Las nuevas normas del Banco Central y la Comisión Nacional de Valores que limitan la operación en el mercado del “Contado con Liquidación” (CCL) y el acceso a dólares para pago de dividendos pueden ser las primeras de una serie con la que el Gobierno estreche cada vez más el “cepo cambiario”, coincidieron economistas y analistas consultados por Infobae.
Se trata, básicamente, de preservar la política de “pisar” el tipo de cambio oficial, como ancla contra una mayor inflación, y a la vez impedir que se amplíe la brecha con los dólares “alternativos”, lo que dificultaría mantener el valor oficial oficial y complicaría aún más el manejo de la economía, el comercio exterior y las reservas.
“Son medidas en línea con un segundo semestre más seco de divisas, no debería sorprender si hay otras medidas similares; de cara a las elecciones, para el Gobierno es clave vacunar y mantener tranquilos el dólar y la brecha, que hace dos meses era de 50 y 55% y ahora es de 70-75%, algo muy complejo de administrar; el BCRA y la CNV van a usar todo su poder de fuego –que lo tienen- para sostener la brecha”, dijo Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.
Más allá de las elecciones, terra incognita. “Ahí se abre otra dinámica, que dependerá de lo que haga el gobierno hasta entonces y del resultado electoral”, agregó Delgado, quien cree que el Gobierno puede llegar a noviembre con una situación monetaria y fiscal “manejable”, que le permitiría evitar –antes- un estallido o una devaluación.
“El BCRA tiene bonos para intervenir en el mercado del CCL y la posición de futuros y de las líneas contingentes con el Banco de Basilea en cero (lo que le da margen para intervenir a través de dólar-futuro y requerir asistencia financiera del banco de bancos situado en la ciudad suiza); ahora necesita adecuarse a una temporada baja de dólares”, explicó el director de Analytica. “Entramos en zona de mayor turbulencia y volatilidad cambiaria e incertidumbre financiera”.
Qué dice el Central
Desde el Banco Central enfatizan que la nueva normativa no afecta a las personas (ahorristas minoristas) y es 100% “operativa”: no hay cambio de reglas de juego, pero sí mayor control sobre ellas. Y el timing fue para dar tiempo a los bancos a ajustar sus sistema y operar sin problemas desde la apertura del lunes.
Los puntos, como ayer señaló Infobae, base a fuentes de la autoridad regulatoria, son básicamente dos. El primero es que la norma previa establecía que si un CUIT iba al CCL no podía ir al MULC. Como algunas empresas iban al CCL con el CUIT del holding controlante y al MULC con otro, eludían la restricción. Ahora la controlante “arrastrará” a su controlada. No más 2 x 1. El segundo es que al detectarse que en algunas operaciones no se hacía la operación tradicional de acceder al dólar CCL vendiendo títulos públicos contra dólares, sino canjeando titulos públicos locales por bonos americanos, para venderlos vía cable, puerta que ahora se cerró n estos contra cable.
El nudo de la norma A7327, explicaron, es que las entidades financieras deberán requerir una Declaraciòn Jurada (DJ) de las empresas que acceden al mercado de cambios de que por 90 días antes y 90 días corridos después no concertaron ni concertarán ventas en el país de títulos valores con liquidación en moneda extranjera o canjes de títulos locales por externos ni los transferirán a entidades depositarias del exterior.
La DJ incluirá el detalle de las personas humanas o jurídicas que tienen control directo, que serán también alcanzadas por la limitación de realizar operaciones o canje de títulos CCL. Los bancos y financieras pedirán esta DJ desde la apertura de este lunes. Por eso, justificaron desde el BCRA, la normativa se difundió con 48 horas de anticipación, justito antes de la final de la Copa América.
Un límite más
Marina dal Poggetto, directora de Eco Go, interpretó las novedades en clave de polìtica económica. “Ya había limites fuertes entre el acceso al mercado del CCL y el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios, nombre por cierto paradójico), esto es un límite adicional”, dijo la economista, quien señaló que las nuevas normas restringen la operatoria de CCL vía compra de bonos globales y modifican el “parking”, el período que los operadores deben esperar entre una movida y otra del “rulo” para hacerse de dólares en el exterior.
“La presión sobre el mercado cambiaria aparece de nuevo”, dijo Dal Poggeto. Y reseñó: Hubo un pico de brecha, 130%, en octubre 2020, luego el Gobierno lo redujo a través de acuerdos con las agencias liquidadoras e intervención del BCRA en el mercado de bonos, que llegó a un máximo en enero, y después todo se tranquilizó con la liquidación de dólares del agro. Pero la brecha volvió a subir en los últimos dos meses. La liquidación de dólares aún es alta, pero entramos en zona de frazada corta”. La nueva etapa es de menos liquidación de dólares, vencimientos con organismos e intervenciones para acotar la brecha, lo que conducirá a una mayor presión sobre los bonos y “riesgo-país”, que la semana pasada superó, tras varios meses, los 1.600 puntos. Los títulos que emitió el actual Gobierno cuando arregló la deuda con los acreedores privados cotizan “ridículamente bajos, a valores de default, y en julio empieza el pago del primer cupón”, notó Dal Poggetto.
Habrá que ver si Martín Guzmán se trae de Venecia, donde participó en la Cumbre del G20, algún crédito puente o postergación de los vencimientos con el FMI (USD 1.900 millones en septiembre y otros USD 1.900 millones en diciembre), porque “aun con los DEG (unos USD 4.350 millones) que el Fondo le asigne a la Argentina, están muy cortitos”, dijo la economista.
Una de las incógnitas del momento es el nivel de importaciones de junio: podría haber saltado de USD 5.100 millones en mayo a cerca de USD 7.000 millones. Con una brecha del 70%, dijo Dal Poggetto, acceder al dólar oficial y stockearse es atractivo. El BCRA, que en febrero llegó a tener solo USD 2.500 millones de reservas netas, ahora tiene USD 7.000 millones, pero empezó la cuesta abajo. Se vienen vencimientos de deudas pública y privada y, con menos liquidación de divisas, la evolución de reservas dependerá de cuántos dólares venda el BCRA a los importadores. Si los mezquina, para cuidar reservas, habrá más presión inflacionaria. “Por eso digo zona de frazada corta; si te tapás la cabeza te destapás los pies”, graficó Dal Poggetto.
Escasez de dólares y panorama regional
Gustavo Neffa, director de Research for Traders, subrayó que las nuevas medidas no afectan el llamado dólar-bolsa (o MEP) ni a la gente de a pie, ni al inversor minorista, pero sí al “rulo” que se hacía con algunos bonos, por las reglas de “parking” y la imposición de una restricción cuantitativa de hasta USD 50.000 semanales de compra de dólar CCL vía bonos AL 30 y GD 30. “Esto afecta a grandes jugadores que hacían transferencias al exterior con CCL”, explicó Neffa a Infobae. Básicamente, marca el inicio de un período de escasez de dólares. “El Gobierno quiere llegar a las elecciones lo mejor posible y para eso busca cortar la dolarización de portafolios”, dijo Neffa. ¿Alcanza? “Es para evitar transferencias al exterior, pero no es una medida que alcance para tener el mercado controlado. Hay cepo, monitoreo de agentes y van a poner todo el foco en la demanda de empresas e importadores, para mantener el dólar lo más estable posible y llegar a las elecciones”, subrayó el analista.
La demanda de bonos está por el piso: el que tiene bonos espera, los inversores que querían irse ya se fueron, así que habrá muy pocas transacciones, explicó Neffa, quien vinculó lo que ocurre no sólo al caso argentino, sino también al clima político regional: triunfo de la oposición de izquierda en las elecciones constituyentes en Chile y de Pedro Castillo en Perú, y dudas sobre lo que puede pasar en Brasil y en Colombia el año próximo, donde podría prevalecer la oposición. “Los países andinos que antes eran una garantía de institucionalidad, ya no lo son. En ese marco, una Argentina ya golpeada deja de tener sentido para los inversores. “Estamos fuera del radar de los inversores institucionales”, dijo el analista.
Neffa subrayó que las nuevas medidas no afectan a los minoristas y rigen para el mercado “PPT” (Prioridad Precio-Tiempo), pero no para el Senebi, un mercado en el que los agentes del sistema de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) operan por su cuenta y concertan directamente entre sí”, sin el respaldo del Fondo de Garantía Obligatorio de BYMA. Por eso, según Neffa, “ahora los arbitrajes van a estar a la orden del día”. Es decir, los precios que de allí surjan serán una nueva referencia del mercado cambiario. “Será como una brecha dentro de la brecha”, observó al respecto Dal Poggetto.
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