El FMI aclaró que negocia un programa convencional a 10 años con la Argentina, sin mayor flexibilidad como pretende el Gobierno

El organismo multilateral expresó que el diálogo con el país es productivo, pero ratificó que no hay fecha para definir el nuevo acuerdo; la discusión por el potencial fideicomiso de resiliencia y sostenibilidad recién arranca; el rol del default bonaerense

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El FMI que dirige Kristalina
El FMI que dirige Kristalina Georgieva ratificó las negociaciones sin fecha con la Argentina

Tal vez para ponerle algún paño frío al entusiasmo del equipo económico, el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó que negocia con el gobierno argentino un acuerdo convencional para que repague su deuda en un plazo a 10 años y dejó en claro que todavía está muy lejos la posibilidad de tener un programa más flexible.

En una conferencia de prensa desde Washington, el vocero del organismo, Gerry Rice, sostuvo hoy que la directora gerente Kristalina Georgieva se reunió con el ministro Martín Guzmán en Venecia y “hablaron en términos amplios sobre las economías emergentes y los desafíos que enfrenta la Argentina”.

“De lo que estamos hablando en las discusiones con Argentina ahora mismo es de trabajar hacia un programa de facilidades extendidas; y eso es muy distinto de las discusiones que he menciondo en torno al potencial fideicomiso de resiliencia y sostenibilidad”, afirmó Rice.

”Las conversaciones fueron muy productivas, pero no hay una fecha para un nuevo programa. Se habló sobre la generación de empleo y el progreso realizado en algunos ámbitos que se realizaron. No hay fechas específicas para terminar de discutir el programa”, detalló.

”Estamos examinando un programa de facilidades extendidas del FMI para el país”, aclaró, para reemplazar al stand by firmado en 2018 -y ampliado meses después- con el gobierno de Mauricio Macri que permitió el desembolso de USD 45.000 millones.

Acerca de los derechos especiales de giro (DEGs), explicó que “Argentina los recibirá igual que otros miembros, a fines de agosto, en conformidad con la cuota del FMI”; esto le permitirá al Gobierno tener unos USD 4300 millones en las reservas del Banco Central que podrían aplicarse a los dos pagos de capital con el organismo multilateral, en septiembre y diciembre de este año, por unos USD 4000 millones.

”Hemos hablado de la posibilidad de crear un fondo fiduciario para que los países con exceso de DEGs los puedan canalizar a los países pobres y vulnerables, pero no hemos llegado a una definición sobre qué significa un país vulnerable todavía. Se está discutiendo quién tendrá derecho a acceder a este fondo”, indicó, acerca de la posibilidad de que la Argentina pueda entrar a esa categoría y, por lo tanto, recibir DEGs de los países más ricos.

”Lo que se discute ahora es el establecimiento de un Acuerdo de Facilidades Extendidas, algo que es muy diferente sobre la ronda de negociaciones por el fondo fiduciario”, precisó, al responder una pregunta de Infobae sobre si es posible firmar primero un acuerdo a 10 años como el que existe actualmente y luego “saltar” a uno más flexible para los países más afectados por la pandemia como el que explora crear el organismo.

Dados los tiempos del Fondo, es posible que la creación de este nuevo programa demore bastante, pero es probable que en términos políticos, hacia adentro del Gobierno, al ministro Guzmán le resulte útil demostrar que está peleando por un programa más flexible, sobre todo después de que el kirchnerismo más duro pidiera acordar un programa a 20 años, que no existe para ningún socio del organismo.

El vocero no quiso entrar en detalles sobre la situación económica local, pero negó que el prolongado default de la provincia de Buenos Aires pueda condicionar las negociaciones entre el país y el organismo multilateral, una condición que los acreedores bonaerenses pretenden poner en esta mesa.

Al respecto, sin referirse puntualmente a este caso, Rice indicó que la condicionalidad que determina que un país esté al día con sus deudas para refinanciar su deuda con el Fondo corresponde al ámbito nacional y no de las provincias.

Como señaló Rice, en la ronda de negociación que se desarrolló en paralelo a la cumbre del G20 en Venecia, a Argentina y el FMI se habló sobre la dificultad para exportar y la necesidad de ampliar la base de recaudación impositiva.

El ministro Martín Guzmán y
El ministro Martín Guzmán y la funcionaria del FMI Julie Kozack se reunieron en Italia

Luego de esos encuentros, el Ministerio de Economía informó que “el equipo económico encabezado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezado por la directora adjunta del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el jefe de la misión argentina del Fondo, Luis Cubeddu, culminaron en Venecia una misión”.

Avance sin fechas

Allí hablaron sobre “las negociaciones para avanzar en el objetivo de alcanzar un acuerdo de programa con el FMI que le permita a la Argentina refinanciar la carga de deuda insostenible contraída en 2018 y 2019 con ese organismo de crédito multilateral”.

“Las reuniones de los equipos técnicos arrojaron avances y entendimientos en temas clave del programa económico del Gobierno con el que se busca apuntalar la recuperación económica con creación de trabajo, crecimiento con agregación de valor y estabilidad macroeconómica duradera”.

El FMI negó que el
El FMI negó que el prolongado default de la provincia que gobierna Axel Kicillof condicione las negociaciones con el país

“En particular, se lograron avances concretos en entendimientos en cuanto a políticas para el desarrollo del mercado de capitales doméstico, la administración tributaria y el desarrollo de sectores generadores de divisas”, indicó el Ministerio de Economía.

También, en el marco del G20, junto con otra decena de reuniones bilaterales, “Guzmán también tuvo un encuentro con la directora gerenta del Fondo, Kristalina Georgieva”.

“La reunión fue calificada por el ministro como positiva y muy productiva. Georgieva fue acompañada por el primer subdirector gerente del Fondo, Geoffrey Okamoto, y Julie Kozack.

Por el lado argentino, además de Guzmán, “participó el director Ejecutivo por el Cono Sur ante el organismo, Sergio Chodos”.

“Las negociaciones entre la Argentina y el FMI continuarán con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo que reemplace el stand by firmado en 2018 y 2019”.

En tanto, el FMI agregó que Kozack y Cubeddu dialogaron con “el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, y su equipo del 8 al 12 de julio en Venecia, Italia, con el objetivo de profundizar el trabajo técnico necesario para desarrollar un programa apoyado por el FMI”.

El Fondo expresó que “las autoridades argentinas y el personal del FMI mantuvieron reuniones productivas para seguir avanzando en el trabajo técnico hacia un programa respaldado por el FMI. Los equipos analizaron la evolución del entorno mundial y la pandemia del COVID-19 y sus implicaciones para el marco macroeconómico de Argentina”.

“Las discusiones se centraron en las políticas para fortalecer la recuperación, la estabilidad económica y la creación de empleo. En particular, se avanzó en la identificación de opciones de política para desarrollar el mercado interno de capitales, movilizar los ingresos internos y fortalecer la resistencia externa de Argentina”.

“El equipo del FMI y las autoridades argentinas seguirán trabajando juntos en el próximo período con miras a profundizar sus entendimientos en estas áreas clave. Nuestro objetivo es apoyar a Argentina mientras aborda de forma duradera sus retos económicos y de balanza de pagos”.

El gobierno busca un acuerdo de 10 años, denominado de Facilidades Extendidas, para comenzar a pagar la deuda asumida durante el gobierno de Mauricio Macri dentro de cuatro años. Para abonar los próximos vencimientos de capital con el Fondo, el Gobierno ya contará desde fines de agosto con unos USD 4300 millones correspondientes a la emisión de derechos especiales de giro (DEGs) que la junta de gobernadores del organismo terminará de aprobar en un par de semanas.

En paralelo, el Gobierno negocia con algunos países préstamos bilaterales de DEGs para tratar de aliviar los vencimientos del 2022, que superan los USD 20.000 millones.

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