Bruni: el restaurante donde tocaba Charly García y el que Francella elegía para sus cumpleaños

El local, propiedad del reconocido músico de rock Fabián “Zorrito” Von Quintiero, tuvo que cerrar como consecuencia de la crisis económica y la pandemia

Von Quintero junto a Guillermo Francella

Después de haber tocado con los más grandes músicos de la Argentina, como Charly García, Gustavo Cerati y Juanse, entre otros, el tecladista Fabián “Zorrito” Von Quintiero decidió hacer realidad otro de sus sueños, abrir su propio restaurante.

En la esquina de Sucre y Castañeda, en plena zona del Bajo Belgrano, abrió unos años atrás sus puertas Bruni, un local gastronómico de ambientación elegante y sofisticada por el que pasaron grandes personalidades del espectáculo, el arte y la cultura.

Por la coyuntura económica actual, y agobiado por el “IVA, ingresos brutos, ART, seguros de vida, seguridad social, cuota sindical, retenciones, percepciones” y otros impuestos, su propietario decidió ponerle un punto final a este proyecto y el lugar cerró definitivamente.

El chef Francis Mallmann junto a su familia y a su colega Pablo Massey, en Bruni

Desde pequeño, la vida de Quintiero giró alrededor de la comida, ya que su padre había abierto su primer restaurante en una cantina de Villa Urquiza. Sus orígenes italianos de la rama paterna y los criollos, de la materna, lo ayudaron al músico a fusionar lo que luego recreó en su propio establecimiento.

Yo me crié cerca de la cocina del restaurante. Que es distinto que la cocina de las casas. Es otra mano, otra terminación. Es distinto”, relató el “Zorrito” durante una entrevista que brindó a Infobae en 2016.

A lo largo de su historia, decenas de famosos visitaron Bruni y probaron algunos de sus platos. Uno de ellos es, por supuesto, Charly García, amigo personal del tecladista, con el que hasta hoy comparten escenario. De hecho, ambos solían cenar en el restaurante y en más de una noche se los pudo ver a ambos tocando de manera improvisada en el lugar, para el deleite de los clientes que estaban en ese momento.

Charly García tocando en Bruni

Entre los múltiples músicos que pasaron por las mesas de este sitio, se encuentran Iván Noble, ex líder de Los Caballeros de la Quema; Andrés Calamaro; el guitarrista Gerardo “Cachorro” López; Víctor “Vitico” Bereciartúa, histórico bajista de Pappo, y el alemán Svien Pipen, integrante de la banda The Black Crowes.

Quintero junto a "Cachorro" López y Andrés Calamaro

Sin embargo, este local también recibió a personalidades como Guillermo Francella, quien en 2018 lo eligió como el sitio para celebrar su cumpleaños. Aquel año, el consagrado actor venía de grabar Mi obra maestra, pero ya había tenido éxito con la película El Clan, en la que interpretó al secuestrador y asesino en serie Arquímedes Puccio, y El secreto de sus ojos, que ganó el Oscar a mejor film extranjero.

El local, además, le sirvió de comer a figuras internacionales como el fotógrafo estadounidense Bob Gruen, quien con su cámara inmortalizó a estrellas de rock de la talla de Bob Dylan, John Lennon y Elton John, además de trabajar con bandas como The Who, Ramones, Led Zeppelin, Aerosmith y Green Day, entre muchas otras.

El fotógrafo Bob Gruen también visitó Bruni

En Bruni también almorzó con los renombrados chefs Francis Mallmann, que disfrutó de una tarde junto a su familia, y Pablo Massey, que los acompañó en aquella oportunidad.

Personalidades del ambiente del fútbol también conocieron el establecimiento, cuando todavía estaba abierto: tales son los casos de Guillermo Coppola, ex representante de Diego Armando Maradona; de Claudio “el Pájaro” Caniggia, y del ex técnico y ex futbolista Ricardo Caruso Lombardi, que actualmente es el director deportivo del Club Deportivo Español, de la Primera C.

El "Zorrito", junto a Guillermo Coppola, en la puerta de su restaurante

También cenaron en el local la familia Calabró, que celebró allí el cumpleaños de Marina, y la modelo y cantante Milita Bora, entre otras importantes figuras del espectáculo y la televisión.

Luego de más de un año de pandemia y con los problemas económicos del país, el restaurante cerró definitivamente sus puertas. Ya no se servirán más sus típicas milanesas napolitanas con papas fritas, sus pastas caseras, ni sus entradas de prosciutto, sopresatta, aceitunas, mozzarella con pimienta y aceite de oliva. Ahora, los artistas deberán encontrar un nuevo sitio para sus reuniones, aunque pocos podrán tener la mística del rock tan impregnada en su ambiente, como lo estaba en ese graffiti que dejó para siempre Charly García en la terraza de Bruni.

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