instaba a los diferentes niveles y poderes del Estado dar respuesta a los reclamos del sector incluidos en la proclama de 8 puntos que se diseñó tras el cierre de la protesta en la ciudad bonaerense. De no haber “medidas concretas” en 20 días plantean un plan de lucha, como así también ponen condiciones al diálogo.
Al ser consultados los titulares de las entidades sobre el documento de los autoconvocados, manifestaron que hay acuerdo en los puntos, pero que las metodologías de proceder son diferentes entre las instituciones y los autoconvocados, al mismo que afirmaron no sentirse presionados por su accionar. “Tiene que ser un ida y vuelta. Somos pares. No tenemos ningún tipo de presión, sino que, a veces, la forma de encarar o ver las cosas cuando no te toca estar liderando una institución, lo ve de diferentes maneras y nosotros tenemos que adecuarnos a ciertas circunstancias por las acciones que las entidades vienen realizando con los diferentes temas”.
Por su parte, Chemes aseguró que ninguno de los titulares se sienten presionados y marcó que “si analizamos los objetivos a dónde apuntan, estamos hablando de los mismos problemas. La diferencia es en la metodología que se quiere llevar adelante. Los autoconvocados tienen una metodología diferente a la nuestra, donde probablemente no exista la paciencia para el diálogo que tenemos las entidades, pero nosotros tenemos que mantener esa paciencia porque estamos institucionalizados. Tenemos que ser prolijos y ordenados y siempre tiene que haber alguien que mantenga el diálogo mientras otros sector empuja con otras herramientas”.
“Yo creo que no estamos enfrentados, sino que se puede armar un trabajo en conjunto, pero se debe ser ordenado, que cada uno ocupe su lugar pero que ninguno empuje al otro a un lugar que no le corresponda. Puede ser muy importante si logramos ordenar esta labor de los dos sectores y creo que el Gobierno tiene que escuchar a todos”, agregó Chemes.
Por último, Achetoni señaló que “cuando uno no tiene temor de la que está haciendo y no está traicionando a sus propias bases ni a ningún productor, no siente ninguna presión sino que siente un respaldo. Obviamente, nadie nos marca la cancha. A mí no me la marcan algunos de la interna que salen agitar banderas dentro de la federación, no me la van a marcar de afuera tampoco. Sí tenemos que buscar coincidencias con todo el mundo para que un frente tan amplio y fuerte con el sector agropecuario se unifique y con el respeto por las autoridades, pero pidiendo el respeto de las autoridades hacia el sector. En ese camino siempre vamos a estar trabajando y caminando con quien sea”.
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