El Gobierno pasó la prueba que afrontó ayer en la segunda licitación de deuda del mes en que vencían $110.000 millones en bonos del Tesoro en pesos en el mercado local. Como resultado, la Secretaría de Finanzas cubrió ese monto y además terminó con un financiamiento neto cercano a los $9.000 millones, por lo que descomprimió uno de los tramos más críticos de exigencia financiera, que hasta fin de año implicará cubrir unos 1,2 billones de pesos.
El Estado obtuvo en total $119.238 millones a través de la colocación de siete bonos y canjeó otro título que vencía en agosto por $216.312 millones a cambio de letras con plazos más largos, según informó el Ministerio de Economía. Los instrumentos a tasa nominal (Lede y Lepase) representaron el 73,5% de la licitación y el restante 26,5% se emitió con instrumentos ajustables por CER, es decir atado a la inflación. Este dato fue leído por funcionarios cercanos a Guzmán como un guiño del mercado al dato de desaceleración de la inflación, que si bien se mantiene por encima del 3%, acumuló tres meses seguidos de un ritmo menor al mes anterior.
En la licitación se recibieron 716 ofertas, adjudicándose un total de $128.586 millones de valor nominal lo que representó un efectivo de $119.238 millones. A tasa fija hubo tres reaperturas de letras a descuento (Ledes) con vencimientos 29 de octubre, 30 de noviembre, 31 de diciembre, y una nueva letra con vencimiento al 31 de enero. En el segmento de instrumentos a tasa variable se ofreció un instrumento a tasa de pases pasivos (Lepase) con vencimiento el 29 de octubre. En lo que respecta a instrumentos con capital ajustable por CER, se ofrecieron las reaperturas de las letras con vencimiento 28 de febrero y 23 de mayo 2022.
Además de cubrir los $110.000 millones y quedarse con un fondeo neto de $9.000 millones, la Secretaría de Hacienda realizó un canje de activos para reducir el peso de los vencimientos del Boncer que tenía fecha de pago en agosto. Economía ofreció una canasta compuesta por Lecer con vencimiento 30 de junio 2022 (25% de la canasta), Boncer TX23 (35%) y Boncer T2X3 con cierre en 2023 (40 por ciento).
El valor total adjudicado implicó reducir el vencimiento del próximo 5 de agosto en unos $216.312 millones, contra los $450.000 millones correspondientes al mes próximo. Así, se redujo cerca del 58% el vencimiento de Boncer TX21 y descomprimió las necesidades de cobertura de pagos, en el tramo más exigente del año.
Además de cubrir los $110.000 millones y quedarse con un fondeo neto de $9.000 millones, la Secretaría de Hacienda realizó un canje de activos para reducir el peso de los vencimientos del Boncer que tenía fecha de pago en agosto
De acuerdo a datos oficiales, hasta antes de la operación de canje hecha este martes, los vencimientos de deuda en pesos para agosto sumaban 525.000 millones de pesos. Tras la conversión de activos completada, esa cifra se redujo a $264.000 millones, un número apenas inferior al que tiene este mes.
Los próximos meses también incluye una agenda de vencimientos “pesada” para el Tesoro nacional. En septiembre serán unos $380.000 millones, en octubre casi $240.000 millones, en noviembre poco menos de $280.000 millones y $83.000 millones en el último mes del año. En total, más de 1,2 billones.
Un funcionario cercano a Martín Guzmán estimaba este martes que cerca del 60% de los vencimientos de deuda en pesos se concentran entre diciembre de este año y mayo de 2022, por lo que apuntan a seguir extendiendo ese plazo promedio.
Un informe de la consultora Equilibra pronosticó recientemente que “el programa financiero en pesos se volverá sumamente exigente en el segundo semestre: el Tesoro deberá cubrir un déficit primario de $1,3 billones, mientras que estimamos que los vencimientos a renovar (principal e intereses) superarán en casi un billón de pesos a los del primer semestre, sumando unos 2,3 billones de pesos”.
Un funcionario cercano a Martín Guzmán estimaba este martes que cerca del 60% de los vencimientos de deuda en pesos se concentran entre diciembre de este año y mayo de 2022.
“Con un desempeño similar al del primer semestre en términos de financiamiento neto (no así en ratios de rollover dada la mayor carga financiera), el Central deberá asistir al Tesoro en unos $900.000 millones. El acumulado del año cerraría con asistencia del BCRA al Tesoro por 2,9 puntos del PBI”, concluyó el informe.
La semana próxima comenzará a funcionar el nuevo programa de Creadores de Mercado, un plan de desarrollo del mercado de capitales local diseñado por Economía con asesoramiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aumentar el fondeo a las licitaciones del Tesoro.
El esquema implicará una serie de obligaciones e incentivos a grandes bancos y Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC) que tendrán como misión garantizar una “ventanilla” de oferta y demanda permanente por esos bonos y que eso disminuya, por un lado, volatilidades en la cartelera en un mercado de capitales pequeño como el argentino y, por otro, que sirva como referencia de precio.
Los Creadores de Mercado tendrán una serie de obligaciones ante el resto de los inversores. Por un lado, deberán tener una participación mínima en cada licitación de bonos del Tesoro. En este caso, la secretaría de Finanzas incluirá en el programa a los Lecer, Ledes y Lepase.
La semana próxima comenzará a funcionar el nuevo programa de Creadores de Mercado para aumentar el fondeo a las licitaciones del Tesoro
Ese piso de participación fue de 1,5% del total adjudicado, que deberá ser constante en el calendario de colocaciones de títulos públicos. Pero también tendrán que mantener ese nivel mínimo de participación en el mercado secundario, una vez que esos bonos o letras hayan sido licitados. De esa manera, deberán protagonizar al menos el 1,5% del volumen operado total diariamente. Además, estarán obligadas a tener actividad en al menos tres horas de cada rueda de negociación.
Es en este momento cuando entran en juego los inversores minoristas. Una presencia permanente de oferta y demanda de los títulos les dará más liquidez, menos volatilidad y referencias de precio más claras a los ahorristas que quieran invertir en esos bonos y letras, argumentan en la secretaría de Finanzas.
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