El Gobierno aseguró que la aceleración inflacionaria que llevó el índice de precios a superar en junio el 50% interanual respondió al impacto de la pandemia en la economía mundial y a la suba de las materias primas que, argumentó, provocó un efecto en los valores internos de los alimentos.
Tras la publicación del IPC de junio por parte del Indec, que marcó una leve desaceleración de la inflación mensual desde 3,3% de mayo a 3,2%, el Ministerio de Economía consideró en un comunicado que “el mundo está atravesando un momento particular, en un contexto de pandemia que afecta globalmente a la economía”.
En ese sentido, indicaron que “el aumento de los precios de las commodities en el mundo, que afectan entre otras a las principales exportaciones argentinas como la soja, maíz, trigo y girasol, impactan también en los precios de los alimentos que se comercializan en el mercado interno. El incremento en los precios internacionales se traslada a los precios locales impulsando su alza por el ‘shock’ externo”, mencionó el Palacio de Hacienda.
“Esta inflación desordenada es un fenómeno nuevo y propio de la pandemia, no solo en Argentina, sino que está haciendo que a otros países también se les complique cumplir con sus metas”. (Economía)
Por otra parte, Economía habló de una “inflación desordenada” que identificó como un fenómeno explicado por la pandemia y que afecta a otros países. “Esta inflación desordenada es un fenómeno nuevo y propio de la pandemia, no solo en Argentina, sino que está haciendo que a otros países también se les complique cumplir con sus metas”, consideró.
La proyección oficial expuesta en el Presupuesto 2021 de una inflación anual de 29% a lo largo de 2021 quedó vetusta tras los primeros datos de precios del año. El Gobierno admitió que ese número implicaba un margen de error de unos cuatro puntos porcentuales hacia arriba, hasta 33%, pero esa cifra también terminó por quedar desactualizada.
“Estados Unidos tenía un target de inflación establecido del 2,0%, y hoy la inflación observada es de 5,4%, encontrándose en máximo desde agosto de 2008″, ejemplificó la cartera que dirige Martín Guzmán. “Lo mismo sucedió en Brasil, con un target de 3,8% y una inflación observada en junio de 8,35% (niveles similares que el año 2016, donde hubo una inflación interanual del 8,74%, la máxima desde el 2003)”.
Por otro lado, habló del caso mexicano. “En México, con un target de 3% y una inflación real del 5,88% (con pico de 6,08% en abril, máximo nivel desde 2017 (6,77% en diciembre de 17) y cercano a los niveles registrados durante la crisis de 2008 (6,53% en diciembre de 2008)”, mencionó Economía.
El discurso del Gobierno sobre las causas que provocaron una inflación mucho mayor a la esperada se unificó en las últimas semanas, e incluso en su último informe al Congreso el jefe de Gabinete Santiago Cafiero hizo una larga explicación sobre por qué la suba en las commodities trastocaron las estimaciones oficiales de precios.
Economía argumentó que la pandemia también hizo incumplir sus metas de inflación a Estados Unidos, Brasil y México.
“El Ministerio de Economía informa que es cierto que se registraron ciertos desvíos entre la inflación proyectada en la Ley de Presupuesto 2021 y la realizada en los primeros cinco meses del año. La principal causa que lo explica es la inflación internacional de alimentos, en particular commodities, que experimentó un sendero de suba de precios por encima de lo que se esperaba en septiembre de 2020 al momento de enviar el proyecto de la Ley de Presupuesto al Congreso”, comentó Jefatura de Gabinete ante una pregunta hecha por el interbloque del Frente de Izquierda.
En otra respuesta, el informe oficial consideró que la inflación “es un fenómeno macroeconómico multicausal” y que “requiere de coordinación” y de un “sendero para reducirla de manera consistente”. “La solución debe contemplar un plan macroeconómico integral que concilie la política fiscal, la monetaria y la cambiaria”, agregó el jefe de ministros.
Sobre la acción de Gobierno en los próximos meses, el informe mensual de Jefatura de Gabinete anticipó que “se continuará con el proceso de acuerdos de precios como elemento adicional al esquema integral de política de manera de mitigar el impacto de ciertos fenómenos internos y externos que afectaron la dinámica inflacionaria en los primeros meses del año”.
En la misma línea que el Ministerio de Economía, Cafiero consideró que “la reactivación económica a nivel mundial, los cambios en los patrones de consumo, los problemas de logística y cuellos de botella en la oferta impactaron de forma significativa en los precios de los principales commodities. Esto derivó en una aceleración de la inflación de alimentos y a nivel mayorista en varios países a nivel global, con un impacto significativo en Argentina teniendo en cuenta la inercia inflacionaria local”, añadió.
En tanto, dijo que en plano local “se registró un reacomodamiento de precios relativos, con una aceleración de la inflación en varios servicios con la reapertura de sus actividades tras el Aislamiento Preventivo Obligatorio y el aumento de precios regulados en el marco del proceso de normalización de la economía”, continuó.
“Además, estos fenómenos son transitorios y se espera que no se mantengan durante el resto del año 2021, por lo que es esperable la inflación transite un sendero de desaceleración gradual en los próximos meses”, consideró Jefatura de Gabinete.
En la misma línea que el Ministerio de Economía, Cafiero consideró en su informe al Congreso que la inflación responde a una suba de los commodities “por encima de lo que se esperaba en septiembre de 2020 al momento de enviar el proyecto de la Ley de Presupuesto”.
En otro segmento de su respuesta citó al Banco Central y mencionó que la autoridad moentaria ”continúa con la política de administración del tipo de cambio, propiciando que la dinámica cambiaria contribuya a consolidar el proceso gradual de baja en la tasa de inflación”. La idea del equipo económico es mantener a raya al dólar mayorista para evitar que el tipo de cambio sea otro factor con incidencia en los índices de inflación.
“La autoridad monetaria adecúa el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio con el fin de contener las subas de precios de los bienes transables e influir sobre las expectativas inflacionarias”, admitió el Gobierno en el intercambio de preguntas y respuestas con la oposición
Y respecto de la política monetaria, Jefatura explicó que el Banco Central “mantiene una administración prudente de los agregados monetarios, esterilizando los eventuales excedentes de liquidez que se pudieran originar y asegurando la existencia de instrumentos de ahorro en pesos que exhiban retornos positivos respecto de la inflación y del tipo de cambio”, concluyó al respecto.
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