El Gobierno volvió a prorrogar la vigencia del Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles, a la espera de que el Congreso finalmente sancione el nuevo marco regulatorio para el sector. La medida fue anunciada a través del Decreto 456/2021, publicado este martes en el Boletín Oficial.
De esta manera, la normativa actual seguirá rigiendo “hasta el 27 de agosto de 2021″, o hasta que se apruebe el proyecto que establece cuáles serán las modificaciones a la ley, el cual ya cuenta con media sanción de l Cámara de Diputados y sería tratado en los próximos días en el Senado
Mientras esa iniciativa se debate, se mantendrá el piso de corte de biocombustible que obliga a las petroleras a cumplir con un límite del 10% en diésel con mezcla de soja y del 12% en naftas con bioetanol de caña y maíz.
Entre los considerandos, las autoridades nacionales señalaron que todavía se encuentra “con estado parlamentario un proyecto de ley por el que se propicia aprobar el “Marco Regulatorio de Biocombustibles” en el que se definirá el nuevo rumbo estratégico del sector, en consonancia con las necesidades energéticas del país”.
Al respecto, se recordó que, por esta razón, y “con el fin de asegurar un adecuado análisis y debate” de la modificación de la ley, el 8 de mayo pasado se decidió “extender la vigencia del Régimen de Promoción” actual “hasta el 12 de julio de 2021 o hasta que entre en vigencia el nuevo marco normativo.
El proyecto en cuestión recibió media sanción el 2 de julio último y fue girado nuevamente al Senado, donde volverá a ser votado con los cambios que se introdujeron durante el debate en la Cámara de Diputados.
Los ejes centrales del nuevo régimen son la prórroga del sistema hasta el 2030 y una reducción del corte obligatorio del 10% al 5% en la mezcla entre biodiesel y gasoil. En tanto, en el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria, mismo porcentaje para el bioetanol a base de maíz. De aprobarse, este esquema regirá hasta el 31 de diciembre de 2030.
Además, la iniciativa plantea otorgarle atribuciones a la Secretaría de Energía, a cargo de Darío Martínez, para ”elevar el referido porcentaje obligatorio cuando lo considere conveniente en función del abastecimiento de la demanda, la balanza comercial, la promoción de inversiones en economías regionales y/o razones ambientales o técnicas”.
Por el contrario, podrá reducir el corte hasta el 3% “cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras”.
Además, con la nueva norma continuarán los beneficios impositivos para los biocombustibles, que seguirán sin tributar el impuesto al dióxido de carbono y el impuesto a los combustibles. En 15 años este esquema de promoción impositiva tuvo un débito fiscal de 6.000 millones de dólares por menor recaudación de impuestos y una pérdida de divisas de 1.400 millones de dólares por aceite de soja y maíz que podría haberse exportado y terminó volcándose al mercado interno.
“Con esta iniciativa se generan herramientas que dan previsibilidad, sustentabilidad y seguridad jurídica al sector”, manifestó durante la discusión parlamentaria el presidente de la comisión de Energía, Omar Félix.
El oficialismo confía en que el nuevo marco normativo será sancionado el próximo jueves en el Senado, donde ya fue aprobado por amplia mayoría meses atrás, antes de que al texto se le agregaran los cambios introducidos por la Cámara de Diputados.
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