El peso del Estado: según un estudio, los impuestos son más del 50% del precio de los muebles de madera

El eslabón inicial, el productor maderero, explica apenas 0,8% del valor final de un juego de mesa y sillas de comedor que se tomó como modelo para calcular lo que se lleva cada uno de los participantes de la cadena. La parte del león es para el fisco. Y de esa parte, 88,8% son impuestos federales

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El peso fiscal sobre la cadena supera a la carga fiscal sobre el precio de los alimentos
El peso fiscal sobre la cadena supera a la carga fiscal sobre el precio de los alimentos

Un estudio elaborado por el sector industrial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) precisó que los impuestos explican más de la mitad del precio que paga el consumidor por los muebles de madera. El relevamiento tomó como referencia un conjunto de comedor: una mesa de madera maciza y cuatro sillas, de la que el productor maderero, el primer eslabón, se lleva un misérrimo 0,8% del precio final. La parte del león es para el Estado, que se queda con el 50,2 por ciento.

Según el estudio, que buscó determinar las ganancias netas de cada eslabón, de $29.826,7 en que se vende una mesa de madera maciza (pino o similar) en la Ciudad de Buenos Aires –tal el precio promedio de junio 2021-, el productor primario explica el 0,8% ($251.4); el aserradero el 6,6% ($1.970,6); el secado, enderezado y clasificación 3,5% ($1.034,2); el industrial que fabrica la mesa y las 4 sillas 19,0% ($5.675,1) y la mueblería que hace la venta final el 19.9% ($5.925,1). El eslabón más goloso es la presión tributaria, ya que vía impuestos el fisco, en sus tres niveles, se queda $14.970,3, el 50,2 por ciento.

A su vez, de la torta impositiva, el 88,8% son impuestos de origen nacional y el 11,2% restante son tributos provinciales o tasas municipales.

Aserrín, hace caja

Al analizar los tributos específicos de la cadena de valor CAME precisó que, para el ejercicio que realizó, desde la recolección de la madera en Salta hasta su venta en la capital argentina, distante poco menos de 1.500 kilómetros, el 17,7% corresponde al IVA, el 9,9% a Ganancias, el 13% a otros impuestos provinciales o tasas municipales, el 5,6% a Ingresos Brutos y el 4% a contribuciones patronales de la mano de obra.

Del precio que abonó el consumidor en la mueblería ($29.826,7), además de los $ 14.970,3 de impuestos, $9.393,1 son costos y $5.463,3 “ganancias netas”.

Costos, Impuestos y Ganancias netas a lo largo de la cadena
Costos, Impuestos y Ganancias netas a lo largo de la cadena

El estudio fue realizado a lo largo de mayo y junio, en que CAME analizó la cadena de valor a partir del caso de la provisión del insumo maderero, la producción y la venta de una mesa de 1 x 1,5 metros y 4 sillas de madera maciza sin ningún recubrimiento, desde el productor, en Salta, hasta su comercialización en CABA.

El estudio concilió datos, costos y valores nominales de junio 2021. En relación al último eslabón, una mueblería en la capital del país, se comparó el precio final con el que pagaría un cliente del fabricante de la mesa en Salta, en CABA.

El caso de los alimentos

De este modo, la carga fiscal sobre el sector maderero y la fabricación y venta de muebles supera largamente el peso del Estado sobre el precio de los alimentos. Al respecto, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) había calcula que uno de cada cuatro pesos que se pagan por productos como el pan, la lecho o la carne, corresponden a tributos nacionales, provinciales y municipales.

El sector primario se queda con menos del 1% del precio final del juego de mesa y sillas de madera del caso de estudio
El sector primario se queda con menos del 1% del precio final del juego de mesa y sillas de madera del caso de estudio

“En el caso del pan, pesan más los impuestos, que la propia harina”, destacó David Miazzo, economista jefe de FADA”. En el caso de la leche, el precio se triplica desde que sale del tambo, pasa por la industria, el comercio y llega a las casas y casi un tercio del precio de un litro de leche es carga impositiva.

Cuando presentó esos resultados, Miazzo remarcó que “en momentos donde la inflación se acelera se tiende a discutir los precios, la cadena y los costos de los distintos productos, el problema no es de un precio en particular. Hoy es el problema del precio de la carne, mañana el combustible y pasado los alquileres. El problema de fondo es el valor de la moneda, cada vez se necesitan más pesos para comprar el mismo kilo de carne, de tomates, el litro de nafta o una remera”.

Y más aún, para comprar muebles de madera.

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