En una economía nacional en problemas y atravesando una profunda crisis, agravada por la pandemia del coronavirus, son muchas las expectativas que hay en torno al ingreso de los dólares provenientes de las exportaciones agroindustriales, que en el primer semestre significaron todo un récord de la mano de los mejores precios internacionales. Ahora bien, un informe del economista de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, proyectó lo que sucederá con las divisas de las ventas al exterior en el segundo semestre del año. Según sus números, ya se devengaron USD 20.000 millones en los primeros seis meses de este año mientras que para el segundo semestre quedan USD 16.000 millones más.
De acuerdo a los datos del INDEC, el valor de las exportaciones pasó de USD 11,5 mil millones en los primeros 5 meses de 2020 a USD 15,4 mil millones en similar período de este año, una suba de casi 4 mil millones de dólares. Por otro lado, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) detalló que en los primeros seis meses del año, ingresaron USD 16,6 mil millones, registrando un crecimiento interanual de USD 7,3 mil millones.
A todo esto, el Banco Central de la República Argentina informó que entre enero y mayo de 2020 ingresaron a sus arcas unos 7,8 mil millones, en concepto de cobros de exportaciones de bienes oleaginosos y cerealeros, que contrasta con los 16,1 mil millones del 2021, presentando una mejora de 8,3 mil millones de dólares.
Según recordó el economista, “históricamente el primer semestre del año era más importante que el segundo en términos de generación de divisas del agro, dada la estacionalidad de la cosecha argentina (marzo-mayo), los importantes costos de almacenaje y una industria de procesamiento menos desarrollada. En las últimas décadas estos factores han sufrido cambios y se ha ido nivelando bastante el aporte de los distintos períodos”. Los datos del INDEC muestran que en promedio entre 2003 y 2020 el 51% de las divisas del año se generaron en el primer semestre y el 49% restante en el segundo (con un máximo del 56% en primer semestre de 2009 y un mínimo de 48% en primer semestre 2019).
A partir de esto, el economista proyecta para todo el presente año exportaciones de granos y principales derivados industriales por 36 mil millones de dólares, representando una mejora interanual de 9.600 millones de dólares. En relación a la distribución temporal, Garzón recordó que unos 20 mil millones de dólares ya se habían devengado en el primer semestre, restando unos 16 mil millones de dólares para el segundo semestre.
Además, el especialista sostuvo que los mismos se estarían distribuyendo en base a una estacionalidad (histórica reciente) en USD 9 y 10 mil millones en el el tercer trimestre y USD 6 y 7 mil millones en el cuarto trimestre. “Como el cobro de exportaciones de granos por parte del Banco Central en últimos 12 meses se muestra muy convergente a las exportaciones devengadas (mismo período), los flujos devengados antes estimados pueden ser una buena aproximación del ingreso de dólares al Banco Central”, dijo Juan Manuel Garzón.
Comercialización y precios
Al momento de realizar las estimaciones para el segundo semestre, Juan Manuel Garzón contempló, especialmente, el avance de la comercialización de los principales granos (se puede exportar sólo si el productor vende la producción), el desempeño de las exportaciones en los meses previos (cómo va evolucionando el saldo exportable a medida que avanza el ciclo comercial), la estacionalidad histórica reciente, entre otras.
En relación a la comercialización de los granos, es decir la venta de los productores hacia la exportación o la industria de procesamiento, los datos aportados por el Ministerio de Agricultura a finales del mes pasado, mostraron que los productores ya comercializaron y con precio cerrado unas 27,5 millones de toneladas de maíz, que significa el 55% de la producción total de la campaña, tomando como referencia unos 50 millones de toneladas y poco más del 75% de lo que podría ser el saldo exportable de maíz de la campaña (35 millones de toneladas).
Por su parte, la comercialización de la soja venía mostrando una evolución similar a la de campañas previas, con 17,1 millones de toneladas, el 37% de la producción (tomando 46 millones de toneladas), menos de la mitad de lo que puede ser el saldo exportable del ciclo (cercano a los 40 millones de toneladas).
Por último, en relación a los precios internacionales Juan Manuel Garzón sostuvo: “Existen algunos elementos para pensar que los mejores precios del año ya se han visto, particularmente en algunos productos, como en la harina de soja, pero también hay elementos que impiden ser contundentes respecto de la tendencia de corto y mediano plazo, en particular la permanencia aún de interrogantes climáticos en productores líderes (Estados Unidos, Brasil) y la voracidad firme de consumo de algunos países claves para el mercado de commodities (China), en un contexto donde las existencias globales son relativamente bajas”.
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