Comienza una semana de exámenes para la política cambiaria. El supercepo, por caso, está mostrando sus debilidades. Cuando debutó el primer día de la semana pasada, el Central intervino con apenas USD 500.000 en el mercado oficial, donde el límite de operaciones es de USD 50.000 nominales en bonos AL30C que equivalen a USD 15.000 cash. El viernes esa intervención subió a 3,2 millones. Desde el martes, el ritmo de intervención subió de manera cada vez más acelerada, a pesar de que la mesa de dinero del Banco Central actúa de manera metódica.
En el mercado del GD30 donde las operaciones son entre las mesas de dinero, pero el Central no interviene y tiene el mismo límite de operaciones que el AL30, los montos operados son inexistentes y los precios que marcan no se corresponden con la realidad.
En estas plazas el dólar MEP cerró a $ 165,50 (+$0,24) y el contado con liquidación a $ 155,16 (+0,04) con negocios por algo más elevados en ambos dólares. El contado con liquidación aumentó sus operaciones 21% a USD 46,8 millones, mientras el MEP movió USD 38,3 millones, 15% más que el día anterior. La diferencia entre ambos precios hace que prácticamente no cueste nada el giro a cuentas del exterior para el que opera hasta USD 15 mil.
Cuando debutó la nueva normativa, el primer día de la semana pasada, el Central intervino con apenas USD 500.000 en el mercado oficial. El viernes esa intervención subió a 3,2 millones
Pero en la otra plaza, la del SENEBI (Segmento de Negociación Bilateral), donde las operaciones de las manos grandes no se ven en la pantalla -un deseo del Banco Central que no quiere que se vean los valores más altos del dólar- y se realizan directamente entre los fondos, empresas y otros inversores institucionales con los agentes de Bolsa, el precio fue de $ 173,5 para el contado con liquidación y $ 168 para el MEP con una brecha de 3,5% que es más lógica. En una semana, el contado con liquidación subió $ 3 y registra una tendencia al alza.
El “blue” quedó comprador después de subir $ 1 el viernes a $ 179 (aumentó $ 5 en la semana) y hoy puede llegar a superar los $ 180. Los planes del Gobierno de mantener más tiempo calmado a los dólares financieros, están en problemas.
En la plaza mayorista, el dólar subió 3 centavos a $ 96,22. El anclaje sigue como si afuera todo estuviera en calma y su participación en la lucha antiinflacionaria fuera decisiva. Lo que más influye es el congelamiento de las tarifas porque los empresarios no toman al dólar oficial en sus costos. Ellos miran al dólar MEP que se negocia en el SENEBI, que es el que se consigue sin las dilaciones del Banco Central que solo vende dólares a los importadores en cantidades exiguas y después de largos trámites.
El “blue” quedó comprador después de subir $ 1 el viernes, a $ 179, y este lunes puede llegar a superar los $ 180.
En la rueda del viernes, el Banco Central pudo comprar USD 15 millones, pero las reservas bajaron 59 millones a USD 42.932 millones por la caída del oro y del euro.
Colocaciones
El otro examen que deberá aprobar el Gobierno, será el martes con la licitación de letras en pesos y el canje de un bono indexado. La Secretaría de Finanzas busca recaudar $ 110 mil millones. El principal objetivo es canjear el TX21, el Boncer que domina los vencimientos de agosto. Casi 70% de lo que vence el mes que viene, corresponde a este título indexado y las idea es canjearlo por bonos similares con vencimientos en 2022 y 2023.
Mañana se licitarán 4 Letras a Descuento (LEDES) de corto plazo que vencen entre el 29 de octubre y el 31 de enero, junto a una Letra a tasa variable +2,75% con vencimiento el 29 de octubre y dos Letras ajustadas por CER con vencimientos en febrero y mayo de 2022.
Los bancos, que tienen la posibilidad de acceder a solo dos de estos instrumentos por los plazos mínimos que les exigen, los ajustados por CER, si los desean canjear por las LELIQ (títulos del Banco Central que tienen en su poder para hacer encajes de los depósitos a plazo) son los cautivos, aunque muchos no quieren ensuciar sus carteras cambiando la calidad de bonos porque tener encajes en letras que tienen riesgo de perfilamiento le quita calidad al respaldo de sus depósitos.
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