Jackson Palmer, cofundador de Dogecoin -la criptomoneda del meme del perro- lanzó una serie de mensajes en Twitter en los que carga duramente contra la industria de la criptografía. “Después de años de estudiarla, creo que la criptografía es una tecnología inherentemente derechista e hipercapitalista, construida principalmente para amplificar la riqueza de sus impulsores a través de una combinación de evasión de impuestos, disminución de la supervisión regulatoria y escasez artificialmente impuesta”, dijo el ingeniero estadounidense la red social del pajarito.
Según una publicación del portal Business Insider, la persona que creó la idea de una de las criptomonedas más populares actualmente criticó que a pesar de las afirmaciones de que existe descentralización, “la industria de las criptomonedas está controlada por un poderoso cártel de figuras adineradas”.
Palmer aseguró que con el tiempo, las cripto evolucionaron para incorporar muchas de las mismas instituciones vinculadas al sistema financiero centralizado existente que supuestamente se propusieron reemplazar.
Las nuevas tecnologías pueden hacer del mundo un lugar mejor, pero no cuando se desvinculan de sus políticas inherentes o de sus consecuencias sociales (Palmer)
“La industria de la criptodivisa aprovecha una red de conexiones comerciales turbias, personas influyentes compradas y medios de comunicación que pagan por jugar para perpetuar el culto a la idea de hacerse rico rápidamente”, insistió.
Para Palmer, impulsor del dogecoin junto a Billy Markus, la criptografía está “diseñada para extraer nuevo dinero de los financieramente desesperados y los ingenuos”.
“Está casi construida a propósito para hacer que el embudo de la especulación sea más eficiente para los de arriba y menos seguro para los vulnerables”, afirmó el ingeniero estadounidense, que denuncia que esta tecnología toma “las peores partes del sistema capitalista actual”.
Palmer, que abandonó Dogecoin en 2015, solo 2 años después de ponerla en marcha, apunta a que el software permite limitar técnicamente el uso de intervenciones, como auditorias, regulaciones e impuestos.
“Las nuevas tecnologías pueden hacer del mundo un lugar mejor, pero no cuando se desvinculan de sus políticas inherentes o de sus consecuencias sociales”, apuntó. Y aseguró que no participará más en el debate sobre las criptomonedas, porque no se alinea con sus ideas políticas y su sistema de creencias.
En tanto, el cofundador de Dogecoin, Billy Markus, contestó con un meme al hilo de Palmer, dando a entender que no tiene opinión sobre las criptomonedas. Sin embargo, en la respuesta a un comentario escrito en el hilo de Palmer, Markus sí empatizó con parte del discurso de su excompañero.
“Hay muchas personas terribles involucradas en el espacio criptográfico, y entiendo completamente por qué se siente tan negativo al respecto”, señaló.
Cabe destacar que como todas las criptodivisas, Dogecoin es una moneda digital que se puede comprar y vender como una inversión, o gastarse como dinero. Aunque cada cripto es única, comparte algunas similitudes con sus compañeros más conocidos -su código está basado en el de litecoin, por ejemplo. Pero tiene un par de diferencias clave.
Aunque las criptomonedas están ganando aceptación como moneda para comprar bienes, Dogecoin no tiene mucho uso en el mundo real. Tiene algunos nichos de mercado, como moneda para dar propinas a los artistas en línea.
“La industria de la criptodivisa aprovecha una red de conexiones comerciales turbias, personas influyentes compradas y medios de comunicación que pagan por jugar para perpetuar el culto a la idea de hacerse rico rápidamente” (Palmer)
Y su principal diferenciador -su activa comunidad online- es lo que hace que esta extraña moneda sea en algún nivel, divertida. El grupo, activo en Reddit, recaudó dinero en Dogecoin, para causas benéficas.
Dogecoin empezó como una broma. Bitcoin, la criptomoneda original, era una impresionante innovación técnica que permitía a cualquiera intercambiar dinero digital a bajo costo y sin necesidad de pedir permiso a nadie. Pero Bitcoin también era de código abierto, lo que significa que todo el mundo podía copiarlo, y en un momento dado, todo el mundo lo hizo, con clones como Litecoin y Peercoin apareciendo por todas partes.
Dogecoin es la parodia, la respuesta bromista a esa tendencia. Creada en diciembre de 2013 por Markus y Palmer, es una copia de Bitcoin (más concretamente, de Litecoin, que a su vez se inspiró en Bitcoin) que tiene como protagonista al perro Shiba Inu cuya imagen era furor en las redes en 2013, momento de creación del Token.
Casi desde el principio, Dogecoin atrajo a personas a las que les gustaba la idea de las criptomonedas pero querían burlarse de Bitcoin. Un público adicto que estaba en parte fascinado por el fenómeno de las criptomonedas pero que, al mismo tiempo, estaba dispuesto a reírse de él.
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