Transcurrió la primera semana con el refuerzo de los controles oficiales para la operatoria de los dólares a través de activos negociados en la Bolsa y las consecuencias estuvieron a la altura de lo previsto.
El dólar libre fue el que más subió, mientras que las cotizaciones bursátiles reaccionaron dispares, con alza más acotada en el circuito donde intervienen los entes públicos con ventas masivas de bonos, y más amplia para el “contado con liquidación” operado en acciones y en el Senebi (Segmento de Negociación Bilateral).
El dólar libre, en un reducido mercado paralelo pero ajeno a las manos oficiales, subió cinco pesos o 2,9%, a $179 para la venta, un precio máximo de cierre en lo que va de 2021.
La cotización “bue”, que viene de ganar un 7% en junio, anota en lo que va de julio una ganancia de 6,5% o unos once pesos. La brecha cambiaria con el dólar mayorista (a $96,22) se sitúa en el 86 por ciento.
El dólar libre asciende en poco más de tres meses un 28,8% desde su piso de precios de 2021, en $139 del 7 de abril. Sin embargo, desde que empezó el año la ganancia es de solo 7,8%, bien por debajo de la inflación del período, que pasó del 25 por ciento.
Los dólares operados en la Bolsa, donde interviene el Central con venta de títulos públicos en cartera, perdieron cerca de un peso en la semana, a $166,16 para el contado con liquidación, y a $165,51 para el dólar MEP. El dólar Cable por acciones que cotizan en pesos en el mercado local y en dólares en Wall Street se operó a 175,73 pesos.
La brecha entre el dólar libre y el tipo de cambio oficial se estiró a 86%, también creció la brecha entre los distintos dólares bursátiles
En las operaciones realizadas en el Segmento de Negociación Bilateral (Senebi), efectuadas entre privados en la Bolsa, sin intervención oficial, el dólar al contado inmediato anotó el viernes un contado con liquidación de $173,16 a través del bono AL30, y de $174,59 con el bono GD30. En tanto, el dólar MEP resultó en $169,23 y $167,22, respectivamente.
Un dato sobresaliente de la semana fue la cuantiosa compra de dólares realizada por el BCRA en el mercado mayorista, donde se observó un inusual ritmo de liquidación de exportaciones del agro, que suelen debilitarse a partir de julio.
Mientras que los productores aprovechan los aún elevados precios de granos y derivados -antes de la cosecha gruesa norteamericana que se vuelca a la plaza en septiembre-, la autoridad monetaria compró USD 530 millones en cinco ruedas, para ampliar a USD 910 millones los ingresos de julio.
En el transcurso de 2021, el Banco Central acumula un importante saldo neto positivo por sus intervenciones del orden de los 7.360 millones de dólares. Si este cálculo se hace extensivo a diciembre, también con un destacado saldo a favor de USD 608 millones, el resultado asciende a unos USD 7.975 millones, en ocho meses consecutivos de saldo a favor para el BCRA.
El panel S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires avanzó 1,2% semanal, para quedar en los 63.090 puntos. Medido en dólares, el referente líder de la Bolsa ganó 1%, por las oscilaciones del “contado con liqui” en acciones, que cayó cerca de un peso. Se trató de una modesta recuperación después del sacudón que significó el descenso del mercado argentino a categoría “standalone” (independiente), según el proveedor de índices financieros MSCI.
En cuanto a la renta fija, los bonos Globales (en dólares con ley extranjera) terminaron con un alza de 0,8% promedio en el balance semanal, mientras que el riesgo país de JP Morgan restó unas 13 unidades para Argentina, en los 1.587 puntos básicos.
Respecto de los bonos en dólares, los analistas de Portfolio Personal Inversiones evaluaron que “los drivers (directrices de mercado) que pusieron fin a la sangría desde mediados de junio estuvieron relacionados a las novedades positivas en la negociación con el FMI. Más allá del buen clima para emergentes en el exterior (la tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU a 10 años no encuentra piso), es una buena noticia que el Gobierno no abandone la meta de arreglar un nuevo acuerdo con el Fondo, aunque sea en el primer trimestre de 2022″.
“Creemos que los bonos soberanos van a continuar moviéndose al mismo ritmo que la deuda global de misma calificación, que viene lateralizando desde, por lo menos, marzo de este año”, estimó la consultora Delphos Investment en un informe de mercado.
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