Los nuevos controles cambiarios redujeron los negocios en los mercados y ocultaron el verdadero precio del dólar

El gobierno le hizo ver al mercado que las restricciones eran más fuertes de lo que se suponía. Y los operadores, como es habitual, siguen buscando variantes para esquivar el cepo

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Foto de archivo - Un
Foto de archivo - Un operador en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires observa una pantalla durante la sesión en el recinto en la capital argentina. Jun 19, 2018. REUTERS/Martin Acosta

El primer día de los nuevos controles cambiarios fue extraño. El logro más evidente fue la baja del dólar cable que abarató la fuga de dólares hacia cuentas en el exterior para los que acceden al circuito minorista y se pueden hacer de un cupo de USD 15 mil semanales. Pero si faltaba algo para hacerle ver al mercado que el cepo era más grande del que se supuso el fin de semana, a mitad de la rueda la Comisión Nacional de Valores (CNV) aclaró una norma que había traído confusión en la que se señalaba que los Agentes de Bolsa podían operar en el GD30, el bono de ley extranjera que hasta la semana pasada no tenía límites de montos. En la aclaración les dijeron que este título también les está limitado. De esta manera, el bono que operaban las mesas de dinero ahora está igualado con el AL30 que utiliza el Banco Central para intervenir en el mercado. No se va a poder operar nada contra cable. El precio verdadero del dólar no aparece en las pantallas, salvo que se operen USD 15.000 semanales.

Las operaciones mayores se hacen ahora en Letras de Descuento y la otra parte va a ser bilateral, con toda la falta de transparencia que conlleva. También se operó utilizando los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Nueva York- que mueven grandes volúmenes.

Lo cierto es que en la plaza oficial los negocios del contado con liquidación, el enemigo a abatir, se redujeron un 30% a USD 32,7 millones y el precio cedió 53 centavos a $ 166,73. La intervención del BCRA fue prácticamente inexistente, apenas USD 1,5 millones.

El MEP operó por primera vez más que el contado con liquidación, USD 37,9 millones, que es su monto habitual de operaciones, y cerró con una caída de 42 centavos a $ 166,05.

El precio que se pagaron en el contado con liquidación, utilizando los ADR’s del Banco Galicia, que es uno de los más líquidos, tocó $ 174 y contra las Letras de Descuento (Ledes), $ 172. El monto de negocios en el GD30C, que fue el emblema de las operaciones en las mesas de dinero, que era de alrededor de USD 28 millones diarios, se redujo a 8 millones.

El problema fue que el mercado estaba sobrevendido en el cable y la recomposición de las posiciones fue un caos. Nadie sabía de dónde venían los compradores y los vendedores. Algunos sospecharon hasta de la Anses. Lo cierto es que, con estos cambios, el precio de los bonos AL30C subieron 1,37% y los GD30C, 4,64% y un dato curioso: no hay brecha con los títulos de legislación extranjera en sus precios.

Más allá de los bonos que se utilizaron en la plaza de dólares alternativos, subieron los títulos de la deuda externa con legislación extranjera, debido a que, pasados los temores de Wall Street, que volvió a batir récords, hubo fondos del exterior que buscaron colocarse en activos emergentes. De hecho, en Brasil el dólar bajó 1,26% a 5,37% y la Bolsa de San Pablo subió 1,72%.

Por eso el riesgo país local bajó nada menos que 27 unidades (-1,7%) a 1.585 puntos básicos. La buena nueva es que perforó el piso de 1.600 puntos básicos y bajó del récord que anotó el jueves pasado.

El “blue” fue otra medida de lo desorientado que estuvo el mercado. Cuando tocó $ 180, en el Banco Central decidieron que intervengan las “manos amigas”, aquellas que se benefician con la información anticipada y les permiten hacer más operaciones en el mercado oficial con los dólares alternativos. Con menos de USD 1 millón lo hicieron bajar $ 3 a $ 177, un valor que, de todas maneras, es $ 3 más alto que el del jueves. La tendencia de este dólar es al alza.

En la plaza mayorista, el dólar subió 11 centavos a $ 96,10. El ritmo de devaluación se sigue reduciendo. El anclaje se mantiene a cualquier precio, aunque haya que aumentar los cepos. Los exportadores se apresuraron a liquidar lo que no habían liquidado el viernes por el feriado a lo que se sumaron las operaciones del lunes y acumularon un monto de negocios de USD 472 millones que le permitieron al Banco Central comprar USD 200 millones y, como casi no intervino en el mercado de dólares financieros, incrementó sus reservas en USD 188 millones a 42.840 millones.

La Bolsa, con negocios por $ 903 millones tuvo una buena rueda. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,95%. Las principales subas correspondieron a Transportadora Gas del Sur (+6,10%), BBVA e YPF (+5,91%).

Los ADR’s operaron $ 1.795 millones. Entre los más destacados estuvieron BBVA (+6,41%), YPF (+4,86%) y Loma Negra (+4,73%). Todos son papeles de elevados montos de negocios que se utilizan para hacer operaciones de contado con liquidación y fugar dólares.

Para hoy se espera una rueda distinta, porque ayer se reacomodaron a las nuevas reglas del juego y el mercado, como siempre, está buscando variantes para desafiar al cepo.

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